El lunes próximo, 18 de marzo, comienza el juicio a las jóvenes Marina y Ailén Jara acusadas de “tentativa de homicidio” por defenderse de Juan Leguizamón, quien las había acosado sexual y psicologicamente en reiteradas oportunidades.

En Moreno, una mañana de febrero de 2011 llegaban de bailar y, una vez más, las acosó pero en este caso con arma de fuego incluida. Ante semejante situación de violencia, para evitar el ataque se defendieron con un cuchillo tramontina. Como consecuencia el agresor solo tuvo lesiones leves.

Es más que evidente que las jóvenes hermanas al enfrentar a su abusador actuaron en legítima defensa. Pero defenderse siendo mujeres parece ser muy grave para la justicia patriarcal y de clase, y si son pobres lo es aún más.

Marina y Ailén llegan al juicio después de dos años de prisión preventiva. Durante su detención en Los Hornos, La Plata, recibieron golpizas de parte de miembros del Servicio Penitenciario y se les negó la atención médica adecuada para la enfermedad de una de ellas.

Leguizamón está libre. Se lo vincula al narcotráfico en la zona y es conocida su relación con la policía. Y por si fuera poco la justicia desestimó las denuncias de acoso realizadas por las hermanas.

El abuso no fue uno y aislado, sino que es múltiple y sistemático por parte del acosador, la policía, la justicia, todo el sistema penal y el Gobierno, que ejercen y legitiman la violencia hacia las mujeres.

A pesar de todo esto, las hermanas Jara siguen peleando desde adentro con el apoyo de su mamá Elena, y no bajan los brazos. Desde la agrupación Pan y Rosas acompañamos su lucha y exigimos la libertad inmediata y la absolución de Marina y Ailén, y estaremos presentes este lunes en los Tribunales de Mercedes. Además, exigimos el juicio y castigo a Juan Leguizamón.

Y una vez más, decimos si nos tocan a una, nos tocan todas. Basta de violencia hacia las mujeres!