El 28 de junio, se realizó por primera vez en Mendoza un gran festival artístico en apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo, con más de 3 mil personas, que superó ampliamente la manifestación derechista de católicos y evangélicos, aunque los medios dijeran lo contrario.

Sin embargo, Mendoza fue elegida como “punta de lanza” de la reacción contra los derechos de gays, lesbianas, travestis y transexuales: la Iglesia desplegó una millonaria campaña con afiches, panfletos, firmas y marchas en contra de la ley; por su parte, el gobernador kirchnerista Celso Jaque –conocido por su fundamentalismo religioso y su reaccionaria política discriminatoria contra la comunidad GLTTB- se manifestó contra el proyecto de ley. La senadora mendocina Laura Montero, de la UCR, también impulsa un proyecto de su autoría sobre “unión civil”, mientras el senador kirchnerista Adolfo Bermejo fue uno de los que votó el dictamen mayoritario de la comisión del Senado que rechaza el proyecto de matrimonio que ya cuenta con media sanción.

En Mendoza, está planteado organizar un gran movimiento de lucha por los derechos de las mujeres y la comunidad GLTTB, para terminar con la dictadura clerical en la provincia. Pan y Rosas, junto a compañeras y compañeros independientes y de otras organizaciones de izquierda, impulsa la Secretaría de Género y Diversidad Sexual del Centro de Estudiantes de Ciencias Políticas, un espacio abierto para la organización y la lucha de decenas de estudiantes. El 8 de julio convocamos a manifestarnos para que la ley de matrimonio se apruebe sin dilaciones.