El pasado 1 de diciembre (1dmx) congregó a miles de jóvenes y sectores populares en las calles, para rechazar la asunción de la presidencia de Enrique Peña Nieto (EPN) y el regreso del PRI al gobierno.

Una toma de “todo lujo”, entre los presentes: príncipes, representantes del gobierno norteamericano y europeo. Fue una toma de protesta muy alejada de lo que fue el caos del 2006 cuando Calderón asumió el gobierno. Al día siguiente firmaron el anunciado Pacto Nacional, donde los políticos de la burguesía acordaron una alianza para aprobar los planes contra los trabajadores, las mujeres, los jóvenes y los sectores populares; “unidad nacional” le llaman. Una telenovela donde todo es felicidad, e incluso el triunfo para un héroe nacional del boxeo cuyo éxito le dedicó a Peña Nieto.

Con ello, quieren ocultar la masiva indignación popular que recorrió todo el país, contra EPN los meses previos a la toma de protesta, donde vimos multitudinarias movilizaciones anti-Peña y la emergencia del #132 que reunió a miles en asambleas y en las calles a lo largo del país.

El pasado 1Dmx, la rabia de la juventud se dejó correr y la respuesta del gobierno también: disparos de balas de goma y gases lacrimógenos, toletazos, golpes, tortura y hostigamiento sexual contra las compañeras se hicieron presentes. El saldo: más de 100 heridos, un compañero perdió un ojo y otro más en estado de coma; más de 100 presos en el “democrático” DF y 30 más en Guadalajara.

Los días pasados la mayoría de los jóvenes fueron liberados, pero el gobierno tomó como rehenes a 14 compañeros, entre ellos una mujer: Rita Emilia Neri Moctezuma. El gobierno los acusa del delito “ataque a la paz pública” (art. 362 del código penal del DF, con una pena de 5 a 30 años de cárcel, más agravantes), delito eminente-mente político comparado a nivel nacional con el de “terrorismo” o con el delito de “disolución social” que se utilizó en los 60´s para criminalizar la protesta social y a la juventud.

Este gobierno de doble moral que hoy tiene presos a 14 de nuestros compañeros, se lava la cara diciendo que ha detenido a quienes hicieron los destrozos. Nosotras preguntamos ¿y los responsables de los ya casi 80 mil asesinados del sexenio de Calderón, los curas pederastas, los que lavan dinero del narco y los feminicidas? Para ellos en este país hay total impunidad.

En México los derechos de las mujeres son considerados peor que basura. El 75% de las mujeres han sufrido violencia y ésta aumenta con la impunidad, el amparo perfecto para la militarización. Tan sólo en los últimos dos años se cometieron 4,112 feminicidios y se encuentran desaparecidas 3,976 mujeres, cifras espeluznantes que nos hereda el saliente gobierno. El Edomex va a la cabeza con casi mil asesinatos de mujeres los últimos 5 años, lugar que ocupó bajo el gobierno de EPN; también es la primera entidad en desempleo juvenil y en precarización laboral, escenarios que pueden generalizarse a todo el país bajo su actual presidencia.

Mientras el gobierno criminaliza la protesta social, son perseguidos y asesinados periodistas y luchadores sociales, como la persecución de los activistas en Cd. Juárez, los asesinatos de nuestras compañeras de lucha contra el feminicidio Marisela Escobedo y Susana Chávez, Carlos Cuevas luchador social contra la militarización y los asesinatos de las periodistas Marcela Yarce, Rocío González y Regina Martínez.

La impunidad en los casos de los asesinatos de mujeres se hace evidente, con ejemplos como el asesinato de Rubí Marisol Frayre, hija de Marisela Escobedo, cometido por Sergio Rafael Barraza Bocanegra, que nunca fue resuelto y acaba de declararse cerrado por el gobernador de Chihuahua tras la muerte de Sergio Barraza al ser ultimado hace unos días por el Ejército. Justo cuando este 16 de diciembre se cumple un año del asesinato de Marisela, la prueba fehaciente de que en México a las mujeres que luchamos nos encarcelan, violan, torturan y asesinan sólo por levantar la voz. Que nuestra compañera Rita Emilia Neri sigue presa es también una muestra de castigo ejemplar para las luchadoras, como fue la tortura sexual en Atenco y en el brutal desalojo de las normalistas michoacanas.

Es vital organizarnos para ser miles en las calles y arrancarle nuestros derechos al Estado; sólo así podremos luchar contra los planes del nuevo gobierno machista y clerical. Si liberamos a Rita Emilia y a los demás compañeros presos por luchar estaremos en mejores condiciones para enfrentar la ofensiva que se viene. Porque no le creemos a este gobierno hipócrita y clerical ¡las mujeres salimos a las calles para liberar a Rita Ya! ¡Si una esta presa, todas los estamos!¡Libertad inmediata e incondicional a los presos políticos del 1DMX! ¡Derogación del artículo 362 del código penal del DF!