Un millar de mujeres y compañeros de distintas organizaciones nos movilizamos este 28 de noviembre, contra todas las formas de violencia hacia las mujeres, marchando desde Plaza de Mayo al Congreso.

La jornada arrancó con la noticia de que María Ovando era finalmente liberada, uno de los reclamos que tenía esta convocatoria unitaria: una mujer pobre, víctima de violencia sistemática durante toda su vida, presa por un fiscal que pretendía condenarla a prisión por la muerte de su hija a causa de la desnutrición. Pero el reclamo por su libertad se hizo escuchar y ganamos esta pulseada.

Pan y Rosas y la Juventud del PTS se destacó con una columna combativa y vistosa de más de 500 compañeras y compañeros, con las trabajadoras que marcharon con una bandera que decía “Somos las mujeres que cortamos la Panamericana el 20N contra el trabajo precario y en negro”, con las estudiantes universitarias que participaron del corte en Callao y Corrientes en apoyo al paro y con el sindicalismo de base antiburocrático y combativo.

Levantamos las banderas contra la violencia machista, denunciando el reciente caso de Agustina, la joven de 14 años de Saladillo que fue brutalmente golpeada y abusada. Exigimos el desmantelamiento de todas las redes de trata y prostitución y la aparición con vida de Marita Verón y todas las mujeres víctimas de explotación sexual, más de 600 desaparecidas durante los gobiernos kirchneristas. Nos movilizamos para denunciar que violencia también es aborto clandestino y que en 9 años de kirchnerismo más de 2500 mujeres murieron por esta causa. Por eso decimos que la Iglesia, la derecha reaccionaria y el gobierno son responsables. Marchamos para decir ¡Violencia también es la precarización y discriminación laboral que sufrimos las mujeres! En el gobierno de Cristina, más del 40% de las mujeres que trabajan están precarizadas, y la CGT y la CTA, oficialistas y opositoras, hacen oídos sordos a esta situación.

Hace años que peleamos por los derechos de las mujeres. Cada pelea que damos en cada fábrica, en cada escuela, en cada universidad, en las calles, está íntimamente ligada a la lucha por acabar de raíz con la opresión de las mujeres. Porque peleamos contra la explotación y la opresión ¡Las mujeres combativas decimos BASTA! Te invitamos a sumarte a este movimiento de mujeres trabajadoras, estudiantes y amas de casa, para luchar por esta perspectiva.