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Violencia de género: radiografía del ajuste en el primer año de gobierno de Milei
9 de diciembre de 2024, por Panorama — Géneros y Sexualidades, Emergencia contra la violencia hacia las mujeres, violencia contra las mujeres, Javier Milei, Feminismo y lucha del movimiento de mujeres, Ideología de género, #Feminismo, Géneros y Sexualidades, Emergencia contra la violencia hacia las mujeres, violencia contra las mujeres, Javier Milei, Feminismo y lucha del movimiento de mujeres, Ideología de género, #FeminismoEl gobierno niega la existencia de la violencia de género. No son sólo declaraciones. Las consecuencias se cuentan en números alarmantes, detrás de los que están las vidas y los derechos que se niegan.
El gobierno niega la existencia de la violencia de género. No son sólo declaraciones, como las que escuchamos este año en boca de funcionarios diversos. Como parte de ese negacionismo, asistimos al desmantelamiento de programas de asistencia a las víctimas de este flagelo, a la reducción de personal y a los recortes presupuestarios para sueldos, dispositivos e insumos orientados a asistir a niñas, adolescentes, mujeres y diversidades víctimas de la violencia machista. En un contexto de ajuste más general, que se traduce en un aumento exponencial de la pobreza, esa violencia sostenida y promovida desde el propio Estado golpea particularmente a las que menos tienen.
Detrás de los números
Desde el 1° de enero al 30 de noviembre de 2024 hubo 273 víctimas de femicidio: 243 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, 3 lesbicidios, 7 trans-travesticidios y 20 femicidios vinculados de varones y niños. De los 307 hijes que quedaron sin madre, el 52% son menores de edad. En la mayoría de los casos, el agresor fue la pareja o ex pareja (un 5% fueron agentes y ex agentes de fuerzas de seguridad). El lugar más inseguro sigue siendo la casa o la vivienda compartida con el agresor, y la provincia de Buenos Aires sigue siendo la que más casos registra, seguida por Santa Fe, Córdoba y Chaco.
Son datos del Observatorio “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro, y reflejan un aumento de los casos conocidos respecto al año anterior. Detrás de los números, se encuentra también el ajuste a muchos de los programas conquistados por el movimiento de mujeres, las diversidades, las familias, que salieron a las calles por Ni Una Menos en todos estos años.
Según fuentes oficiales, de 23 programas de atención a víctimas de violencia de género que desarrollaba el ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, quedaron funcionando 12. Sin embargo, ni siquiera esos programas están garantizados, debido al escaso personal, la falta de presupuesto, la ausencia de autoridades designadas o las precarias condiciones en que dejó esos programas la gestión anterior.
De acuerdo al Sistema Integrado de Casos de Violencia por Motivos de Género, que registra los hechos atendidos en instituciones del Estado nacional, provincial, y municipal, la cantidad de víctimas asistidas en organismos públicos pasó de 43 mil en el segundo trimestre de 2023 a 4.550 en el mismo período de 2024: casi un 90 por ciento menos de víctimas atendidas en el año que culmina.
En el caso de la diversidad sexual, la caída fue mayor: se pasó de 3.820 personas atendidas en el segundo trimestre de 2023 a 156 en el mismo período de 2024, un 96 por ciento menos que en 2023. Entre las integrantes de comunidades y pueblos indígenas la caída fue similar: de 793 víctimas que recibieron algún tipo de asistencia de abril a junio de 2023 se pasó a 32 en el segundo trimestre de este año.
Estos datos contrastan con los que aporta el Registro de Femicidios de la Corte Suprema: 8 de cada 10 mujeres víctimas de femicidio nunca habían denunciado los hechos de violencia que sufrían.
En particular, las organizaciones de mujeres y diversidades y ONGs dedicadas al seguimiento de estos programas destacan que:
- El Programa para el apoyo urgente y la asistencia integral, que reciben las familias que tuvieron una víctima de femicidio, que brinda atención psicológica, patrocinio jurídico gratuito, plata para el funeral de la víctima, pasó de escasos 70 apoyos en 2023 a tan solo 13 apoyos en 2024, que en realidad se aprobaron el año anterior y se cobraron en enero del corriente (es decir que en 2024 no se aprobaron nuevos apoyos).
- Datos del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA)), indican además que programas como el de Protección y Rescate de víctimas de violencia y trata registraron caídas del 72,11% y 90% respectivamente.
- También cayó el número de mujeres y diversidades incorporadas al ya limitado Programa Acompañar, que sufrió un recorte mayor al año previo: del acompañamiento y aporte por 6 meses de un salario mínimo, vital y móvil para la víctima de violencia que lo solicite, se pasó a 3 meses y se sumó como requisito la denuncia policial o judicial para acceder al programa. Una investigación de ELA señala además que de las 20 mil altas que estaban programadas para el primer trimestre de 2024, sólo se realizaron 434. Un 98,72% menos de personas asistidas que en 2023. En el Presupuesto 2025, que sigue cajoneado, directamente se eliminan las partidas presupuestarias para este programa.
- De acuerdo al informe “¿Libradas a su suerte?”, las llamadas a la Línea 144, que brinda atención, contención y asesoramiento gratuito a víctimas de violencia, cayeron un 11% en el segundo trimestre de este año: de 8.482 comunicaciones atendidas en enero, febrero y marzo se pasó a 7.550 en los meses de abril, mayo y junio.
- Hubo además, una caída significativa de la capacidad operativa de esta Línea de gestión nacional. Según señalaron desde esta ONG en una audiencia pública que se realizó en el Congreso en octubre pasado, al 30 de septiembre de 2024 la cantidad de trabajadoras había caído un 45% respecto a junio de 2024. El informe señala que incluso hay casos donde la reducción “supera al 60 por ciento de la nómina original”. Mientras que el servicio de videollamada para la atención a personas hipoacúsicas se eliminó, “hay turnos con sólo 2 personas atendiendo los llamados de todo el país”. El congelado Presupuesto 2025 directamente no asignaba a esta Línea presupuesto específico.
El ajuste implementado por el gobierno en otros programas también empeora esta situación.
- El Plan ENIA, de prevención del embarazo adolescente no intencional (creado durante la gestión macrista), ya registraba en los planes oficiales para 2025 una reducción del 27% real respecto al presupuesto vigente de 2024 y del 78% en comparación con 2023. Estos planes fueron congelados por el cajoneo del debate presupuestario, pero deben leerse como un anticipo. Según contó a Tiempo Argentino Lucila Galkin, directora de género de Amnistía Internacional Argentina, el Plan ENIA “sufrió un recorte del 68%", pese a que en 4 años había logrado bajar en un 49% la fecundidad adolescente. Junto con esto, “numerosas provincias informaron faltante de métodos anticonceptivos”.
- En lo que va del año tampoco se entregaron insumos a las provincias para garantizar el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo. Conforme a información suministrada por el Ministerio de Salud de la Nación, esto se debe a la falta de stock y a demoras desmedidas en los procesos de licitación para la compra de Misoprostol y Mifepristona, claves para garantizar el acceso al aborto seguro y en condiciones de calidad.
- Otro informe, de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), señala que la Educación Sexual Integral, que según la Ley 26.150 establece que los y las estudiantes tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, no se contemplan en el Plan de Presupuesto 2025. Habrá que ver qué sucede con el plan cajoneado, pero es todo un anticipo de intenciones para seguir materializando su negacionismo de género.
De momento, hay que señalar que aún con los límites que tiene, por habilitar la injerencia de ideología religiosa, la ESI, tan cuestionada por la gestión actual, ha demostrado ser una herramienta fundamental para combatir estereotipos de género, para proponer otras formas de masculinidad, para cuestionar las distintas expresiones de violencia de género, y también para prevenir y detectar el abuso sexual infantil, cuya denuncia el gobierno también busca desalentar con proyectos como el de la senadora Carolina Losada, que obtuvo recientemente un dictamen favorable.
Contrariamente al discurso oficial, un informe elaborado por el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires muestra que las clases de educación sexual integral permitieron que entre el 70 y 80% de niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años que pasaron por la Sala de Entrevistas Especializadas del organismo comprendieran que habían sufrido abuso sexual.
Las fuerzas de la calle
En noviembre pasado, ante un reclamo de ELA, ACIJ y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió al Gobierno argentino que de respuestas “por la situación de las políticas sociales y alimentarias, y por los recortes y vaciamientos de los programas de género y de memoria, verdad y justicia”.
El secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, que fue funcionario durante la dictadura militar, contestó que los recortes en las políticas de género tuvieron como objetivo “recuperar la economía” y “poner en equilibrio las cuentas”. Dijo además que “si la economía mejora, también mejorará la vida de las mujeres”.
Sus declaraciones contrastan con las condiciones en las que viven millones de mujeres, niñas y diversidades en el país, limitadas en su autonomía por una crisis que se profundiza y recae fundamentalmente sobre sus espaldas, dificultando aún más que quienes son víctimas de la violencia machista puedan salir de esa situación. También por los discursos de odio que niegan este flagelo, que provienen de grupos antiderechos como de funcionarios y funcionarias del propio Estado, que alientan expresiones tan nefastas como la del triple lesbicidio de Barracas.
Según un informe de Amnistía Internacional, sólo en los primeros 100 días de gestión del gobierno de Milei 2 de cada 3 son mujeres se encontraban entre las personas de menores ingresos. La mayoría de ellas criaba a sus hijos e hijas solas.
Es claro que esta situación se sostiene con múltiples apoyos. Por caso, este año, en el Congreso Nacional, todos los partidos y alianzas, a excepción del Frente de Izquierda, convalidaron la privatización de empresas estatales, negociaron reformas laborales, mantuvieron la más férrea unidad en que las deudas se honran, por más ilegítimas y fraudulentas que sean. Como señala aquí Andrea D'Atri, pronta a asumir como legisladora porteña, “si libres y desendeudadas nos queremos, hay que empezar por romper con el Fondo Monetario. Porque ninguna medida mínima de regulación del mercado, ni de redistribución de la riqueza social, ni de la generación de políticas públicas puede profundizarse, ampliarse y ni siquiera mantenerse, sin subvertir un orden regido por la subordinación al FMI”.
Desde luego, esto también explica porqué las trabajadoras de la salud, las jubiladas, las estudiantes universitarias, las trabajadoras desocupadas y precarias, han sido durante el año cara visible de innumerables luchas y procesos de resistencia, que muy a pesar del rol de las direcciones sindicales y de centros de estudiantes mostraron que hay fuerzas para enfrentar el ajuste y los ataques del gobierno de Milei. Ante esa radiografía, se vuelve más necesario todavía unir todas esas luchas desde abajo, coordinar y golpear con un solo puño.
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¿Cómo es militar en el movimiento feminista de Corea del Sur?
8 de diciembre de 2024, por Entrevista: Eunhee Cheong — Internacional, Géneros y Sexualidades, Entrevista, Edición Estado Español, Edición México, Edición Chile, Corea del Sur, Edición Uruguay, Edición Venezuela, Edición Bolivia, Golpe parlamentario, Internacional, Géneros y Sexualidades, Entrevista, Edición Estado Español, Edición México, Edición Chile, Corea del Sur, Edición Uruguay, Edición Venezuela, Edición Bolivia, Golpe parlamentario¿Qué es el movimiento 4B? Desigualdad, violencia patriarcal y competencia, los ingredientes clave del resurgir de la movilización feminista.
Corea del Sur está hoy en los portales de noticias de todo el mundo por la crisis política que hace tambalear al gobierno de Yoon Suk-yeol. Sin embargo, hace varios años que este gigante asiático despierta curiosidad y genera mucho interés a raíz del impacto de diferentes fenómenos culturales y sociales. La ola conocida como hallyu (pero sobre todo el éxito de la película Parasite), el movimiento 4B y la caída de la tasa de natalidad alimentan conversaciones y debates políticos acerca de la desigualdad, el conservadurismo y otros aspectos menos conocidos de una sociedad que se vende como modelo de éxito capitalista.
Debajo de la crisis política circulan tendencias sociales profundas que vienen provocando diferentes debates, protestas y organizaciones entre las mujeres, especialmente las jóvenes. La agitación feminista no es nueva y en un contexto de movilizaciones en varias ciudades del mundo, desde 2016 se desarrollan diferentes movimientos relacionados con la violencia patriarcal, el derecho al aborto (despenalizado luego de protestas masivas en 2019) y los cuidados.
Para conocer algo de esos fenómenos, conversamos con Eunhee Cheong [1], militante de March to Socialism (Marcha hacia el socialismo) y miembro de Women's Strike (que organiza la Huelga Internacional de Mujeres en Corea del Sur).
Después del triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos creció el interés alrededor del movimiento 4B que nació en Corea del Sur. ¿Tiene este movimiento un impacto real en tu país? ¿Cómo lo describirías?
El movimiento 4B hace referencia a “cuatro no”: “no matrimonio” (bi-hon en coreano), “no hijos” (bi-choolsan), “no citas con varones” (bi-yeonae) y “no sexo (bi-sex). Se trata de un movimiento de rechazo al trabajo reproductivo protagonizado por mujeres jóvenes para criticar la opresión y violencia patriarcales. Existió hace unos años una opinión pública misógina [2] que culpó a las mujeres del brote de síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) en 2015 en Corea del Sur, que se cobró la vida de 38 personas y puso en cuarentena a otras decenas de miles. En respuesta a eso, nació el movimiento Megalia (un juego de palabras entre MERS y Egalia, en referencia a la novela Las hijas de Egalia, de Gerd Brantenberg publicada en 1977 que aborda el tema de los roles de género). El movimiento 4B surge de ese movimiento Egalia, cuya estrategia apuntaba a imitar la misoginia en internet hacia los varones, encabezado por feministas radicales y centrado en una crítica separatista y androcentrista del patriarcado. A esto le siguió el movimiento Me Too en Corea del Sur, el movimiento por la abolición de la criminalización del aborto, el llamado “cartel web-hardware” [3] y el escándalo de la filmación ilegal [4], que llevó a lo que se conoce como el “resurgir feminista”. En este proceso, las mujeres jóvenes se reconocen como feministas en redes sociales, y el movimiento 4B se desarrolla, centrado en comunidades online con mayoría femenina.
Para las jóvenes, el movimiento 4B se trata de seguridad, supervivencia y empoderamiento. Dado que la violencia de género, por un lado; el trabajo reproductivo impago y el abandono de las carreras (un fenómeno estructural en el que las mujeres no pueden mantener sus carreras al asumir la responsabilidad del embarazo y el cuidado infantil), por el otro; son ambas opresiones impuestas a las mujeres, quieren rechazar estas responsabilidades para protegerse del patriarcado y la competencia en la sociedad neoliberal. En última instancia, el movimiento 4B puede ser visto como una estrategia de supervivencia personal para las mujeres en la sociedad surcoreana.
Este movimiento tiene algunas similitudes con el discurso de la generación “N-po” (po significa renunciar), un término utilizado en Corea del Sur para hablar de los adultos jóvenes de veintipico. Es una versión extendida del “3-po” (renunciar a las citas, el matrimonio y los hijos), que se refiere a jóvenes que renunciaron o pospusieron estas cosas por el costo excesivo de la vida, trabajos inestables, préstamos estudiantiles, preparación laboral impredecible y precios de la vivienda siderales. Salir con alguien, casarse y tener hijos se han transformado en privilegios en la sociedad surcoreana, poco accesible para la mayoría de los adultos jóvenes, incluso cuando la negativa de las mujeres no es un obstáculo. Por ejemplo, en una encuesta reciente, el 60,5 % de los sectores de ingresos más altos (hogares con un ingreso de 10 millones de wones, unos 7.000 dólares, aproximadamente 7.000.000 de pesos argentinos) dijo que pretende tener hijos, comparado con el 46,2 % de los sectores más bajos (menos de 2 millones de wones, 1.400 dólares, aproximadamente 1.400.000 pesos argentinos). En 2023, la proporción de mujeres y varones solteros de veintipico alcanzó el récord de 92,8 %, un aumento del 21,7 % en 20 años. Sin embargo, el movimiento 4B es diferente a la generación N-po en cuanto al discurso porque es un boicot activo.
Como resultado, el movimiento 4B parece haber contribuido a reforzar una tendencia impulsada estructuralmente. En 2023, la tasa de natalidad total en Corea del Sur fue de 0.72 niños (el número promedio de nacimientos por cada mujer en su vida reproductiva), en descenso por octavo año consecutivo, y la tasa de natalidad de las mujeres entre 25 y 30 disminuyó un 6,8 (-9,3 %) y un 2,7 (-11,0 %) interanual, respectivamente, y solamente la tasa de natalidad de las mujeres mayores de 40 fue similar, 0,0 (8,0 %).
¿Qué pensás del movimiento 4B?
Creo que es una resistencia de las mujeres jóvenes contra la opresión de género del sistema capitalista en complicidad con el patriarcado. Por ejemplo, 12.287 mujeres entre la adolescencia y los 20 años intentaron suicidarse el año pasado, y las de veintipico han tenido la tasa más alta de intentos de suicidio entre todos los grupos etarios y de género durante los últimos cinco años. Las principales causas son violencia de género e inseguridad laboral. Pero aunque la discriminación de género, la violencia sexual y la inseguridad laboral son provocadas estructuralmente por el capitalismo, el movimiento 4B solo apunta al patriarcado. Desde la controversia de Megalia, las jóvenes coreanas han sido influenciadas por el feminismo radical. El movimiento no solo excluye a los varones sino que también tiene limitaciones separatistas que en muchos casos excluye también a las personas trans. En otras palabras, aunque el movimiento 4B resulte de la opresión de las mujeres en el capitalismo, su problema fundamental es que persigue una imagen neoliberal de las mujeres y contribuye a la competencia, la división y la transfobia que el sistema capitalista impone a trabajadoras y trabajadores.
Por lo tanto, sin importar cuánto se extienda el movimiento 4B en Estados Unidos, es difícil que cambie la realidad de las mujeres de ese país. La opresión de las estadounidenses también es resultado de la alianza entre patriarcado y capitalismo. En el mismo sentido, incluso si la candidata demócrata Kamala Harris hubiera ganado las elecciones, los derechos de las mujeres no hubieran cambiado demasiado. En última instancia, los demócratas solo garantizaron opciones limitadas en diferentes etapas del embarazo y no garantizaron el acceso al aborto como un derecho reproductivo básico.
En Argentina no sabemos mucho sobre las mujeres en Corea del Sur en relación con los derechos o la igualdad, ¿cuál es el panorama?
Corea del Sur es una sociedad capitalista que creció rápidamente bajo gobiernos militares después de la Guerra de Corea en los años 1950. Las fuerzas políticas de la llamada democratización presionaron por una reestructuración neoliberal, incluyendo la privatización de las empresas públicas, despidos y flexibilización laboral, trabajadores y trabajadoras estuvieron entre los más afectados, especialmente las mujeres sobre las que recae también la opresión de género. En este proceso, se reforzó el sexismo estructural. En 2023, el 77 % de las mujeres y el 63 % de los varones entre 25 y 34 años completaron niveles terciarios de educación, pero la tasa de empleo fue 7 puntos porcentuales más alta para los varones (83 %) que para las mujeres (76 %). La brecha salarial de género surcoreana es de 31,2 % y ocupa el primer lugar en los países de la OCDE (que nuclea a los países más ricos) hace 27 años (datos de 2022). Cerca de una de cada dos trabajadoras es irregular, y las mujeres representan el 57,3 % de todos los trabajadores irregulares. La participación por género del trabajo doméstico no remunerado es del 72,5 % para las mujeres y del 27,5 % para los hombres. Los varones representan el 83,1 % de las personas que aportan al sistema de pensiones durante 20 años o más mientras que las mujeres solo son el 16,9 %.
La situación de la violencia también es grave. En primer lugar, una mujer es asesinada o sufre un intento de asesinato por parte de su pareja cada 19 horas. En 2023, la tasa total de violencia sexual aumentó un 26 % comparado con el año anterior. Recientemente, cuatro mujeres fueron asesinadas en diez días por hombres con quienes supuestamente tenían una relación.
A pesar de la despenalización del aborto histórica que logró el movimiento Black Protest en 2019, todavía no existe cobertura del seguro de salud para las interrupciones voluntarias y no existen pastillas para procesos medicamentosos [menos riesgosos para la salud, N. de R.]. Una farmacéutica intentó importar píldoras a un precio muy alto pero el gobierno demoró la aprobación (la empresa terminó desistiendo). En la vida real el aborto sigue siendo tratado como algo ilegal, por lo tanto sus costos son muy altos. El proceso cuesta al menos 800.000 wones (566 dólares, más de 570.000 pesos argentinos), que representa mucho dinero para las mujeres, mayoritariamente trabajadoras precarias, considerando que el salario mínimo en Corea del Sur es de 2 millones de wones mensuales (aproximadamente 1.400 dólares, cerca de 1.400.000 pesos argentinos). La licencia por menstruación es impaga.
Sin embargo, los varones de entre 20 y 30 años perciben que existe una discriminación contra ellos. Culpan a las mujeres por los problemas que enfrentan en la sociedad capitalista, y los políticos conservadores han reforzado esa tendencia.
¿Qué debates y peleas son importantes en el movimiento feminista?
Menciono cuatro de los más importantes. El primero es el feminismo radical. Este movimiento ganó tracción entre las mujeres adolescentes, y entre y 30 años pero está dominado por las feministas transexcluyentes (conocidas con la sigla TERF, Trans-Exclusionary Radical Feminist en inglés) y excluye la solidaridad con otros movimientos sociales por su enfoque biologicista. Recientemente protestaron contra la decisión de transformar una universidad solo para mujeres en mixta. Inicialmente, el ministerio de Educación presionó por la reestructuración por el descenso de la población en edad de estudiar y la universidad intentó convertirse unilateralmente en mixta, por lo que existían motivos para que las estudiantes estuvieran molestas. Sin embargo, muchos argumentos se basan en la hostilidad hacia los varones y se niegan a involucrarse con movimientos sociales.
Existen tres contextos sociales importantes para entender el crecimiento del feminismo radical en Corea del Sur: la intensificación de la competencia neoliberal, de los “valores familiares” debido a la caída de la tasa de natalidad y de la misoginia y la violencia de género. Pero además, el feminismo radical creció en el vacío que dejaron fuerzas tradicionales progresistas de izquierda al ignorar, subvalorar o incluso criticar problemas sociales que experimentan las jóvenes de forma colectiva. El atractivo que tiene esta corriente para las mujeres jóvenes en particular se explica por la impotencia del feminismo institucionalizado para abordar problemas como el sexismo y la violencia sexual que sufren las mujeres de veinte y treinta y pico, y ellas denuncian abiertamente y con un lenguaje popular.
El feminismo radical comparte una cultura cerrada debido a los ataques de la derecha. Durante la masificación del feminismo en 2018, el movimiento se cerró sobre sí mismo en medio de los ataques de sectores misóginos que publicaban información personal de activistas feministas en redes sociales. Además, las fuerzas conservadoras a menudo condenaron a los movimientos sociales de estar dirigidos por fuerzas externas (como Corea del Norte u organizaciones de izquierda), y lo replicaron con los movimientos feministas, lo que llevó a algunas militantes radicales a oponerse a acciones solidarias para preservar la “pureza” de su movimiento.
Nuestra organización March to Socialism (Marcha hacia el socialismo) se opone claramente a posiciones que excluyan a las personas trans en nombre de defender los derechos de las mujeres así como a tendencias que excluyan a los varones. Dado que la opresión, la discriminación y la explotación de las mujeres son problemas sistémicos que surgen de la alianza patriarcado-capitalismo, es crucial construir políticas de hegemonía de la clase trabajadora, es decir, no limintadas a los binarismos de género. Sin embargo, una parte importante del movimiento feminista joven se inclina hacia posturas TERF. Bajo esas condiciones, nuestra organización empatiza con las mujeres jóvenes y enfrenta la opresión y violencia sociales que sufren pero sostiene que para eliminarlas es necesario organizar un movimiento basado en la clase trabajadora para transformar la sociedad capitalista, no un movimiento feminista separatista.
Otro debate es el punitivismo. Es una agenda que comparten el feminismo radical y el feminismo institucionalizado. Hablan del estado patriarcal y destacan como alternativas penas más duras para delitos relacionados con la violencia de género y sexual y el aumento de la representación de las mujeres. Recientemente, la noticia de que las deep-fakes con violaciones (53 % de las personas en los videos son surcoreanas y lidera los ránkings mundiales) volvió a nutrir protestas de las feministas radicales, que realizaron la manifestación callejera más grande organizada por grupos de mujeres desde 2018 y las protestas conocidas como “Coraje incómodo” (mencionadas más arriba). Nosotras creemos que en lugar de punitivismo es necesario transformar el sistema capitalista-patriarcal. El punitivismo tiene gran atractivo en Corea del Sur por ser un país con unos de los niveles más bajos de castigo de delitos sexuales en el mundo. Así como los capitalistas rara vez son castigados por delitos relacionados con la explotación del trabajo, el castigo de delitos sexuales es bastante menor. Sin embargo, sabemos que penas estrictas no garantizan la eliminación de esos delitos. Sin un movimiento que busque transformar la sociedad, pedir penas más duras al Estado que reproduce sistemáticamente la violencia lo absuelve de su responsabilidad y refuerza el poder de ese estado, y refuerza el capitalismo patriarcal. Para erradicar la violencia sexual sistemática necesitamos construir una verdadera hegemonía de la clase trabajadora, incluyendo a las mujeres.
El tercer debate es acerca del cuidado. Por un lado, la necesidad e interés sociales del cuidado crecieron desde la pandemia. Por otro lado, la política oficial mercantilizadora aumentó las necesidades sociales y como respuesta a la crisis, el gobierno quiere avanzar en su privatización para lo que introdujo un sistema de contratación de trabajadoras domésticas migrantes con salarios bajos. Para este fin, las autoridades cerraron los centros públicos de cuidado, pusieron en marcha un proyecto con cien trabajadoras migrantes de Filipinas y presionan para eximir a trabajadores y trabajadoras migrantes del salario mínimo. Sin embargo, este modelo solo redunda en explotación para las trabajadoras migrantes y no resuelve la crisis de cuidados que existe en el país. Las trabajadoras filipinas cobran solamente 500.000 wones (unos 350 dólares, aproximadamente 355.000 pesos argentinos), un cuarto del salario mínimo, durante su primer mes de trabajo. Su empleo se concentra en Gangnam, un barrio rico y dos trabajadoras filipinas ya fueron deportadas por dejar sus residencias asignadas sin permiso.
El movimiento de mujeres en Corea del Sur puso un gran énfasis en el derecho de cuidados desde la pandemia, con reclamos de cobertura pública y reconocimiento del valor por el trabajo reproductivo impago. Aunque no hay grandes desacuerdos sobre este tema dentro del movimiento feminista y es compartido el eslógan “transicionar hacia una sociedad del cuidado”, muchos sectores no lo ven como un problema del sistema capitalista. Nuestra organización pelea por la abolición del capitalismo patriarcal y la socialización del trabajo doméstico, y rechazamos el plan del gobierno para abolir las instituciones públicas de cuidado. Junto con Pan y Rosas organizamos protestas contra el proyecto para introducir trabajadoras migrantes, y sostuvimos el “cuidado público” como la principal demanda de la huelga de mujeres, en cuya organización hemos participado.
Y el cuarto es una pelea muy importante para nosotras, para impedir el traslado arbitrario de Jee Hye-bok, militante de nuestra organización y docente de educación pública. Fue transferida injustamente el año pasado después de denunciar un abuso sexual en la escuela donde trabajaba y las autoridades no respondieron adecuadamente. Jee Hye-bok protesta hace 11 meses frente a la Oficina Metropolitana de Educación y rechaza el traslado. Las autoridades en lugar de resolver el caso, la despidieron e impulsaron acciones judiciales en su contra en septiembre de este año. Ante esta situación el Sindicato Nacional de Docentes [5], al que pertenece Jee Hye-bok, tiene relaciones con las autoridades y boicotea la lucha. Sin embargo, formamos una coordinadora con otras organizaciones sindicales, de mujeres y de derechos humanos, incluyendo a Pan y Rosas. La lucha de Jee Hye-bok se nacionalizó, tuvo repercusión en varios de los medios más importantes y consiguió el apoyo de abogados, abogadas, trabajadores y trabajadoras de la educación y sindicatos combativos. A medida que el movimiento se hizo más conocido, las organizaciones feministas más institucionalizadas y las feministas radicales también participaron en las marchas.
¿De qué forma participás en el movimiento feminista?
Para construir un movimiento de mujeres revolucionario que combine el movimiento obrero y de las mujeres, nuestra organización está construyendo Pan y Rosas como un movimiento masivo de base y la Women's Strike (Huelga de Mujeres) desde sus inicios.
Pan y Rosas es una red de trabajadoras en lucha, con más de veinte trabajadoras, estudiantes y activistas que se enfrentan al capitalismo en varios sectores, como call centers, hoteles, escuelas, hospitales, instituciones públicas y trabajadoras subcontratadas en la industria. Organizamos debates sobre violencia sexual en el lugar de trabajo y otros temas, y organizamos acciones de solidaridad con trabajadoras en grandes luchas obreras y demandas feministas.
La Women's Strike se lleva a cabo desde 2022, encabezada por March to Socialism y Pan y Rosas, con el objetivo de organizar una huelga de mujeres (en el sector productivo y reproductivo) el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, como una forma de denunciar que la opresión la discriminación y la explotación de las mujeres son consecuencias estructurales del sistema capitalista patriarcal. Participamos en la lucha de las trabajadoras de limpieza de la Universidad de Mujeres Duksung por aumento salarial el 8M de 2023, y construimos un comité con 41 organizaciones para realizar una huelga de mujeres el 8 de marzo de 2024. Como resultado, más de mil trabajadores y trabajadoras en las fábricas de semiconductores y call centers paralizaron su trabajo ese día y realizaron una convención con cerca de mil participantes que trabajan en limpieza, hoteles, cuidados, peajes, entre otros sectores. Una de las vías de organización de esta convención fue el trabajo cotidiano durante el año en el proyecto llamado Women's Strike on the Road (huelga de mujeres en el camino). A través de este proyecto organizamos la huelga que incluyó paros en el lugar de trabajo; a pesar de ser pequeña comparada con otros países, y construimos lazos de solidaridad de clase entre el movimiento obrero y el movimiento de mujeres. La Alianza de Estudiantes Socialistas (organización universitaria de March to Socialism) también participó de la huelga con un comité independiente de estudiantes. También organizaron acciones de solidaridad con trabajadoras y trabajadores de limpieza en las universidades en Seúl, donde las mujeres son mayoría. Además, participamos de luchas por el derecho al aborto y para frentar el cierre de centros públicos de cuidado, para defender los derechos de las trabajadoras y trabajadores domésticos migrantes y los derechos de las personas trans.
Leí que el presidente Yoon tiene una agenda antifeminista. ¿Se tradujo esa agenda en ataques o modificaciones de políticas públicas?
Exacto. Yoon Suk-yeol es un opositor abierto del movimiento feminista, prometió abolir el ministerio de Igualdad de Género y Familia, con el argumento de que ya no existe el “sexismo estructural” para movilizar votantes conservadores cuando cayeron sus índices de aprobación durante la última elección presidencial. Aunque no cumplió su promesa de cerrar el ministerio, retrocedió en políticas de igualdad. El ministerio recortó su presupuesto, y muchos gobiernos locales eliminaron sus políticas de género o las fusionaron con políticas de familia. El gobierno también retiró de su agenda la promesa de introducir una “ley de consentimiento sexual”. Sin embargo, el retroceso de la administración de Yoon en políticas de género no se limitó al ministerio.
El ministerio de Trabajo y Empleo recortó el presupuesto de la oficina de igualdad en el empleo privado, que brindaba apoyo a trabajadoras que denuncian acoso sexual y discriminación de género en lugares de trabajo y redujo drásticamente su alcance. Además, ese ministerio hizo voluntario el sistema que obligaba a las empresas a publicar la proporción de mujeres que emplean. También modificó la ley de seguro de empleo para recortar drásticamente los beneficios de desempleo para trabajadores y trabajadoras de jornada reducida, que equivale a recortar los ingresos de las mujeres que representan el 71 % de ese sector. El descenso de la tasa de aumento del salario mínimo también significó una carga para las mujeres, ya que son la mayoría.
El presidente Yoon también anunció su intención de promover la “modernización” de los servicios sociales y de avanzar en su privatización. Los presupuestos de cuidado público ya fueron recortados drásticamente en 16 provincias y el centro de cuidado público de Seúl fue clausurado (incluyendo más de 400 despidos en un solo día). Además, el gobierno quiere eliminar la garantía del salario mínimo con el argumento de que para resolver la “baja tasa de natalidad” las familias deberían poder contratar trabajadoras domésticas migrantes para que cuiden a sus hijos, lo que habilitaría pagar a esas trabajadores salarios por debajo del mínimo establecido por ley. Como parte de esta reacción del poder estatal, los sectores misóginos se pusieron en acción. Una trabajadora temporal de un comercio fue atacada por un hombre porque llevaba pelo corto y lucía “feminista”. El acoso telefónico crece todos los años. Las estadísticas también muestran que se fortalece el estereotipo femenino de que “el trabajo doméstico es de las mujeres” y crece el porcentaje de trabajadoras de bajos ingresos.
Traducción: Celeste Murillo
[1] Enuhee contó con la colaboración de sus compañeras del Women's Movement Committee (Comité en el movimiento de mujeres) y el International Solidarity Committee (Comité de solidaridad internacional) de March to Socialism.
[2] Se volvió parte de la conversación social cuando la extrema derecha esparció rumores falsos en internet de que las mujeres estaban esparciendo el síndrome MERS por viajar al exterior de forma imprudente.
[3] Fue un tema de debate público en 2018 cuando se reveló la relación de complicidad entre los proveedores de almacenamiento en la nube y usuarios que distribuían videos de violencia sexual.
[4] En Corea del Sur, las filmaciones ilegales en baños y vestuarios de mujeres se convirtieron en un problema social pero el gobierno no respondió adecuadamente. Sin embargo, un caso en el que una mujer filmó ilegalmente a un hombre desnudo y publicó la imagen, siguiendo la estrategia del movimiento Megalia de emular las actitudes machistas pero hacia los varones, fue investigado y castigado rápidamente, lo que desató resistencia. Se organizaron protestas llamadas “coraje incómodo” para condenar al gobierno por este y otros casos de filmaciones ilegales y violencia de género. Las protestas tuvieron impacto y se estima que participaron cerca de 350.000 personas.
[5] Este sindicato es considerado el más progresivo de los dos sindicatos docentes y Jee Hye-bok sigue intentando fortalecer la lucha y organizar a maestras y maestros de base.
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Primera CPAC Argentina: el trumpismo al cumpleañitos de Milei
4 de diciembre de 2024, por Tribuna abierta — Géneros y Sexualidades, Feminismos, Géneros y Sexualidades, FeminismosLa primera Conferencia de Acción Política Conservadora en Argentina tiene como figuras estelares a expresiones del trumpismo que arremeten contra la Educación Sexual Integral, el derecho a la identidad de personas trans, y los derechos (no) reproductivos -entre otros- con escándalos, pánico moral y la defensa de las redes sociales donde se esparce violencia como única libertad de expresión posible. ¿Y los locales? Funcionarios, tuiteros, ideólogos del antifeminismo que necesitan su cruzada para mantener la adhesión social. ¿Cuáles son los efectos estratégicos de esta CPAC? ¿Qué tiene la piñata de la ultraderecha para disciplinar América Latina?
La Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) fue fundada en 1974, en Estados Unidos, para organizar la reacción contra el aborto legal, luego de que el fallo Roe vs. Wade habilitará ese derecho en el país. Su nombre y su origen son claros, además de soporte del partido Repúblicano en Estado Unidos, la CPAC es una de las diversas asociaciones, conferencias y foros internacionales que comparten a la vez su pasión capitalista y su cruzada autodenominada “batalla cultural”, en “defensa de los valores tradicionales”, o “Dios, familia y propiedad”, en su versión más explícita. Elija su propia aventura, en todas las versiones las mujeres, las personas lgbtiq+, niñeces y adolescentes -rehenes en cuyo nombre se construye un pánico sexual-, jubilades, personas precarizadas o que padecen enfermedades de tratamiento costoso son el nuevo enemigo. Tanto por ser consideradas una amenaza -feministas, identidades trans, familias no heterosexuales, defensoras de los derechos reproductivos y no reproductivos, etc- como por necesitar atención desde el Estado, al que sueñan pequeño, muy pequeño.
La CPAC tendrá su primera edición en Argentina, hoy 4 de diciembre, en Buenos Aires. Será un anticipo del cumpleañitos de Javier Milei que el 10 celebra un año de experimento libertario. En el Hotel Hilton recibirá a una importante delegación de la primera línea trumpista como los esposos Matt y Mercy Schlapp, Lara Trump- nuera de Donald y presidenta del Comité Nacional Republicano-, Kary Lake- ex candidata a senadora por el Partido Republicano, Ron Paul- ex congresista republicano y líder del Partido Libertario en EEUU, Barry Benet- consultor político de Trump- y otras estrellas de la ultraderecha global como Santiago Abascal (VOX), Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo -el que le dió a Milei, en la CPAC de Camboriú este mismo año, la "medalla de las tres í" de la erección siempre lista y el culo intocable-, Vajk Farkas- presidente de la CPAC Hungría y Director del Centro de Derechos Fundamentales en Madrid- figura clave en el movimiento conservador europeo, o el mexicano Eduardo Verástegui, anfitrión de la CPAC de México y quien desde hace mucho tiempo intenta ocupar- de forma fallida- el liderazgo de la ultraderecha mexicana.
Del lado argentino un dream team de fanáticos de la motosierra, la represión desatada, el conservadurismo integrista católico y la violencia en las redes sociales nombrada como libertad de expresión se ordenan detrás de Javier Milei, su ministro de Economía, Luis Caputo, de seguridad, Patricia Bullrich y el presidente de la flamante nueva Fundación Faro, Agustín Laje, ideólogo predilecto del antifeminismo y la homofobia en buena parte de América Latina y España. Detrás siguen El Gordo Dan -Daniel Parisini, presentado como “influencer libertario”, el polémico secretario de Culto y Civilización de Cancillería, Nahuel Sotelo, el diputado nacional libertario, Santiago Santurio y el tuitero con cargo de legislador provincial, Agustín Romo.
“¡Nunca se vio en Argentina un evento político de este calibre!”, se enfervoriza Soledad Cedro, la “CEO” de esta CPAC que, como todas, tendrá de anfitriones a sus creadores: Mercedes, “dueña”, dice en algunas redes de su relación con la conferencia y Matt Schlapp, marido y presidente de la CPAC. También se promete que la fiestita del trumpismo y el mileismo -dándose la mano de punta a punta del continente- será “masiva”, aunque no lleguen a apagar las velitas algunos líderes de la alta derecha latinoamericana como Nayib Bukele (El Salvador) o Antonio Kast (Chile)- presidente de la “Red Política de Valores” (PNfV)- quien está realizando su propio encuentro en Madrid- la VI Cumbre Transatlántica “Por la libertad y la cultura de la vida”-, logrando reunir a los principales representantes conservadores de cada país. Desde Argentina, fueron oradores Nahuel Sotelo y el diputado nacional provida Nicolás Mayoraz. Entre ellos se aplauden, se empoderan y se retroalimentan.
La “batalla cultural” se entrena en estas conferencias que cada vez suceden más seguido y se expanden en diversos países. Solo este año se realizaron dos en EEUU -en febrero y noviembre, está última con Donald Trump ya como presidente electo-, una en Hungría, abril; en Brasil en julio, en México en agosto, ahora en Argentina y en diciembre también en Japón. Algunos “escándalos morales” son evidentes frutos de esta coordinación que se cuece entre conferencias, financistas y aplaudidores de turno. Por ejemplo, durante los juegos Olímpicos de París, el 1 de agosto de este año, la boxeadora argelina Imane Khelif fue acusada de ser un hombre que “golpeó con fuerza descomunal” a su contrincante italiana Angela Carini y la sacó del ring en tan solo 46 segundos. Ese mismo día, en una acción coordinada de 10 mil cuentas de X se consiguió que el nombre de la boxeadora fuera mencionado 2.3 millones de veces. Contaba con nombres fuertes para poner el grito en el cielo contra “la ideología de género”, la cual suponía había puesto a pelear a un hombre contra una mujer para verla de rodillas. Líderes políticos como Giorgia Meloni, su ministro de salud y mentor de la presidenta italiana, Matteo Salvini, la escritora J.K. Rowling, influencers en Hungría, Rusia, EE.UU, el mismísimo dueño de X Elon Musk y por supuesto, Javier Milei, Agustín Laje y toda su horda de tuiteros libertarios participaron en el Fake News colectivo. Imane Khelif es una mujer cis que ya había competido en Tokio 2021, pero la transfobia coordinada internacionalmente se la llevó puesta.Otro ejemplo más reciente: Mercedes Schlapp lleva una cruzada contra el derecho a la identidad, se ha subido en la diatriba contra el acceso de las infancias y adolescencias a la autodeterminación de género, pero el 1 de noviembre de este año también escribió una nota denunciando que en las cárceles de EEUU “con nuestros impuestos”, se consiguen privilegios para presos que quieren cambiar de género. En el mismo mes de noviembre, Victoria Villarruel se espantó por un caso de violencia sexual dentro de un penal para decir que un hombre se había hecho pasar por mujer para violar, que quien “defiende la ideología de género es un degenerado” y que los iba a perseguir “mientras me quede sangre en el cuerpo”. Hace una semana Milei y Patricia Bullrich anunciaban con bombos y platillos que las personas detenidas no podrían pedir “cambio de pabellón” ni “ningún privilegio” por la ley de identidad de género. Como si ser trans o travesti dentro de un penal hubiera sido alguna vez una ventaja.
Otra de las expositoras de la CPAC Argentina, Kari Lake, además de ser ex candidata a senadora por la lista de Donald Trump y presentadora de televisión en Arizona, es experta en reunir a madres de las escuelas para alertarlas contra “la sexualización temprana” de las niñeces a través de la versión estadounidense de la Educación Sexual Integral, así como sobre el peligro que significa que “un varón entre al baño de niñas”. La última avanzada contra la ESI en nuestro país también fue a través de un escándalo sobre supuestos libros que “promueven la sexualización temprana de los niños y niñas”, aunque Cometierra, de Dolores Reyes; Las Primas, de Aurora Venturini; o La China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara, entre otros, fueron comprados por la provincia de Buenos Aires para ser usados en bibliotecas escolares de nivel secundario y no forman parte de ninguna currícula. La censura en defensa de la libertad de expresión contra la autonomía de las infancias.
¿Son los valores religiosos los que los movilizan? Invocan a un dios misericordioso pero sus “valores tradicionales” están puestos únicamente al servicio del mercado. Especulan con los pánicos morales y los explotan con el fin de demoler el acceso a mínimos derechos básicos. Hablan en nombre de la libertad de las mujeres, pero las convocan a salir del mercado de trabajo para privatizar el cuidado. Canalizan la frustración, indignación e incertidumbre capitalista con promesas de seguridad ancladas en una moralidad impuesta y la idealización de una supuesta tradición pasada inexistente. Alarman a familias inventando infancias en peligro para justificar sus unilaterales guerras espirituales. Pero las familias e infancias están en peligro sin autonomía de decidir cuidar y ser cuidados en libertad. Al final, lo único que buscan es privatizar el cuidado y disciplinar a las maternidades. Una muy buena receta para desarticular la presencia del Estado.
Detrás de esa idea del “estado mínimo” -también le dicen limitado- está el desamparo de las clases populares y entre ellas los grupos más vulnerables. Si Milei es el “John Lennon de los conservadores”, como lo comparó la CEO de la CPAC Argentina, es porque en su propia batalla cultural el 1% de la población que desde 2020 concentra el 63% de la riqueza del mundo está compuesta por “benefactores sociales”, dispuestos a suplir el rol del Estado con la única condición de controlar la distribución de ese otro 37%. La gran receta mágica del mercado es reemplazar la intervención social por la construcción de un adecuado “Capital Humano” desde el vientre de la familia, con el fin de recuperar el capital “dañado” por las políticas públicas de un Estado demasiado presente. La justicia social es una “aberración” y un invento de los “comunistas” del siglo XXI, quienes sólo actúan como “gerentes de la pobreza”. Javier Milei es una Rockstar que promete un emprendimiento de la gestión de las necesidades y que hasta ahora conserva la adhesión de quienes padecen sus políticas de ajuste en nombre de un sacrificio que no se ve recompensado más que con el ataque a otros grupos a los que se estigmatiza como peligro moral, burócratas o usurpadores de los impuestos ajenos, tal como calificó al feminismo y a la supuesta “agenda woke” en uno de sus primeros discursos en Davos. Fue aquel día en que Elon Musk, una pieza fundamental en el triunfo de Donald Trump, posteó una foto de un hombre con una mujer sentada a la altura de sus genitales y, apoyada sobre la espalda de ella, una computadora reproduciendo el discurso de Milei. “so hot r'n”, era el texto de ese posteo. Al multimillonario dueño de la red X no le importa usar una mina como atril, ni le preocupan las infancias que circulan por su red.
Lo cierto es que el primer año de gobierno de Javier Milei plantea un desafío y es el de seguir sosteniendo el apoyo popular y mostrar su política de saqueo a las mayorías como un cambio civilizatorio que un día dará resultados provechosos. Milei necesita la tan mentada “batalla cultural” para que el “sacrificio” que pide y acepta al menos la mitad de la población tenga un fin último, moralizador y revanchista contra quienes se supone que son la casta y se la llevan toda: científicos, docentes y estudiantes, organizaciones sociales y territoriales, comedores populares, jubilades con moratoria previsional, feministas, personas lgbtiq+ y tantos más que se convirtieron en un gasto para el Estado. Necesita enemigos claros. En palabras del ideólogo de la ultraderecha Agustín Laje: de un lado los argentinos de bien, del otro los “zurdos de mierda”. También necesita intervenir en los organismos multilaterales que observan la degradación de las políticas sociales- tanto económicas, como ambientales y de género- y por eso la renombrada secretaría de Culto y Civilización representada por el soldado de las “Fuerzas del Cielo” Nahuel Sotelo tiene como misión ir en contra de los acuerdos internacionales en materia de ambiente y derechos humanos, estrategia que expuso muy orgullosamente en la “VI Cumbre Transatlántica”, organizada por la Red Política por los Valores de Kast.
A Milei la sintonía con el trumpismo le resulta fundamental y por eso esta CPAC es su cumpleañitos y el festejo de la victoria del empresario como presidente y de Elon Musk como nuevo funcionario estrella.Se trata también de una demostración de fuerza de la reacción conservadora para el resto de latinoamérica que no termina de disciplinarse a los vientos globales de la ultraderecha. La gran mayoría de los oradores locales de la CPAC Argentina participaron de la puesta en escena fascistoide de la presentación del grupo libertario “Las fuerzas del Cielo”, quienes se presentaron como el “brazo armado” de Javier Milei e hicieron un llamado colectivo a no escuchar ninguna otra opinión, ni ninguna disidencia, bajo el riesgo de quedar del lado de los “zurdos de mierda”. Figuritas como Agustín Romo, Santiago Santurio, Nahuel Sotelo y hasta el mismísimo subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, son agitadores decididos a salir de las redes y pasar a la acción, metiéndose en universidades como en La Plata o Quilmes, donde intentan ser una alternativa electoral frente al supuesto “adoctrinamiento” de la universidad pública. El Gordo Dan tendrá a su cargo defender las redes sociales contra los medios de comunicación, emulando a Elon Musk como protector de la libertad, aunque lo que proponen es censura y doxeo para quienes no se alineen. La fundación Faro, dirigida por Laje, quien también estará en la CPAC, se presentó como la que va a “modelar cerebros” para acelerar la batalla. Los efectos de la CPAC en Argentina pueden no ser directos, pero se traman ahí campañas, acuerdos y vínculos que tienen la potencialidad de seguir destruyendo la vida en común, la posibilidad tan mentada por el liberalismo de que cada quien pueda desarrollar su proyecto de vida.
* La Red Antifa Transfeminista (RAT) solicita su publicación en diversos medios alternativos y comunitarios
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Un primero de diciembre sin respuesta al VIH
1ro de diciembre de 2024, por Tribuna abierta — Géneros y Sexualidades, VIH, Salud pública, Medicamentos, Ley Nacional de Respuesta Integral al VIH, Las Hepatitis Virales, La Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) , Géneros y Sexualidades, VIH, Salud pública, Medicamentos, Ley Nacional de Respuesta Integral al VIH, Las Hepatitis Virales, La Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)Este domingo, 1 de diciembre, se conmemora el Día Internacional en Respuesta al VIH desde el año 1988. Hoy, con la motosierra, desfinanciamiento y ajuste, el gobierno nacional de Javier Milei no da respuesta al VIH ni a la salud sexual de la población.
Hasta hace no mucho tiempo, nuestros primero de diciembre solían ser un día donde las personas que vivimos con VIH estamos, como nunca en todo año, en el espacio público. La mayoría de las veces con un médico o funcionario hablando por nosotres o sobre nosotres. Un número en un boletín epidemiológico que invisibiliza la subjetividad para decirnos que somos más de 140 mil. En los aún pocos espacios que nos permiten hablar, podíamos contar de nuestros diagnósticos, visibilizar cómo es la vivencia con el virus que está en nuestro cuerpo. Hablamos sobre el estigma y la discriminación que sigue existiendo, sobre los tabúes, desinformación y prejuicios que están presentes en los imaginarios sociales.
Un primero de diciembre era el día perfecto para que hablemos del derecho a vivir una sexualidad plena contra el miedo y rechazo a un vínculo sexual o sexo-afectivo por nuestros diagnósticos, visibilizar el vínculo entre el cis-hetero-patriarcado con el binario salud-enfermedad que nos deja en ese histórico rol asignado por el paradigma biomédico-hegemónico del “paciente” receptor. Nos formamos, empoderamos y, así como desde los orígenes de la resistencia y respuesta al sida, los activismos y organizaciones fuimos y somos actores claves para cualquier avance científico y transformación social en VIH, sida e infecciones de transmisión sexual. Les usuaries del sistema de salud estamos ahí, junto a les trabajadores, apostando a la construcción de una salud pública integral.
Empoderades, hablamos también de la falta de políticas integrales que aborden este tema con educación sexual integral en toda la población, con la crítica a las empresas que siguen realizando test de VIH en los exámenes preocupacionales. Hablamos mucho sobre la ley nacional 27.675 de respuesta integral al VIH, las Hepatitis Virales, otras ITS y la Tuberculosis. Ley que tanto nos costó construir y por la que luchamos hasta conquistarla. Ley que hoy no solo no se implementa sino que es desfinanciada, ajustada y vulnerada.
Este primero de diciembre de 2024 es distinto. Nos gobierna La Libertad Avanza y Javier Milei. Su supuesta libertad es sólo para los empresarios que deciden no contratar a una persona por su diagnóstico positivo en VIH y ni siquiera hay un organismo como el Inadi donde realizar la denuncia por discriminación. Es la libertad de los grandes laboratorios farmacológicos de no dar medicación ni menos liberar las patentes que ostentan en función de su sed de ganancias. Es la libertad de las obras sociales y empresas de medicina prepaga de no cumplir con la ley y negar acceso a tratamientos antirretrovirales, estudios de control y hasta herramientas de prevención combinada. Es, sobre todo, una libertad que se da este gobierno de no comprar alguna medicación imponiéndonos el cambio de esquema o llegando a sugerir utilizar medicación vencida de AZT como tratamiento pediátrico para evitar la transmisión de personas gestantes a hijes.
Este gobierno nos obliga a que hoy hablemos de los faltantes de tratamientos que hubo todo el año. Repetimos los nombres: Lamivudina para biterapia, Virontar, AZT. ¿Qué respuesta al VIH puede haber si cuando vas a buscar tu medicación te dan algunas pocas con suerte y tenes que volver a la semana? ¿Es una respuesta cuando te obligan a cambiar de medicación sin saber cómo va a reaccionar tu cuerpo y, sobre todo, sin tu consentimiento? Ni hablar de cuando se tiran la pelota entre el gobierno, la obra social y los laboratorios: siempre quien sale perdiendo es una persona con VIH. Dicen y repiten el “no hay plata”. Si no hay plata, ¿por qué no se liberan las patentes y se desarrolla la producción pública de tratamientos antirretrovirales y preservativos?
Este 1 de diciembre, hablamos de los faltantes de preservativos y métodos anticonceptivos: solo un 14% de los 26 millones de preservativos fueron entregados según la plataforma chequeado.com. No dan información, están fervientemente contra la ESI, los precios de preservativos nunca fueron regulados y la provisión gratuita es poca y nula desde nación. Pero, para ellos, el problema es “la juventud que no se cuida” mientras aumentan las infecciones de transmisión sexual y la única respuesta que tienen es individualismo puro y que cada une se salve como pueda.
A futuro, el panorama parece aún peor. Venimos denunciando, desde el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH y Hepatitis, cómo el proyecto de presupuesto 2025 ajusta en un 76% totales en términos de dólares el programa 22 destinado a VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis. Un panorama que, con algunos cálculos estimativos, podemos afirmar que dejaría a cerca de 50 mil personas sin acceso siquiera a la medicación antirretroviral que necesitamos para vivir. ¿Y si yo soy el siguiente? ¿Y si el año que viene no me dan la medicación? Las dudas y miedos recorren a activistas, redes y organizaciones de VIH. Recordamos fuertemente cuando salimos a las calles en el 2019 contra Macri y vamos recopilando datos y experiencias entre distintas ciudades y provincias pero nos seguimos preguntando: ¿Cómo enfrentamos a este gobierno? ¿Qué estrategia nos damos? Sobre todo, ¿cómo hacer para que el miedo de lugar a la confianza en nuestras fuerzas, alianzas y luchas?
La motosierra fue y sigue yendo contra muchos derechos y conquistas. La derecha avanza con un ajuste que, si bien podemos partir de pensar en VIH, afecta al conjunto de la salud, de la educación, las jubilaciones y pensiones.Así como hablamos y militamos en el VIH desde su integralidad, pensando en que no se puede adherir a un tratamiento sin un trabajo, alimentación, salud mental e integral, sin vivienda y con estigma y discriminación; el gobierno nos lleva a pensar que con un ajuste integral, nuestras luchas deben contemplar la unidad con otros sectores, levantar juntes distintas banderas con la integralidad e interseccionalidad que la respuesta amerita. Ellos van por todo.
Este ajuste y desfinanciamiento actual, así como lo proyectado para el próximo año no puede pasar sin la complicidad de quienes dicen ser oposición pero terminan acordando y pactando con el gobierno. Radicales, peronistas y también los gobernadores de las provincias como Llaryora de Córdoba terminan siendo igualmente responsables. En las provincias realizan compras de preservativos o algunos tratamientos manteniendo no solo el silencio ante el ajuste sino avalando el mismo. En el congreso, ya vimos cómo actuaron: votaron la ley bases, avalaron los DNUs y los vetos. La burocracia sindical ya sabemos qué rol cumple: cómplices del ajuste, la represión y los ataques sin convocar a un paro ni plan de lucha hasta derrotar a este gobierno. A la burocracia universitaria también la vimos intentando frenar el proceso, que no se le vaya de las manos y se amplíen las asambleas y tomas.
En este sentido, distintas iniciativas se vienen haciendo porque “resultan necesarias” pero ¿alcanzan para enfrentar a este gobierno? Una vía es el lobby parlamentario, otra son recursos de amparo y medidas legales en una justicia que viene criminalizando a personas con VIH por supuestamente transmitir el virus desconociendo completamente sobre la temática. ¿Con eso alcanzará para derrotar el plan de ajuste y ataques integrales de este gobierno? Si vemos el rol que tuvo el congreso y la justicia en el último tiempo, ¿por qué se sigue confiando que es en esas instituciones donde podemos conseguir algo para mantener los derechos conquistados o mejorar nuestra situación? Incluso, pensando en la situación económica nacional, ¿cómo podemos mantener nuestros tratamientos si cada vez nos alcanza menos para comer o vivir?
El enemigo nos une pero parece que algunos sectores proponen que nos limitemos a pelear por las demandas propias del VIH e inmediatas y ni pensar en otras luchas que nos atraviesan en la interseccionalidad de nuestro movimiento. Para quienes luchamos contra las injusticias y nos movilizan las causas sociales, este fue un año extremadamente intenso. Aguantar cada ataque, resistir cada ajuste y represión, ver casi a diario con cuál nuevo discurso de odio salen. Agarrar una bandera, una pancarta y salir a la calle. Cacerolazos, algunos pocos paros nacionales de una CGT que siempre duerme la siesta, marchas federales educativas, ronda de jubilades, tomar la facultad y más asambleas que citas.
El próximo año puede ser igual o incluso peor en ataques y con más luchas. Con este preocupante panorama, tenemos un gran desafío: construir un plan de lucha para enfrentar todas las políticas de Milei actuando y visibilizando el ajuste en VIH en espacios en los que no se suele hablar de estos temas. Unirnos y llevar nuestras demandas a esos colectivos, organizaciones y movimientos que, desde abajo y democráticamente, discuten, se movilizan y enfrentan al gobierno nacional. Llámese movimiento estudiantil o universitario, sectores de trabajadores antiburocráticos, los transfeminismos y movimiento de disidencias sexuales, los movimientos de derechos humanos entre muchos otros.
Un gran desafío tenemos por delante: construir espacios colectivos de articulación donde el VIH esté presente pero también el saber que la única cura al virus que reside en nuestro cuerpo, la conquistaremos en las calles. Una cura biomédica para no depender de medicamentos aunque a la industria farmacéutica no le guste y una cura social que termine con las divisiones que nos imponen según un diagnóstico o patología. Este primero de diciembre insistimos: queremos la cura y la queremos ya.
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Bahía Blanca: jornada en el día por la eliminación de la violencia contra las mujeres
29 de noviembre de 2024, por 25N — Géneros y Sexualidades, Violencia de género, LGTBIQ+, Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Travesticidio, Géneros y Sexualidades, Violencia de género, LGTBIQ+, Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, TravesticidioEn el Día internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres, como en distintas ciudades del país y el mundo, en Bahía Blanca nos encontramos en la Plaza Rivadavia con talleres de debates y una jornada cultural. Fueron centrales el reclamo de justicia por el travesticidio de Rosario Sansone, cómo enfrentar los ataques del Gobierno de Milei, la falta de presupuesto y el doble discurso del gobierno peronista local.
En Bahía Blanca, la jornada político cultural contra la violencia hacia las mujeres organizada desde la Asamblea feminista y transfeminista, comenzó con un taller de cerámica y talleres de debate transcurridos en simultáneo.
En el taller “La educación es un derecho, la ESI es esencial” se planteó pensar la ESI como una herramienta que cuestiona las opresiones del sistema. El mismo Milei y su comitiva atacan la ESI porque quieren naturalizar la desigualdad de género que se sigue viviendo luego de 18 años de conquistar la ley, la persistencia de la violencia, el crecimiento de la pobreza, la profundización de la sobrecarga y la precarización laboral femenina son ejemplos de eso.
Se recordó que el último 20 de noviembre se exigió justicia en esta misma plaza por Rosario Sansone, activista travesti que fue asesinada en esta ciudad, y fue una luchadora que se puso al frente de la pelea por el cupo laboral trans y los derechos de las personas lgtbiq+ en Salta y Bahía Blanca.
Algunas compañeras comentaron cómo cuesta aplicar la ESI en escuelas por la influencia de las iglesias. La implementación de la ley recae sobre las espaldas de las docentes que son acusadas de “adoctrinamiento” por las bancadas liberales de la ciudad y que están enfrentando el intento del gobierno de declarar a la educación como servicio esencial, hecho que ataca directamente el derecho a huelga de las trabajadoras de la educación.
Se reivindicó la lucha educativa resaltando el rol de la juventud, estudiantes universitarios y terciarios y la importancia de contar con sindicatos recuperados como SUTEBA y ADUNS con la perspectiva de unificar a los sectores en lucha que las burocracias sindicales y estudiantiles intentan desunir. Algunas conclusiones quedaron plasmadas en un largo afiche: retomar la campaña de la separación de la Iglesia del Estado, construir la unidad de toda la comunidad educativa junto a las familias y apostar a unir las luchas contra el plan de ajuste de este gobierno.
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En el taller “Ante la violencia en el trabajo: ¿Cómo nos organizamos?” se retomó la experiencia del Colectivo de mujeres pertenecientes a la Universidad Nacional del Sur que intervino en casos de violencia en el ámbito de la UNS, recordando la connivencia del régimen universitario con el ex juez Néstor Luis Montezanti, parte de la Triple A, que se retiró de la UNS cuando se jubiló.
Por su parte, las compañeras del sindicato de músicos, músicas y músiques del sur (UMSUR) comentaron que estaban armando un protocolo de género, buscando evitar las formulaciones del protocolo de la UNS que revictimiza a quien sufrió violencia y no se hace responsable si la situación acontece fuera de las instalaciones de la universidad aunque las personas estén relacionadas mediante la institución educativa. Se planteó la necesidad de tomar la exigencia de licencia por violencia de género y embarazo para las estudiantes que así lo necesiten para no perder sus estudios.
En el taller "¿Cómo nos organizamos para combatir el hambre en los barrios?" compañeras de organizaciones sociales plantearon cómo se organizan en los barrios, denunciando que no reciben ayuda del Estado y entre comedores y merenderos se ayudan mutuamente para suplir lo que hace falta. Sostienen que aumentó la cantidad de gente que va a buscar comida y que, incluso la gente que tiene trabajo también tiene que mandar a sus hijxs porque no se llega a fin de mes. También asisten a jubiladxs.
Denunciaron que los bolsones que se dan en las escuelas son cada vez más insuficientes, y los comedores escolares ayudan mucho a las familias. Desde Pan y Rosas denunciamos a Petovello, la Ministra que saltó a la fama por acopiar toneladas de alimentos que era para los comedores mientras aumentaba el hambre en los barrios. Con esta medida y la eliminación del FONID que aportaba a los comedores escolares el gobierno dejó en claro que quiere seguir descargando el problema del hambre cada vez más sobre las familias más afectadas por la crisis. En esta misma sintonía se denunció el rol del Municipio de Bahía Blanca y del gobierno peronista local de Federico Susbielles que dejó correr el desalojo de la toma de "Sembrando sueños", pasando topadoras por encima de un comedorque venía de organizar el día de las niñeces en el barrio. Como conclusión principal surgió la exigencia de trabajo genuino y la importancia y necesidad de unir las luchas.
En forma paralela y desconociendo la auto organización de las organizaciones de mujeres y feministas organizadas en la Asamblea feminista y transfeminista desde hace años, el Municipio convocó a una actividad en la misma Plaza de la que participaron funcionarias y funcionarios, incluído el intendente Susbielles.
Está situación dificultó el comienzo de la jornada político cultural pero además puso en evidencia el doble discurso de un intendente que prioriza los intereses de empresas privadas desalojando familias con infancias de un barrio, no destina presupuesto para prevención de violencia de género en la ciudad y no implementa el cupo laboral trans.
Con las intervenciones artísticas de las Calacachik, Castradas y DJ Gatita finalizó la jornada de lucha reafirmando que las mujeres no vamos a cargar sobre nuestras espaldas ni un ajuste más ni resignar un derecho menos de los que ya conquistamos.
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