El caso Nisman, sacó a la luz el rol que juegan los servicios de inteligencia, serviles del poder político de turno y la relación que tienen con el Poder Ejecutivo, los jueces, fiscales y las fuerzas de seguridad (pilares del Estado capitalista). Por eso, miles empezaron a cuestionar tanto al gobierno como a la oposición patronal que marchó el 18F de la mano del Partido Judicial ya que ambos sectores mantienen y son cómplices de ese aparato putrefacto, ya que echan mano cada vez que lo necesitan para mantener la impunidad y proteger sus intereses, recurriendo al mismo para investigar y perseguir a las organizaciones de la clase trabajadora, a los luchadores sociales y la izquierda. Es este aparato y sus vínculos estrechos con las demás instituciones del estado, las que avalan y realizan negocios con el narcotráfico, las redes de trata y prostitución. Por eso las mujeres no podemos quedar fuera de este debate y frente a la falsa “polarización” que buscan impulsar el gobierno y las “corpos mediáticas”, debemos organizarnos de manera independiente contra la impunidad, el espionaje y la violencia que todos ellos generan.

CUANDO EL PRINCIPAL FEMICIDA ES EL ESTADO

La violencia contras las mujeres no cesa; más bien escala a un nivel insoportable, cobrándose la vida de una mujer cada 30 horas en Argentina. Mientras algunas encuentran la muerte en manos de desconocidos, amigos, novios o ex parejas, otras mueren porque el Estado impide que la interrupción voluntaria de los embarazos se practique en los hospitales públicos.

La prohibición no impide que se practiquen medio millón de abortos en el país, más bien sienta las bases para que aquellas que lleven adelante un aborto además de sufrir las secuelas del mismo pierdan también su libertad, como pasó el año pasado en Calilegua. Después de 12 años de un gobierno que dijo llevar adelante una “batalla cultural”, lo que nos queda es un nuevo Código Civil redactado en el Vaticano, donde se establece el estatus de persona desde el momento de la concepción, como si estuviéramos en el siglo XIX. Un legado derechista para los próximos candidatos presidenciables (oficialistas y opositores), todos “amigos” de Bergoglio.

Ni el oficialismo ni la oposición tienen en sus agendas los derechos de las mujeres, y a la hora de votar leyes reaccionarias como fue el decreto que declaraba a la ciudad capital como “pro-vida” (derogada por la presión de las agrupaciones de mujeres), o el Código Contravencional, ambos bandos acuerdan a nuestras espaldas.

LEY DE PARITARIAS: UN ATAQUE A NUESTROS DERECHOS

La inmensa mayoría de las mujeres tiene su vida precarizada. Porque son las mujeres las que mayoritariamente son superexplotadas en el trabajo doméstico, en el trabajo rural, o bajo alguna de las 17 formas de precarización que tiene el estado provincial, al tiempo que –durante la década kirchnerista- se duplicó el número de hogares sostenidos por una mujer. Además, el gobierno K de Fellner, con el silencioso aval de la UCR, ha promulgado una ley de paritarias completamente antiobrera (e inconstitucional) que avanza sobre el derecho a huelga al impedir que se paguen los días de paro y en regimentar la organización independiente de los trabajadores, entrometiéndose en los sindicatos y convirtiéndose en juez y parte para definir qué gremios son legítimos en las negociaciones. Tenemos que seguir el ejemplo de las obreras y obreros de Lear que mantienen una heroica lucha para que no haya familias en la calle nunca más, triunfando contra la Gendarmería de Berni, la patota del SMATA y la el Ministerio de Trabajo y la justicia cómplice de los empresarios; o como las mujeres de Madygraf que han jugado un rol central en la lucha que llevaron adelante junto a los obreros frente a la fuga del patrón, apoyando la gestión obrera que levantaron en la fábrica y ahora luchando para que el Estado apruebe el proyecto de expropiación que presentaron ante la Cámara de Diputados.

Las mujeres trabajadoras y las jóvenes estudiantes tenemos que organizarnos contra tanta violencia del Estado. Por eso si tocan a una de nosotras, nos organizaremos miles, porque es necesaria nuestra fuerza de lucha junto a la de nuestros compañeros trabajadores y el pueblo pobre para terminar con la violencia de los capitalistas, sus gobiernos y sus partidos, contra este Estado de los explotadores y por un gobierno de la clase trabajadora, para iniciar el camino de nuestra emancipación definitiva.

Aprobación inmediata del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir.

Basta de Femicidios y de impunidad. Desmantelamiento de las redes de trata

Separación de la Iglesia del Estado

Anulación inmediata del reaccionario Código Contravencional de Jujuy

Qué los políticos al servicio de los empresarios cobren lo mismo que una maestra. Salario mínimo no inferior al costo de la canasta familiar –que ya ronda los 10 mil pesos-, con indexación automática según el índice real de inflación. Restablecimiento del 82% móvil del último salario para todos los jubilados y jubiladas.

Prohibición de los despidos y suspensiones por 24 meses, trabajo en blanco y pase a planta permanente de todos los trabajadores y trabajadoras que hoy están bajo distintas modalidades de contrataciones precarias o directamente “en negro”.

Anulación inmediata de la antiobrera ley de paritarias del PJ Fellnerista.

A diez meses de lucha exigimos la reincorporación inmediata de los indomables obreros de Lear, que han llevado adelante una heroica lucha contra el SMATA, la Gendarmería y la Justicia K.

Aprobación ya del proyecto de expropiación que presentaron los obreros de Madygraf (ex Donnelley) bajo Gestión Obrera junto a la Comisión de Mujeres de Madygraf

Basta de impunidad; apertura inmediata de todos los archivos de la ex SIDE, por la conformación de una comisión investigadora independiente con plenos poderes para encontrar la verdad del brutal atentado de la AMIA. Derogación de la nefasta “ley antiterrorista” y desmantelamiento total del “Proyecto X”.