(Córdoba, 15/10/07) La dirigente del PTS, Gabriela Lamelas Paz, candidata a Diputada Nacional por el Frente PTS-MAS-Izquierda Socialista, quién participó del XXII Encuentro Nacional de Mujeres, hizo público un primer balance del Encuentro que se llevó adelante en su provincia y afirmó: "Desde el PTS junto con la agrupación Pan y Rosas participamos en este encuentro con una numerosa delegación, buscando la más amplia unidad para poner en marcha una gran lucha nacional para lograr el derecho al aborto. El derecho al aborto legal, seguro y gratuito es un problema que excede las creencias personales o religiosas individuales y es ya un problema de salud pública elemental, porque más de 400 mujeres mueren al año en nuestro país y miles más sufren graves secuelas por abortos clandestinos. Por eso propiciamos las más amplia unidad para imponer este derecho frente a la Iglesia, la Justicia y el gobierno, que hoy lo prohíben y penalizan."

Nuestra posición y nuestra pelea en el Encuentro fue contra la Iglesia como institución. Grupos de mujeres, directamente organizadas por los obispos, con precisas indicaciones y folletos instructivos, son enviadas a los encuentros para boicotearlos, haciendo todo tipo de falsas acusaciones a quienes defendemos el derecho al aborto legal, seguro y gratuito; incluso hombres organizados desde la curia de la Iglesia fueron a las puertas de las escuelas donde sesionamos con actitudes claramente provocativas.

En este sentido Lamelas Paz explicó: "Hace años que participamos de los Encuentros Nacionales de Mujeres e incluso en su momento impulsamos la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, encabezada, entre otras organizaciones por la agrupación de mujeres Católicas por el Derecho a Decidir".

Hoy creemos que tenemos planteado ampliar y profundizar esta pelea hasta lograr el derecho al aborto legal, seguro y gratuito", agregó Lamelas Paz. "Como es de público conocimiento, bajo ningún concepto la posición de nuestra agrupación (ni en este Encuentro, ni en la historia de nuestra organización) es la de expulsar a mujeres por su creencias religiosas, ya sean católicas o de cualquier otro culto, como publicó algún diario. Es falso que hayamos propiciado la expulsión de mujeres como Norma Cuevas o de cualquier otra por sus ideas religiosas. Nuestro planteo de echar a la Iglesia Católica de los Encuentros estuvo siempre, entonces, dirigido contra quienes vienen mandatadas por una institución que, como quedó demostrado en el juicio a Von Wernich, fue no sólo cómplice sino partícipe activa, de las torturas, la muerte o la desaparición de compañeras y compañeros durante la última dictadura militar".