LA PLATA - DECLARACION UNITARIA
¡Todas somos Sandra!
Durante la última semana de Marzo, Nélida, la madre de Sandra Gamboa, y las distintas organizaciones que apoyamos su lucha fuimos alarmados/as ante la intención judicial de reabrir el edificio público de ARBA (Agencia de Recaudación de Buenos Aires).
¡TODAS SOMOS SANDRA!
Durante la última semana de Marzo, Nélida, la madre de Sandra Gamboa, y las distintas organizaciones que apoyamos su lucha fuimos alarmados/as ante la intención judicial de reabrir el edificio público de ARBA (Agencia de Recaudación de Buenos Aires). Esto supone la destrucción de la intervención cultural y política que representa la fachada del ex archivo del ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires. Desde hace tres años, el frente de la construcción ubicada en pleno centro de nuestra ciudad (calle 7 entre 45 y 46) es un símbolo de denuncia de los femicidios y contra la impunidad que rodea al caso de Sandra.
La remodelación y puesta en funcionamiento del ente de recaudación bonaerense, pretende “blanquear y limpiar” esta herramienta de visibilización de las violencias que vivimos las mujeres en la sociedad y de las luchas de las que somos protagonistas. Denunciamos estas amenazas como un mecanismo de censura y encubrimiento que refuerza la impunidad.
Este intento de destrucción del símbolo que implica la fachada de ARBA, conlleva en realidad la voluntad política de darle un cierre a la investigación para sepultar el caso en el olvido de la opinión pública, subestimando la memoria colectiva.
SIGUE LA IMPUNIDAD
El 26 de Febrero, cuando nos encontrábamos en el edificio de Arba realizando una jornada cultural y de movilización para reclamar justicia a tres años de la violación y el femicidio de Sandra, el nuevo fiscal de la causa asignado una semana antes, Fernando Cartacegna dio a conocer el arresto del presunto autor material del hecho. Se trata, como es de público conocimiento, de Diego José Cadícamo, quien se encontraba preso en Misiones por una serie de violaciones previas al caso de Sandra. Hay pruebas sustentables de que participó en el hecho ocurrido el 16 de febrero de 2007.
Desde la detención de Cadícamo, en los medios de comunicación locales se planteó, en consonancia con el discurso judicial, que se había esclarecido el crimen de Sandra, que habría aparecido el asesino. Sin embargo, y a pesar de que hay un responsable material, no están esclarecidas las responsabilidades políticas ni la trama de complicidad que posibilitó el hecho.
Quienes venimos acompañando desde el inicio a los familiares de Sandra Ayala Gamboa, en la lucha para visibilizar este femicidio, consideramos que su violación y asesinato demuestran la violencia a la que somos sometidas las mujeres en esta sociedad.
Pero este crimen presenta una particularidad que lo hace mucho más grave: su escenario fue un edificio del Estado y ello da cuenta del encubrimiento político y gubernamental. De hecho, Ningún funcionario del Estado se pronunció sobre el tema: ni el entonces gobernador Felipe Solá ni el actual, Daniel Scioli. Tampoco lo hicieron las autoridades del Ministerio de Economía o Santiago Montoya, a cargo en ese momento de Rentas, ni el actual director Martin Miguel Di Bellas. Incluso se negaron a dar audiencias a Nelly y prohibieron las protestas en la puerta del edificio público.
Estas son sólo algunas de las irregularidades del caso:
– La investigación no considera la situación previa de violencia que sufrió y denunció Sandra en la pensión donde vivía, tal es el caso que tenía pasaje para volver a Perú con fecha el 22 de febrero de 2007 y había manifestado a su madre el deseo de volver a su país. Esto como una ruta crítica que debe ser tenida en cuenta en los casos de femicidio.
– El papel de la Comisaría 1era, donde no se tomó la denuncia de la desaparición sino hasta transcurrido un lapso de tiempo en que se perdieron valiosas pruebas para el esclarecimiento y donde en la actualidad, paradójicamente reencuentra detenido el único sospechoso.
– No se procesó a los policías Carlos Frenegal y Pablo Zufrategui, que en su inspección ocular sólo realizaron una descripción exterior de las características arquitectónicas del inmueble.
– La inacción de la fiscalía al no ordenar el registro del edificio donde Walter Silva había acompañado a la víctima, hasta una semana después y como resultado de una denuncia de malos olores.
– El hecho de que el crimen haya sucedido en un edificio del Estado y que el o los autores ingresaron con llave no aparece como un dato digno de ser investigado. Nada respondieron las autoridades del ministerio de economía, ni tampoco el titular de Arba, en ese momento encabezado por Santiago Montoya, sobre el crimen cometido en una de sus instalaciones.
– No se volvieron a citar a declarar a las 6 personas que entraron al lugar durante aquellos días: el arquitecto Alberto Luis Castillo, Ingeniero Luis Batería, el electricista Vega y su hijo, el Jefe de Mantenimiento Horacio Ricardo Alfonsín y el cerrajero Morabito. Todos, en primera instancia, afirmaron no haber visto nada fuera de lo común.
– La inacción del fiscal Tomás Morán de la UFI Nº2, a cargo del caso desde el principio hasta el mes pasado, quien durante 3 años no propició avances concretos ni abrió nuevas líneas de investigación. Sin sospechosos ni procesados, tampoco hizo lugar a las múltiples pruebas que podrían haber sido analizadas. La única hipótesis sostenida fue la del violador serial denominada por los medios como ¨el loco de la bicicleta¨ o ¨la niñera¨. La estructura judicial machista funcionó, de esta manera, cristalizando la impunidad y reforzando el silenciamiento.
Es por todos estos “cabos sueltos”, que nos parece peligroso hablar de esclarecimiento o de caso resuelto cuando no se investiga la cadena de complicidad y de encubrimiento que posibilitó el crimen. Seguiremos hablando de injusticia y de impunidad hasta que caiga el último de los culpables.
También somos conscientes que el reclamo constante cada 22 frente al ex edificio de Rentas (hoy ARBA), las movilizaciones, escraches, jornadas culturales, posibilitaron que el caso no pase al olvido y forzaron a la justicia a dar una respuesta. El hecho de que haya un detenido hoy, es gracias a la lucha de Nely y las organizaciones.
EL FEMICIDIO ES UN CRIMEN DE ESTADO
Todo este marco de impunidad es posible en una sociedad que se sigue manejando con parámetros de inferioridad de lo femenino. Donde la mujer es objeto puramente sexual y propiedad de los hombres. Donde la violencia hacia las mujeres va desde lo simbólico, lo psicológico, hasta el maltrato físico y su asesinato, que es la expresión máxima del a violencia hacia las mujeres, a la que llamamos femicidio.
Impunidad que permite el Estado, representado a través de los distintos gobiernos de turno, que no da garantía a las mujeres y no crea condiciones de seguridad para sus vidas en la comunidad, en la casa, ni en los espacios de trabajo, de tránsito ni de esparcimiento. Un Estado que en nuestro país no se hace responsable por el esclarecimiento de los más de 200 femicidios anuales, ni por evitar las más de 500 muertes anuales por abortos clandestinos, las cientas de mujeres maltratadas en comisarías, esclavizadas en prostíbulos, abusadas sexualmente en sus familias y trabajos. Prueba de ello es que en la Fiscalía de La Plata aún dormitan más de 300 muestras de ADN producto de violaciones sin esclarecer. Un estado terrorista que por acción u omisión facilita que ocurran las situaciones de violencia hacia las mujeres, porque no investiga, no sanciona, no aplica las normas vigentes y contribuye a la impunidad.
En este sentido, el Poder Judicial , en el femicidio de Sandra, se esfuerza por coartar la investigación, garantizando el encubrimiento de los responsables políticos y pretende avanzar sobre los símbolos de denuncia y lucha que venimos construyendo desde hace tres años.
Seguimos en las calles, acompañando a los familiares de Sandra, y volvemos a exigir:
– Justicia por el femicidio de Sandra Ayala Gamboa. Castigo a todos los responsables, encubridores y cómplices.
– El gobierno Nacional y Provincial son responsables.
– Que el edificio de ARBA siga siendo un lugar de la Memoria y de la lucha por los Derechos de las Mujeres y de denuncia de los abusos que vivimos en esta sociedad. No queremos santuarios ni placas recordatorias, queremos justicia.
– Basta de violencia contra las mujeres.
– Desmantelamiento de las redes de trata. Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución.
– Basta de Femicidios. Justicia por las miles de mujeres asesinadas, ultrajadas, violadas, violentadas cotidianamente. Porque todos estos son FEMICIDIOS, no son crímenes pasionales.
– Derecho al aborto libre, seguro y gratuito.
– Justicia para Sandra y Castigo a todos los culpables
NO PERMITIREMOS QUE “CUBRAN” LA LUCHA PARA ENCUBRIR A LOS RESPONSABLES
Asamblea Justicia por Sandra
Casa de la Mujer ¨Azucena Villaflor¨
Espacio de Mujeres Frente Popular Darío Santillán
HIJOS La Plata
Agrupación Pan y Rosas
Colectivo de Varones Antipatriarcales
Talleres de Mujeres (Facultad Trabajo Social)
Colectiva Feminista ¨Las Furiosas¨
Malas como las Arañas
Las Rojas - MÁ S
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