XXIV ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES
“No hay tiempo que perder”
Carolina es ex-trabajadora del call center ICT, despedida por la multinacional Telecom cuando junto a a sus compañeras y compañeros reclamaron medidas mínimas de higiene y seguridad ante la pandemia de la gripe A. Ella hoy es parte de la agrupación Pan y Rosas, viajamos juntas al Encuentro de Tucumán junto a su hija Lucía.
¿Qué te decidió viajar al Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán?
En principio yo me sumé a la agrupación unas semanas antes del Encuentro, cuando las conocí durante el conflicto. Y, ante la situación general, el comparar nuestra lucha en ICT (Telecom) contra los despidos con la lucha de las obreras y obreros de Terrabusi, me hizo ver que los problemas no son individuales sino sociales. Desde la agrupación pusimos enfasis en el apoyo a este conflicto, que no es uno más, entonces quise ir a debatir con todas las mujeres que viajaban a Tucumán que teníamos que poner todas las energías para que este encuentro no sea uno más y sirva para apoyar a las trabajadoras/es de Terrabusi. Porque si esa gran lucha nacional que se enfrenta al gobierno, sus instituciones, a la policía, a la patronal, al sindicato, gana, entonces estaríamos más fuertes para pelear por todos nuestros derechos como el derecho al aborto, contra todo tipo de violencia hacia las mujeres, por la libertad a Romina Tejerina, por los derechos de las mujeres trabajadoras…
¿En qué taller participaste?
Siendo mi primer Encuentro quise participar en el taller “Mujer y Violencia”, por mi historia personal más la violencia que viví cuando Telecom nos despidió de ICT. Quise llevar todo eso para contar entonces que la violencia, por más que se manifieste individualmente, es una violencia social que empieza por el mismo Estado. Que así como en los casos mal llamados de “violencia doméstica” el Estado no hace nada, mejor dicho permite que instituciones como la justicia y la policía nos re-victimice, tampoco hace nada a favor nuestro sino que favorece a los grandes empresarios que nos mantiene flexibilizadas, sin derecho a reclamar, a organizarnos, vulnerables a los despidos.
Por eso planteé que ahí, no sólo nos teníamos que pronunciar por el apoyo a la lucha de las obreras y obreros de Terrabusi porque era crucial en ese encuentro, sino que esas mujeres trabajadoras tenían que encabezar la marcha con una bandera que repudie la violencia y la represión que ejerce el gobierno de Cristina Kirchner contra las trabajadoras/es de Terrabusi, como en todas las luchas.
¿Qué opinaron las demás mujeres que participaron de tu taller?
La coordinadora me respondió que ese no era el lugar adecuado para hablar de Terrabusi porque era taller sobre Violencia y no tenía nada que ver. Que para eso habría que hacer un taller aparte que hable del conflicto.
Yo le respondí que al contrario, que sí tiene mucho que ver, porque la violencia empieza por el Estado y que si todas salimos a apoyar este conflicto y ganan la lucha, le vamos a estar torciendo el brazo al gobierno y las patronales, sentando un precedente para que de aquí en más todos sepamos que podemos organizarnos y tenemos derecho a reclamar por mejores condiciones de trabajo y de vida. Todas, menos la coordinadora, se levantaron y aplaudieron.
Temprano había pasado otra coordinadora a recordarnos que no se votaba nada en los talleres sino que el método es el consenso. Sin embargo yo propuse que se vote por primera vez en el encuentro la propuesta que encabecen la marcha las compañeras de Terrabusi. Ahora sí todas las compañera dijeron sí, ya que la coordinadora se habia ido y fue reemplazada por otra.
Y ahora, a la vuelta…
La crisis del país, con la aparición en escena de terribles mujeres como mis compañeras de ICT (Telecom) peleando por su salud, como las obreras de Terrabusi de la misma manera, al igual que las trabajadoras de la salud de Tucumán…y tantas otras, me demostró y me convenció que no hay tiempo que perder y que es momento de poner en pie un gran movimiento de mujeres trabajadoras, estudiantes, amas de casa, que luche por los derechos de las mujeres cambiando de raíz esta sociedad de explotación y opresión.
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