"La cuestión que hoy tratamos no es cualquier cuestión, en un país, donde el Estado, su gobierno y sus fuerzas armadas mantienen oculta aún hoy, en archivos siniestros de la dictadura, la identidad de centenares de jóvenes víctimas del terrorismo de Estado, que desconocen y siguen buscando su verdadera identidad. Al tiempo que ese mismo Estado desconoce la identidad de las personas trans, condenadas hasta hoy a ver vulnerados sus derechos sociales, económicos, laborales, a la salud, la educación, etc., por carecer de este derecho democrático elemental a LA IDENTIDAD.

Hoy las personas trans se ven obligadas a recurrir a tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas, en condiciones abusivas, clandestinas, de riesgo, peligrosas para su salud y su vida. Sabemos muy bien las mujeres de qué se trata esta clandestinidad, porque aún hoy estamos luchando por el derecho al aborto, mientras más de 300 mujeres mueren cada año por las consecuencias del aborto clandestino.

Por eso, el proyecto de ley que presentan colectivamente las compañeras y compañeros del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género es, en parte, como dicen en su presentación, una batalla cultural contra la discriminación, pero una batalla indisolublemente ligada a la lucha social y política por todas las libertades democráticas y los derechos sociales de todas y todos, porque la identidad abre la puerta a la atención integral en salud, a ser incluidas e incluidos en el sistema educativo, el trabajo, el derecho a la vivienda, etc.

Quienes integramos el Partido de los Trabajadores Socialistas, y hoy estamos aquí presentes con mi compañero Julio Rovelli, candidato a legislador en la Ciudad de Buenos Aires, y yo que soy candidata a Diputada Nacional por el Frente de Izquierda, apoyamos esta iniciativa del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género que enfrenta la patologización, la criminalización, la judicialización y la estigmatización de las identidades trans.

Desde siempre, hemos compartido con el movimiento LGTB, en las calles, la lucha contra los viejos edictos policiales, contra los más recientes códigos contravencionales, por el cese de la persecución policial y judicial, por la libertad de las compañeras travestis detenidas y porque no queden impunes los crímenes cometidos por las fuerzas represivas del Estado contra las personas trans. Pero para sus vidas plagadas de injurias, no aceptamos la tolerancia, que injuriosamente creen conceder la legalidad, la justicia y la política de los capitalistas. Ahora que está de moda ese término liberal de la “tolerancia”, queremos dejar bien claro que no queremos la tolerancia injuriante de la normatividad heterosexual. Queremos lo que corresponde: igualdad de derechos con respeto a la diversidad de nuestras identidades.

Para quienes integramos el Partido de los Trabajadores Socialistas, la lucha por la igualdad de derechos para todas las personas y la más plena libertad sexual se inscriben en nuestra perspectiva de lucha por una sociedad totalmente liberada de las cadenas de la explotación y de la opresión. Desde esta perspectiva, hacemos nuestras las palabras de la feminista Julieta Lanteri, de principios del siglo XX, cuando dijo que los derechos no se mendigan, se conquistan.

Y nos comprometemos una vez más con el movimiento LGTB –que tendrá que estar a la cabeza- de las organizaciones sociales, sindicales, feministas, de derechos humanos y políticas en la movilización y la lucha por este y otros derechos que aún hace falta conquistar. Como decimos siempre: no pedimos, exigimos, nuestro derecho al pan pero también a las rosas."