MUJERES DE AUTOMOTRICES EN LUCHA - CORDOBA
Ni despidos ni suspensiones
El pacto entre las patronales metalmecánicas, la burocracia sindical y los gobiernos provincial y nacional, se ha convertido en la cuna de los ataques que sufrimos miles de trabajadores y trabajadoras en la provincia de Córdoba, con despidos, suspensiones y rebajas salariales. ¡Todas medidas que los capitalistas quieren descargar en nuestras espaldas para seamos nosotras y nuestras familias las que paguen una crisis que ellos generaron!
En Iveco, hartos de tanta hipocresía, los trabajadores y sus familias, con sus esposas, novias, madres e hijas en la primera fila, marcharon este 11 de febrero hasta la Casa de Gobierno, para exigir a Schiaretti que tome cartas en el asunto y de una solución favorable a esta situación. A la marcha se sumaron obreros/as de Gestamp, sobre quienes pesan las suspensiones hasta el próximo 31 de marzo, en un verdaero gesto de unidad de los trabajadores y trabajadoras.
Las ’Mujeres de automotrices en Lucha’ estuvieron junto a ellos en esta importante jornada y acompañaron a la delegación de trabajadores que fue recibida por el Secretario de Trabajo de la provincia, quien se comprometió a gestionar una audiencia con la patronal, el SMATA y los trabajadores en lucha. Allí, convencidas de su importante batalla, las compañeras entregaron la Carta que reproducimos abajo
Estas mujeres son un ejemplo a seguir en nuestros lugares de estudio, de trabajo o junto a nuestros compañeros. ¡Tenemos que organizarnos para pelear por lo que nos corresponde y por que esta crisis la paguen quienes la produjeron y no las familias trabajadoras!
Pan y Rosas viene apoyando activamente este proceso, difundiendo esta importante pelea y rodeando de solidaridad a los trabajadores y sus familias. En la jornada del 11 de febrero conversamos con algunas de estas mujeres...
G, trabajadora de Gestamp de la nave Sur
Estoy suspendida desde el 11 de diciembre hasta el 27 de febrero supuestamente, y entre medio de eso tuve vacaciones. Pero estamos mal, yo no creo que esto mejore tan rápido como dicen. Mi situación es que yo estoy desesperada porque mi marido está sin trabajo, yo tengo tres chicos, alquilo, la casa donde vivo se va a remate, y tengo que irme. Y cómo voy a hacer para alquilar si no tengo garantía, no tengo plata, nada. Así que yo estoy mal.
Además recién este mes pasado de suspensión nos pagaron, 750$. Los meses anteriores de suspensión no nos pagaron nada.
Esta es la primera vez que vengo, y así tendré que venir muchas más veces, porque estamos reclamando nuestro puesto de trabajo. Porque a mí no me importa pintar, cortar pasto o barrer con tal que nos mantengan el puesto de trabajo.
PyR: Vos pensás que la empresa está en condiciones de mantener sus puestos de trabajo?
G. Yo creo que una de las soluciones sería esa, que se repartan las horas de trabajo, que trabajemos 6 horas, eso sería lo mejor.
Verónica, esposa de un trabajador de Iveco
Nos organizamos en esta comisión, porque estaban llamando a unos luego a otros, y al final no sabíamos qué hacer, nos sentábamos a la mesa y no sabíamos si firmar y quedarnos directamente en la calle, o intentar hacer algo. Por eso nos sumamos con otras mujeres que estaban en la misma situación para hacer algo.
Para mí es algo nuevo todo esto, de salir a una marcha, y todo una expectativa, porque si llega a salir y logramos algo como volver a los puestos de trabajo, y que todo esto haya servido, yo creo que me voy a sentir feliz, re-contenta como todas las que estamos en esto.
Primero nuestros maridos mucho no querían que nosotras saliéramos, pero después, viendo que nosotras éramos más organizadas, viendo que hacíamos un volante y un montón de cosas, bueno ahora ellos nos dicen: vamos que mañana hay una asamblea, ahora ellos mismos nos invitan. En todo caso ya estamos logrando algo, que ellos nos incluyan en esta lucha que tienen ellos y también es nuestra.
En esta movilización queremos ver que nos digan qué va a pasar con nosotros después del 31 de marzo. Porque hay un papel firmado que dice que el 31 de marzo quedamos despedidos y ellos lo están negando.
Nos estuvimos informando y sabemos que la empresa durante el 2008 solamente, con lo que recaudaron tienen lo suficiente para mantener a todos los que están en la planta durante 60 años, por eso también es la lucha para que devuelvan a nuestros maridos a sus trabajos.
?quisiéramos que se sigan sumando más hombres, más mujeres, no sólo contratados, aquí ya no es una cuestión de contratados y efectivos, sino que se sumen todos, porque todos vamos a estar en la misma. Empezaron con nosotros y después seguirán con todos, así que se sigan sumando.
M, trabajadora de Iveco
Yo soy operaria de Iveco. El que hago, es un trabajo muy lindo, soy la única mujer en mi sector. Todos mis compañeros son hombres, muy buenos compañeros. Esto me fortaleció mucho cuando entré, porque al principio pensaba, voy a trabajar una semana y nada más porque no daba, y ellos me decían: no, aguantá, ya vas a aprender todo. Ellos me ayudaron. Por eso también estoy acá, porque les debo algo.
?estoy suspendida, con el pago del 75% del sueldo (según la empresa, yo creo que menos, pero me tengo que quedar con lo que nos dicen). Yo soy trabajadora efectiva, pero vengo a apoyar la lucha de los chicos contratados, porque además esto no va a parar acá, empiezan con ellos pero luego seguirán con todos, porque acá ya no importa nada. Es la primera vez que vengo a esta marcha, porque es la única forma de que se sepa todo lo que nos está pasando. Porque ellos tratan de ocultarlo, tanto el sindicato como la empresa.
?Yo pienso que la empresa está en condiciones de mantener la fuente de trabajo a todos los trabajadores, esto es solamente una estrategia para seguir ganando, para tener ellos más plata y nosotros que nos jodamos.
PyR: Conociste a las mujeres de la comisión de esposas y familiares de trabajadores de Iveco?
M: Sí, y me parece muy bien, muy, muy bien. Lo que hacen las chicas está perfecto. Yo las felicito, por las ganas que tienen de seguir, porque sinceramente tienen que tener ganas, porque con todo lo que les está pasando a los maridos, no sé, te digo la verdad, no sé de donde sacan tanta fuerza. Porque yo como operaria, lucho por mi fuente de trabajo, ellas apoyando a sus maridos, valen oro?
Yo estoy casada, tengo 6 hijos, mi marido trabaja pero con un sueldo de mil pesos, así que imaginate como la estamos pasando, como lo sentimos en nuestra casa. Mi hija más grande tiene 17 y la menor 3 meses. Se quedaron con ella, que es mi gran ayuda y apoyo porque cuando yo me voy a trabajar ella me los cuida. Ahora cuando empiecen las clases, y si sale todo bien esto tendrá que irse a una guardería la más chiquita.
?mi esposo me apoyó mucho. Yo muchas veces en mi casa pensaba voy o no, que si me ven y todo eso, pero él me decía: andá y apoyá que es lo que tenés que hacer, porque a él le pasó, que a él nadie lo apoyó y lo echaron de la fábrica y ahora está trabajando en una empresa de limpieza. Así que me dijo andá y apoyá que te va a hacer bien.
Haciendo esto me siento bien, si me hubiera quedado en casa me hubiera sentido mal, de ver que mis compañeros salieran y yo no.
PYR: Qué aprendizaje le estás dejando a tus hijos cuando les decís que venís a esta marcha?
M: Algo muy, muy bueno. Pienso que les estoy enseñando a valorar muchas cosas, Porque aún cuando queden en casa y yo salgo a luchar a la calle, ellos están aprendiendo mucho, a valorar lo que tenemos, a valorarse entre ellos. Ellos entienden muy bien por qué estoy acá, los dos varones querían venir conmigo. Por lo menos saben que lucho por mi fuente de trabajo, para ayudarlos a ellos y al padre.
Silvia pertenece a la comisión de mujeres automotrices en lucha
S: Vine con los chicos a la marcha para que se vea que toda una familia está afectada por lo que está pasando?pienso que les estoy enseñando la unión, porque aquí estamos todos unidos por la misma lucha. Además, así mi marido se siente mejor, dentro de lo caído y preocupado que está, porque ve que todos lo acompañamos.
Reproducimos la Carta de la Comisión de "Mujeres Automotrices en lucha"
A los gobernantes, a los sindicatos, a la comunidad toda,
A quien corresponda:
Nos dirigimos a ustedes con el objetivo de hacerles llegar nuestra inquietud. Si bien por medio de esta carta, podemos redactar lo que nos sucede particularmente a nosotras, esta es la situación que muchas familias en Córdoba, hoy estamos atravesando.
Es nuestra intención con esta carta hacer de público conocimiento esta grave situación general que nos toca de cerca.
Somos trabajadoras y mujeres de operarios de diversas automotrices de Córdoba, como Gestamp e Iveco. En el caso de ésta última, si bien hoy nuestros maridos están suspendidos, a partir de 31/03/2009 según acta firmada 14/01/2009 se verán despedidos, pasando a engrosar la lista de desempleados.
Cómo explicarles la alegría inmensa y la sensación de dignidad que sentimos en la familia, cuando nos enteramos de que nuestros respectivos esposos ingresaban a Iveco.
Cómo transmitirles que, embarcados en este viaje y llenos de sueños (hoy postergados), fuimos proyectando más allá, viendo cercana sino real la posibilidad de tener una vivienda; realmente nos veíamos con posibilidades de planificación, tal es así que varias de nosotras estamos esperando la llegada de un nuevo integrante a la familia, quienes nacerán en medio de este conflicto que no quisiéramos estar atravesando.
Y así como las industrias atraviesan una crisis mundial, nosotros la estamos sufriendo a nivel familiar, ya que la reducción del salario en un 50% empezó por afectarnos en las necesidades más cotidianas, pero que poco a poco se va intensificando.
Nosotras podemos entender la crisis mundial, la caída de la producción, la incertidumbre de que nadie tiene la verdad del rumbo de la economía actual, pero -¿quién puede entender el futuro que nos queda, si renunciamos a pelear por estos puestos de trabajo? -¿Quién pudo entender acaso, que cuando muchos puestos de trabajo se perdieron en Argentina muchos hogares se destruyeron?
Ese es el riesgo más grande que tememos correr?
Amamos a nuestras familias y deseamos profundamente conservar esa paz que teníamos y que esta angustia de vernos sin trabajo, no nos irrumpa en nuestro hogar.
Estamos mal, no sabemos qué hacer pero, de todas maneras, por nuestros hijos, la vamos a luchar; nos defenderemos como familia y saldremos de nuestras casas para ser escuchadas como mujeres y esposas de estos operarios que no se resignan a perder el trabajo, porque nosotras tampoco acompañamos esa resignación.
?creemos que, en una primera instancia, parte de las soluciones serían:
La revocación del acta del 14/01/2009 y
El reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial.
Atte. Mujeres de Automotrices de Córdoba
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