A tres días del juicio a los represores que actuaron en Neuquén durante la dictadura, mientras almorzábamos y cambiábamos experiencias en el monumento a San Martín, en pleno centro neuquino, comenzó a prepararse un acto militar, con los mismos que cargan sobre sus espaldas con la muerte de Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba.

Feministas, activistas lesbianas, estudiantes, trabajadoras hicimos oír nuestro grito para impedir esa verdadera provocación: con consignas que denunciaban la desaparición de Julio López, la impunidad del crimen del maestro Fuentealba, contra la dictadura militar y la impunidad, los corrimos tres cuadras hasta que tuvieron que subirse a sus colectivos y marcharse. Como no vacilamos en denunciar que son genocidas, los milicos nos llamaron "la lacra que todavía nos queda en la sociedad." -¡Y el PCR, amigo de Seineldín y a la búsqueda eterna de un milico "patriota", propuso que se votara un repudio a nuestra acción! (-¿no era que no se podía votar en los Encuentros?).

Las compañeras de Pan y Rosas invitamos a las mujeres trabajadoras, estudiantes, activistas feministas y lesbianas de todo el país a movilizarse el próximo 18 de setiembre, cuando se cumplen dos años de la desaparición del compañero Julio López. Para denunciar los dos años de impunidad y encubrimiento y exigir al gobierno su aparición con vida -¡YA!