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Con canticos alusivos a la responsabilidad de Alperovich, más de 200 personas marchamos el martes pasado en Tucumán por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

La agrupación de mujeres Pan y Rosas y la Juventud del PTS marcharon en Neuquén, Córdoba y en la Ciudad de Buenos Aires se movilizaron al Congreso de la Nación, por el reclamo del derecho al aborto.

Aunque la Comisión Organizadora insista, cada año, en falsas cifras exorbitantes, los Encuentros Nacionales de Mujeres vienen perdiendo participación y masividad. En Bariloche, la distancia y los costos ayudaron para que fuera uno de los menos concurridos de los últimos años

La Comisión Organizadora, como sucede cada año, informó a los medios que en el Encuentro Nacional de Mujeres de Bariloche participaron “más de 15 mil mujeres”. El número mágico, que se repite como mantra, es el mismo en los últimos años, a pesar de que es evidente –para quien quiera contarlas- que son muchas menos las mujeres que participan.

Así podría llamarse una posible agencia de turismo del PCR. Lejos de interesarse porque cada vez más mujeres de todo el país podamos participar de los Encuentros Nacionales, que podamos debatir y votar nuestras propias formas de organizarnos para luchar por nuestros derechos, las maoístas del PCR comandan las Comisiones Organizadoras con el propósito de hacer todos los arreglos políticos y económicos con gobiernos y funcionarios locales, a espaldas de las mujeres.

Las obreras de Zanon, que participaron una vez más del Encuentro Nacional de Mujeres, realizaron una Jornada por los 10 años de gestión obrera, en una escuela del centro de Bariloche.

Este año, por fin, pude participar de mi primer Encuentro. El año pasado también quería ir al de Paraná, pero al final no pude. Para ir a Bariloche, hace meses que veníamos charlando y organizándonos para viajar con otras estudiantes y trabajadoras.

(*) Carta “Dignidad para recibir la Sagrada Comunión: Principios Generales” a la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, 2004.

El 28 de setiembre de 1888 se decretó en Brasil la libertad de vientres. Esto significaba la abolición de la esclavitud para todos los descendientes de las mujeres esclavas hasta ese momento.

Finalmente, el debate sobre el derecho al aborto que iba a darse en la Comisión de Legislación Penal de diputados, se suspendió hasta el 1º de noviembre.