El sábado 8 de marzo nos juntamos en la capital porteña centenares de mujeres para hacer del "Día Internacional de la Mujer" un día de lucha y movilización por el derecho al "aborto, legal, seguro y gratuito", y por los derechos de las mujeres trabajadoras.

Se hicieron presentes las siguientes organizaciones: Pan y Rosas, PTS, PO, MAS, IS, FOS, Convergencia Socialista, Opinión Socialista, entre otras. El punto de encuentro fue la transitada esquina de Callao y Corrientes, donde cortamos los carriles para realizar un acto, y luego marchamos hasta el Obelisco.

Entre las mujeres presentes, destacamos la presencia de las compañeras del Casino Flotante, quienes estuvieron al frente de una lucha durísima de casi 4 meses, y las trabajadoras del Indec, quienes junto a sus compañeros ya hace más de un año vienen denunciando los atropellos del gobierno nacional para manipular los índices de la inflación.

Pan y Rosas participó con una importante delegación de compañeras estudiantes y trabajadoras. Contamos con la presencia de Jesica Calcagno, Presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, compañeras de la conducción del Centro de estudiantes del IUNA, docentes de distintas facultades, junto con estudiantes secundarias y universitarias, trabajadoras telefónicas, de la salud, del Casino, el Indec y estatales.

A través de nuestras banderas, pancartas, cánticos y discursos hemos expresado las penurias que vivimos las mujeres a pesar de que por primera vez un 8 de marzo tenemos a una mujer en la Casa Rosada. Como lo denuncia el suplemento de "Pan y Rosas", que repartimos durante el acto y la movilización, la precarización laboral sobre las mujeres es mucho más aguda. Un 54% trabajamos en negro, cobramos un 40% menos que un compañero por la misma tarea, sufrimos condiciones laborales pésimas que afectan nuestra salud, etc. Una vez más, y ante las evidentes posiciones de Cristina, Ocaña y la Iglesia, volvimos a exigir el "aborto legal, seguro y gratuito" para que no muera ni una mujer más a causa de la clandestinidad del aborto, que se cobra la vida de 500 mujeres pobres y trabajadoras al año.

También hemos expresado la necesidad de unificar el movimiento de mujeres de forma independiente del Estado y las instituciones del régimen y el gobierno.