Viernes 26 de noviembre de 2004

SE REALIZÓ LA XIII MARCHA DEL ORGULLO

¿Sólo "ley de unión civil" en el país de la represión?

Un día después de la muerte del cardenal Aramburu, amigo de Videla y cómplice de la dictadura militar, se realizó la XIIIº Marcha del Orgullo Gay, Lésbico, Travesti, Transexual, Bisexual en Buenos Aires.

Mientras en la catedral se velaba al cardenal que en 1982 había declarado que "En la Argentina no hay fosas comunes y a cada cadáver le corresponde un ataúd. Todo se registró regularmente en los correspondientes libros -¿Desaparecidos? No hay que confundir. Hay desaparecidos que viven tranquilamente en Europa", afuera, un cordón de nacionalistas católicos protegidos por la policía enfrentaba la marcha del orgullo coreando "Por dios y por la patria acabemos con esta lacra".

Sin embargo, esto no evitó que participaran más de 5000 personas que hicieron que ésta fuera la marcha más masiva de estos trece años.

Matrimonios... y algo más

Los organizadores de la marcha, entre los que se encuentran la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) y La Fulana, plantearon como consigna central el reclamo por una ley de unión civil en todo el país, mostrando como ejemplo la Ciudad de Bs. As., donde se ha conseguido esta legislación que permite la unión entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, aunque lo consideramos un reclamo justo, lo cierto es que detrás de eufemismos tales como "el respeto a la diversidad", su convocatoria no decía ni una palabra sobre la política del gobierno nacional y el de Ibarra que, más allá de la demagogia "progresista", se han hecho eco de los reclamos derechistas de "tolerancia cero" del empresario Blumberg. A tal punto que hoy, activistas gays, travestis y mujeres en situación de prostitución se encuentran presos, junto a vendedores ambulantes y otros compañeros, por enfrentar el Código represivo que se votó en la Legislatura porteña.

Esta marcha, además, estuvo financiada "como es habitual- por empresas de preservativos, bares y discos, que imponen sus gigantescos carteles publicitarios, transformando la movilización más en una fiesta que en una verdadera acción de lucha.

"Contramarcha", presos y Zanon

Por esa razón, un conjunto de organizaciones GLTTTB1, feministas, sociales y partidos de izquierda, nos autoconvocamos en lo que se denominó la "contramarcha", para denunciar la represión y la "mano dura" que vienen aplicando Kirchner e Ibarra. Levantamos la libertad de los/as presos/as políticos/as y nos pronunciamos contra el código contravencional y todas las legislaciones represivas.

Consideramos que en la pelea por conquistar más derechos es esencial la lucha por un derecho elemental: el de manifestarnos y luchar. Porque es imposible pelear por los derechos democráticos de gays y lesbianas mientras se acentúa la represión y la criminalización de la protesta.
Lejos de una contraposición artificial de consignas, quisimos hablar de lo que nadie habla: que en este país, a los que salen a enfrentar la política de K se los mete presos o se los persigue judicialmente. Así sucedió con las y los trabajadores desocupados de Caleta Olivia que reclamaron trabajo genuino; así sucede con los obreros de Zanon que tienen una amenaza de desalojo, y así sucede también con más de 4000 luchadores sociales que están procesados.

Es necesario pelear por más libertades democráticas; pero esta lucha la tenemos que encarar en las calles, en forma independiente del Estado y los partidos patronales y en unidad con otros sectores que hoy están luchando, como los obreros de Zanon, los estudiantes del Comahue, los trabajadores del subte, ferroviarios, etc.

Por eso, la "contramarcha" terminó junto a la carpa que montaron los obreros neuquinos en Plaza Congreso y con las palabras del dirigente del Sindicato Ceramista, Raúl Godoy, quien nos saludó en nombre de los trabajadores de Zanon diciendo: "a ustedes y nosotros nos une la lucha por la libertad".

Consideramos que el Estado capitalista y las instituciones de este podrido régimen de democracia para ricos no sólo reserva palos para todas y todos los que cuestionamos el "orden establecido". También, en las últimas décadas, ha desarrollado diversas vías de cooptación para quienes encaran esta lucha por la libertad sexual desde la política de las "identidades". Domesticando la rebeldía de quienes se enfrentan a la familia, la iglesia y el Estado y despolitizando y fragmentando esta lucha, ha transformado al movimiento GLTTTB en una suma de pequeñas ongs que reciben financiamientos de agencias internacionales. Sólo desde una perspectiva verdaderamente anticapitalista, es decir, luchando por la revolución obrera y socialista, es que podremos enfrentar al Estado burgués que asimila y domestica nuestra lucha.
Quienes consideramos que sólo destruyendo al capitalismo y su Estado podremos liberarnos también de la hipocresía de la moral burguesa, vemos en la clase obrera nuestra aliada indispensable para encabezar esta lucha, porque es ella la que puede tirar abajo este sistema basado en la explotación. Sólo así podremos crear las bases materiales favorables para una verdadera sexualidad libre de toda opresión, donde no exista más la dictadura del capital que reglamenta nuestros cuerpos y nuestras vidas como una pieza del engranaje de las máquinas.




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