PAN Y ROSAS EN POSADAS
Voces
Las voces de algunas mujeres que integraron la delegación de Pan y Rosas.
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“Encontré un apoyo de mujer a mujer”
Con Pan y Rosas de Jujuy viajó Ester, del Sindicato de Obreros de Maestranza, que decía: “Vine con las compañeras de Pan y Rosas porque estoy de acuerdo con las reivindicaciones que tenemos en común. No sólo tenemos que trabajar limpiando nuestras casas, criar hijos; además, tenemos que salir a trabajar en condiciones muy precarias. Jujuy es una provincia conservadora, con diferencias económicas muy marcadas, machista, ¡es muy difícil el camino que tenemos que hacer las mujeres militantes!”.
Melisa, trabajadora doméstica, se organizó en la Comisión de Mujeres de Donnelley: “¿Qué me motivó a venir? La situación de las mujeres, el machismo, la precarización, la pelea que hay que dar contra los patrones, la necesidad de cambiar este sistema. Mis compañeras me ayudaron más que mi familia, que es religiosa. Acá, sin embargo, encontré un apoyo de mujer a mujer. Mi marido es delegado en Donnelley y muchas cosas me l as fue planteando él. Ahora yo también lo puedo cuestionar”.
“Pelear juntas por nuestros derechos”
Constanza, estudiante secundaria del Mariano Acosta, de la Juventud del PTS, nos contaba: “Venimos interviniendo en las tomas de colegio. También estamos peleando para que se forme una Secretaria de Género, pero la agrupación K El Acostazo, no nos permite organizarla. Viajamos al Encuentro para que se vote un plan de lucha para que las mujeres podamos salir unidas y no seguir dividas, sin poder pelear juntas por nuestros derechos.”
Selma, del Normal 10 agregaba: “Vinimos al Encuentro para pelear no sólo por los derechos de las mujeres, sino también de la juventud, que tenemos tantos derechos denegados. El aborto es uno de ellos”.
“El viaje sacó lo mejor de cada una”
Nancy, trabajadora de la textil Luján, expresaba: “Nos interesó venir porque la situación de la mujer merece tener un movimiento de lucha. Las mujeres de otras organizaciones no querían discutir de política. ¿Cómo nos vamos a organizar si no discutimos de política?”
Verónica, de WorldColor, contaba: “Me gustó ver a las compañeras de Pan y Rosas actuar. Yo no conocía esta organización. Me gustó mucho verlas pelear por nuestros derechos.”
Y Alejandra, del Hospital Posadas, manifestaba su alegría por el plenario que hicimos al final del Encuentro: “Lo que más destaco es la reunión que tuvimos todas juntas en la escuela antes de venirnos. Fue muy emocionante. Me quedo con el compañerismo. Creo que el viaje sacó lo mejor de cada una. Estoy orgullosa de haber sido parte de este Encuentro junto a Pan y Rosas.”
“Nosotras conquistaremos las rosas”
“Las compañeras de la agrupación Violeta de telefónicos me invitaron. Vinimos a pelear contra la violencia, la trata y por los derechos de la mujer trabajadora”, decía una trabajadora tercerizada de maestranza de los edificios de Telefónica.
Marta, trabajadora inmigrante de un taller textil de Buenos Aires, compartía su experiencia: “Vinimos con una delegación de compañeras inmigrantes que nos estamos organizando para pelear contra el trabajo en negro, contra la precarización y por el derecho a documentos de identidad. Muchos de los talleres clandestinos pertenecen a marcas importantes, como la de la esposa de Macri, que contrata trabajo esclavo. Por eso nuestra pelea es por acabar con la ilegalidad de los inmigrantes”.
María Ester, de Jujuy, agregaba: “El Encuentro me deja satisfecha, completa y muy contenta. En el taller aunque faltó un poco al no poder votar ni ir más allá, fue positivo haber visto tantas compañeras luchadoras, un honor haber conocido a compañeras como Katy Balaguer, trabajadora de Pepsico, compartir con compañeras del Garrahan y de los asentamientos de Tucumán. Reafirma mi convicción y mi clase. Me da pauta para seguir este camino que creo es el correcto, es un duro camino, largo, lleno de espinas pero al final nosotras conquistaremos las rosas”.
“Yo volvería junto a Pan y Rosas”
Natalia, estudiante de Filosofía de Jujuy nos decía: “En primer lugar destaco lo fortalecida para la lucha que vengo del Encuentro, para mí fue bastante impactante ver a miles de luchadoras de todos lados, con ganas no sólo de discutir las problemáticas que tenemos como mujeres sino las ganas de continuar a través de la lucha. Es la primera vez que viajo a un Encuentro de Mujeres y decidí viajar con Pan y Rosas. La verdad, no me equivoque en la decisión ya que pude ver que realmente son mujeres trabajadoras y estudiantes, que me transmitieron orgullo y seguridad. En esta oportunidad participe del taller de Organizaciones Sindicales, lo positivo fue que aprendí mucho, ya que pude diferenciar las posturas de los diferentes sectores que estaban en el taller, como las kirchneristas y la postura de las compañeras de Pepsico, Kraft que discutían desde el sindicalismo de base. En este taller también me emocioné y sentí mucho orgullo cuando nuestra compañera Segundina hablaba e increpaba a las kirchneristas. Me hubiese gustado ver a las compañeras de Zanon, pero estuvieron en otro taller. Lo negativo del Encuentro fue no poder votar todas un plan de lucha y así volver más fortalecidas a nuestros lugares y para ser más las que luchemos en contra de la opresión y explotación que vivimos las mujeres trabajadoras y pobres a diario. En general, la experiencia me sirvió mucho, pero falta transformar el Encuentro en una herramienta de lucha. Yo volvería junto a Pan y Rosas y estoy segura de que lo vamos a lograr”.
“Me echaron por tratar de organizar Pan y Rosas”
Las estudiantes contaban: “Yo vine porque me invitaron las compañeras de Pan y Rosas. La diferencia que hay entre nuestros planteos y las de las otras agrupaciones es que nosotras queremos organizarnos para pelear y las otras no”, comentaba Natalia de la Escuela de Música Popular de Avellaneda.
Caro, del Instituto Jerónimo Luis de Cabrera, de Córdoba, agregaba: “A mí me echaron el jueves, por tratar de organizar la agrupación Pan y Rosas. Sacamos un volante denunciando que a muchas compañeras les decían que tenían que ir al psicólogo porque eran bisexuales. En otro colegio, a una compañera transexual que repartió el volante, la echaron diciendo que tenía problemas mentales. A mí me tuvieron que reincorporar porque lo que hicieron es ilegal. Estamos denunciando que en Córdoba hay una dictadura dentro de las escuelas”.
“Mujer trans y travesti, sumémonos, organicémonos”
Mar se expresaba abiertamente: “Fui con muchas ansias, deseos y ganas de participar y así lo hice. Fue mi primera vez y la verdad que lo disfruté, desde el momento en que confirmé que iba hasta el momento que volví a casa, dispuesta a encontrarme y conocer otras mujeres, otras realidades y vivencias, me hizo replantearme muchas cosas. Al término del Encuentro me di cuenta de que fue casi nula la participación de mujeres trans. Me extrañó, ya que somos una gran población dentro de la sociedad y me pregunto por qué será. ¿Será porque nos sentimos excluidas y/o autoexcluidas al pensar que el único camino es la prostitución? ¿o que por cansancio, descarte, desesperación o hecho fortuito conseguimos algún trabajo debemos resignarnos a que sea uno en el cual seamos humilladas, explotadas, precarizadas y estar en negro? ¿Será porque creemos que nos debemos conformar con la ley de identidad de género, finalizar nuestra lucha y seguir siendo ciudadanas de cuarta, y pensar que nunca podremos ser una persona con los mismos derechos que las demás y no tener un trabajo que nos haga sentir dignas? Reflexionemos. ¿Es posible un cambio? Yo estoy segura de que sí. Soy estudiante para tener un título y trabajar de mi profesión; pero no puedo esperar más y quiero un trabajo ya. Por eso te digo, mujer trans y travesti, sumémonos, organicémonos. Accionemos. El cambio esta en vos, en nosotras. ¿Me acompañas?”
Telefónicas por los derechos de las mujeres
Una trabajadora de maestranza, tercerizada en los edificios de Telefónica decía: "Las compañeras de la agrupación Violeta de telefónicos me invitaron. Vinimos a pelear contra la violencia, la trata y por los derechos de la mujer trabajadora. " Silvia, delegada de FOETRA, de la Agrupación Violeta, agregaba: "Vinimos una delegación organizada, donde no solamente somos trabajadoras telefónicas sino muchas compañeras tercerizadas que trabajan con nosotras. Estamos peleando en el gremio por tener una Secretaría de la Mujer, porque FOETRA no sólo no lucha contra el trabajo tercerizado que hay en nuestro gremio, sino que tampoco quiere luchar por los derechos de la mujer."
Unirse a las trabajadoras y ganar peso social
Lorena de Kraft nos comentaba: “Vinimos con una delegación de compañeras de la alimentación. Nuestra participación tiene la importancia de la pelea por la recategorización de las mujeres que damos dentro de nuestro gremio y por la lucha contra el trabajo precarizado. Planteamos la necesidad de construir un movimiento de mujeres, para poner en las calles estos reclamos, que pelee por todos estos derechos, por las mujeres desocupadas y amas de casa que no tienen los mismos ámbitos de organización que nosotras. Pan y Rosa organiza a todos estos sectores de mujeres que si no se unen a las trabajadoras no tendrán peso social. En esta oportunidad, dentro de nuestra delegación de la alimentación, se hizo presente Carina, una compañera de Kraft que no se calló frente al acoso de un líder, sabía que si lo hacía muchas otras compañeras sufrirían lo mismo.”
Una experiencia muy enriquecedora
Una compañera docente de la zona sur del GBA nos contaba: "Milité diez años en el Partido Obrero. Nunca le di importancia a la política de género. Es la primera vez que vengo a un Encuentro Nacional de Mujeres. Dentro del PO me decían que no había nada que discutir acá. Yo empecé a discutir con las compañeras la política de Pan y Rosas, después entré al PTS. En esto se nota la diferencia de la política del PTS y el PO. El PTS da una pelea real por los derechos de la mujer, y lo incluyen dentro de la estrategia del partido. Por eso hay política para pelear por los derechos de las trabajadoras. Además hay un enfrentamiento permanente contra las políticas de la Iglesia, mientras que en el PO eso era más laxo. Siempre dudé en intervenir en el Plenario de Trabajadoras aún siendo una militante orgánica del PO. Para mí venir a este Encuentro es una experiencia muy enriquecedora, ver cómo debaten nuestras compañeras para defender los derechos de las mujeres."
"Estamos en un gremio en que somos mayoría mujeres, y los altos cargos son ocupados por hombres"
Alicia, docente, integra la comisión directiva de Ademys, y milita en la Corriente Nacional Docente 9 de abril: "Estamos dando una importante lucha dentro del sindicato, que no tiene una Secretaría de la Mujer. Peleamos por cambiar los estatutos. Estamos en un gremio en que somos mayoría mujeres, y los altos cargos son ocupados por hombres. No estamos representadas en absoluto Creemos que siendo una mayoría de mujeres en el gremio es importante levantar nuestros derechos, por eso formamos una comisión con compañeras independientes y de otras organizaciones. Por ahora nos organizamos por fuera del sindicato. Elaboramos un documento conjunto, discutimos mucho de política y decidimos participar en el Encuentro para contar esta experiencia. Además, es un espacio para discutir cómo nos organizamos por nuestros derechos como por ejemplo el derecho al aborto, la educación sexual dentro de las escuelas, que la mayoría de las provincias no cumple”.
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