FRENTE AL CAMBIO DE FECHA DEL ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES
¡Que nadie decida por nosotras!
Desde 1986 que se hace en el país el Encuentro Nacional de Mujeres. Año tras año participamos miles de mujeres. Esta vez el Encuentro tendrá como marco que contamos con un Papa argentino “bendecido” tanto por el gobierno kirchnerista como por la oposición patronal, centroizquierda incluida. ¡Más que nunca tenemos que levantar las banderas por el aborto legal y preparar una gran lucha nacional para arrancar este derecho, cada vez más difícil de conseguir con el gobierno y la oposición aliados a la Iglesia!
Desde 1986 que se hace en el país el Encuentro Nacional de Mujeres. Año tras año participamos miles de mujeres. Esta vez el Encuentro tendrá como marco que contamos con un Papa argentino “bendecido” tanto por el gobierno kirchnerista como por la oposición patronal, centroizquierda incluida. ¡Más que nunca tenemos que levantar las banderas por el aborto legal y preparar una gran lucha nacional para arrancar este derecho, cada vez más difícil de conseguir con el gobierno y la oposición aliados a la Iglesia!
Pero este Encuentro también está atravesado por otras discusiones, como el cambio de fecha –del 12, 13 y 14 de octubre al 23, 24 y 25 de noviembre- decidido en forma unilateral por parte de la Comisión Organizadora (CO) que dirige el PCR. Somos muchas las organizaciones y mujeres que repudiamos públicamente esta decisión arbitraria e inconsulta por parte de un pequeño grupo que se arroga la potestad de decidir por miles de mujeres, negociando con el gobernador kirchnerista José Luis Gioja, ¡el que dio asueto en las escuelas para que se movilicen con la Iglesia contra el matrimonio igualitario!
Esta actitud burocrática de la CO pone sobre el tapete una cuestión fundamental para el desarrollo del movimiento de mujeres y la lucha por nuestros derechos ¿Qué tipo de Encuentros necesitamos? Las compañeras de Pan y Rosas (PTS e independientes) año a año denunciamos la forma burocrática en que funciona la CO, el rol del PCR y otros grupos que negocian con intendentes, gobernadores, cámaras empresariales y también con la Iglesia, a espaldas de miles de mujeres. Esta CO es la que impide que los Encuentros se transformen en ámbitos de decisión para resolver y votar medidas de lucha, que sean instancias que sirvan para organizarnos masivamente en un plan de lucha nacional que continúe al regreso de los Encuentros.
El falso “consenso” que pregona el PCR, y que lamentablemente defienden, acompañan o no combaten muchas organizaciones, se convierte en una traba. La paradoja es que mientras miles de mujeres que nos juntamos todos los años no podemos decidir, resolver, votar a mano alzada… ¡la Comisión Organizadora sí puede decidir, resolver, votar, (y también “pactar”) con el gobernador de la megaminería que el Encuentro cambie de fecha!
¿Quién le dio esa potestad?
Ese cambio de fecha inconsulto es una muestra de un método de funcionamiento que no va más. Repudiamos el pacto del PCR y la CO con Gioja, que cambió la fecha del Encuentro. No queremos mantener el funcionamiento de los Encuentros tal cual es hoy. En ésto radica una diferencia fundamental que tenemos con organizaciones como la CTA-Micheli y otros grupos, que cuestionan el cambio de fecha pero se niegan a discutir que hay que acabar con estos métodos burocráticos, con las decisiones entre pocas y los acuerdos a espaldas de las mujeres. Los Encuentros tienen que ser democráticos, donde no haya un pequeño sector que decida por miles; resolutivos, es decir, que se puedan votar planes de lucha que nos permitan fortalecer el movimiento por nuestros derechos; independientes de la Iglesia, respetando la libertad de culto de cada mujer, pero impidiendo el veto y las patoteadas de las instituciones religiosas contra las discusiones sobre el derecho al aborto, el feminismo, las mujeres lesbianas, como lo hacen habitualmente los grupos organizados por obispos locales y el Opus Dei. Los Encuentros, además, deberían ser independientes del gobierno y los partidos políticos del régimen, es decir, el Estado tendría que garantizar todos los recursos necesarios para la realización del Encuentro, la disponibilidad de las escuelas y la infraestructura para el alojamiento gratuito, pero sin imponer condicionamientos sobre los temas a tratar, el contenido, y otras decisiones que tienen que ser decisión de las propias mujeres que participamos Defendemos los Encuentros y por eso peleamos por su autonomía y por la amplia organización de las mujeres por sus derechos.
Por eso, además de rechazar el cambio de fecha en forma inconsulta, llamamos a discutir su funcionamiento, e insistimos en la importancia de aprovechar el Pre-Encuentro de junio votado en el congreso de la FUBA para organizarnos. Proponemos también a las agrupaciones de mujeres, centros de estudiantes, comisiones de trabajadoras y otras organizaciones, convocar a instancias similares en distintas provincias o lugares del país para fortalecer un movimiento de mujeres por el derecho al aborto, contra la violencia de genero, la trata y por todos los derechos de las trabajadoras.
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