ESTADO ESPAÑOL
Las mujeres: la cara invisible de la crisis
La realidad que vivimos las mujeres frente a la crisis es muy diferente a la que enuncian las voces del gobierno y los medios.
La realidad que vivimos las mujeres frente a la crisis es muy diferente a la que enuncian las voces del gobierno y los medios. Si develamos la cortina de mentiras de ZP y análisis estadísticos superficiales, veremos que si bien en el índice de paro entre mujeres y hombres la diferencia no es tan alta, sí lo es en cuanto a las condiciones de trabajo precarizado, ya que el promedio de mujeres con contratos temporal y a tiempo parcial supera tres veces más al de los hombres, y por tanto la diferencia salarial también es muy alta. Esta situación se empieza a ser evidente, y hasta la misma UGT plantea que “los hombres parados cobraban una media de 29 euros brutos diarios en prestación por desempleo el pasado diciembre, casi cinco euros diarios más que las mujeres. ¿Por qué?, por las diferencias salariales que existen entre unos y otros -según el sindicato las mujeres cobran un 26% menos de media que los hombres-, porque acceden a puestos más bajos en la escala laboral y porque sus contratos son más precarios que los de los varones.” (El País, 7 de marzo).
Por otro lado, estos datos no dan cuenta de la enorme cantidad de mujeres que somos parte de una fuerza laboral invisible: aquellas que trabajan en la limpieza, o cuidando niños y ancianos, sin contrato laboral. La mayoría mujeres inmigrantes, sin papeles o jóvenes, que por supuesto ni siquiera gozaremos de una futura pensión ni prestaciones sociales. A esto se suman las duras tareas domésticas de la mayoría de las mujeres para nada remuneradas, y que a pesar de los discursos sobre la igualdad siguen recayendo sobre los “ángeles del hogar”: ya entre los 10 y 18 años, sólo el 50% de los varones dedica algún tiempo a tareas del hogar, frente al 76% de las mujeres, según el INE.
Las Nuevas Leyes... de "des-igualdad" del PSOE
Todas esta situación muestra la verdadera desigualdad que sufrimos las mujeres, y que la Ley de Igualdad y la Ley de Dependencia son máscaras para esconder la hipocresía de Zapatero y de un régimen en el cuál la Iglesia tiene gran peso en la sociedad.
Ante la crisis el gobierno responde con otras nuevas leyes de reforma laboral y de pensión que atacan las conquistas del conjunto de la clase trabajadora. El número de parados llega a 4.326.500. En la juventud, el desempleo llega a un 28, 4% siendo mayor en los jóvenes inmigrantes. Ligado a esto, el índice de paro a recaído aún más en las trabajadoras y los trabajadores inmigrantes, ya que la tasa de paro de los trabajadores nativos es del 16,80% y la de los extranjeros del 29,70%. Pero para ellos, la nueva ley fue la de extranjería de junio del 2009, que tiene ciertas “particularidades” para las mujeres inmigrantes respecto a las denuncias de violencia. Ésta plantea que si una mujer inmigrante en situación irregular es víctima de malos tratos y acude a la comisaría a interponer una denuncia, la nueva Ley 2/2009 colocará un expediente de expulsión por ser extranjera irregular, que quedará suspendido hasta la sentencia del procedimiento penal.1 Esto en el marco de que el índice de violencia de género en el Estado español es muy alto, con el dato escalofriante de 84 mujeres muertas desde 2009.
Por otro lado el 25 de febrero ha sido votada la nueva ley del aborto llamada Ley de Reproducción Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo que modifica a la aprobada en 1985. Esto ha generado un gran debate y ha polarizado a la sociedad española. No es casualidad que se haya dado en la fecha próxima al 8 de marzo, en medio de una crisis en la que el gobierno de ZP necesita enmascararse de “progresista”. Es así que el PSOE quiere vender la nueva ley como una concesión de “plena libertad” de la mujer para ejercer el derecho al aborto. La senadora y secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha proclamado a los senadores que España “salda ahora un vieja deuda que la sociedad había contraído con las mujeres. Las que no compartan la norma no harán uso de ella, pero a las que quieran hacerlo no podemos ni debemos impedírselo”.
Sin embargo, la “vieja deuda” con las mujeres sigue pendiente, ya que no resuelve la cuestión de la gratuidad y deja muy ambigua la despenalización del aborto- ya que desde el punto de vista estrictamente jurídico no se despenaliza y sigue presente en el Código Penal. demostrando que lejos se está de contemplar el verdadero reclamo de las mujeres por el Aborto Libre y Gratuito. Esto último nos acerca a otra cuestión fundamental, que es la gratuidad: entre las medidas que podrían ser positivas está la que garantiza la prestación del aborto por parte de la sanidad pública, así como la educación afectiva y sexual en las escuelas. Ambas son competencias de los gobiernos de cada Comunidad Autónoma del Estado español. Sin embargo, la realidad es que los presupuestos del Estado para la sanidad pública dejan mucho que desear. Es así que por ejemplo las últimas declaraciones del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya denuncian que no hay dinero, y que posiblemente se seguirá optando por el copago, es decir, debiéndose pagar todas las intervenciones excepto en los casos de extrema necesidad. Por tanto, incluso ni las mujeres que decidan abortar hasta las 14 semanas quedan con la garantía de que en todas las Comunidades Autónomas se incorpore a la sanidad pública. Una cuestión que perjudicará, una vez más, a las mujeres de menos recursos, a las trabajadoras, jóvenes con trabajos precarios, mujeres en paro e inmigrantes.
La ofensiva reaccionaria de la Iglesia y del PP
Mientras tanto la derecha utiliza la crisis para imponer sus ideas reaccionarias de familia y tradición junto a su discurso xenófogo y racista contra los inmigrantes. Luego de ser votada la nueva ley del aborto, los sectores de la derecha más conservadora, encabezada por el Partido Popular y la iglesia católica, han protagonizado multitudinarias manifestaciones en distintas ciudades españolas. Mientras Carmen Dueñas, vocera del Partido Popular, denunció que “El gobierno quiere acabar con uno de los pilares de la sociedad española como es la familia’”, la iglesia junto a la Santa Sede y el Papa han planteado que “la nueva ley rompe con la tradición católica de España”. El arzobispo de Granada, Javier Martínez, pronunció mes de diciembre pasado una homilía en la Catedral en la que comparó la reforma de la ley del aborto con el régimen de Hitler, alegando que los crímenes nazis no eran “tan repugnantes” como los que permite cometer dicha ley. Luego, dio a entender que la mujer que aborta “mata a un niño indefenso” y, por tanto, “da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar” de su cuerpo.
Sin embargo, a pesar de esta pelea entre el gobierno de ZP y la iglesia católica, la realidad es que ésta recibe 241,3 millones de euros del Estado ’laico’ español, con gran peso en las decisiones políticas así como en sus objetivos de condicionar la moral de la sociedad burguesa. Y por tanto, las primeras en sufrir sus ataques somos las mujeres, ya que todos estos sectores se movilizan activamente: desde hace tiempo que se convocan frente a las clínicas que practican el aborto grupos católicos y de derecha, y con movilizaciones en las calles a lo largo del Estado español; y de hecho el próximo 7 de marzo, un día antes del Día Internacional de la Mujer, estos grupos organizados en la plataforma “España Vida Sí” han convocado una “marcha por la vida” a la que se responderá con una contramarcha convocada por la Plataforma por el Aborto Libre y Gratuito.
A cien años de un Día Internacional de la Mujer
La enorme crisis del Estado español además del paro de masas y precarización laboral, nos marca un rumbo en el que los recursos del estado hacia la educación y la salud seguirán cada vez mas recortados; y mucho más lo será para las mujeres que necesiten recurrir a la sanidad pública no sólo ante la necesidad de abortar, sino por su propia salud. Las mujeres trabajadoras, inmigrantes y jóvenes las más perjudicadas seguimos siendo las parias de este sistema que mientras se hunde nos hunde junto a toda la clase trabajadora.
El próximo 8 de marzo de este año 2010, es el Día Internacional de la Mujer. Una fecha que también tiene su celebración propia, ya que se cumplen cien años desde que Clara Eissner Zetkin (1857- 1933) haya promovido a escala internacional la celebración de un día especial dedicado a la reivindicación del derecho de las mujeres, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague en 1910. Nuestro día no puede ser un día como los demás, sino que debe ser un día de lucha, retomando la historia de las mujeres que lucharon por romper las dobles cadenas. Una historia de lucha contra el doble carácter de opresión como mujeres y de explotación de este sistema capitalista, soportando los abusos patronales y la discriminación. Y una lucha internacionalista, dedicada a nuestras hermanas haitianas y chilenas y el pueblo pobre y trabajador de estos países afectados por los terremotos que no debemos olvidar. Una lucha que unifique a toda las mujeres nativas y extranjeras, que rechace las todas las leyes de extranjería, y que luche por:
Por el derecho al aborto verdaderamente libre y gratuito. Abajo el Código penal! Separación de la Iglesia del Estado. Plenos derechos civiles para las mujeres lesbianas y todas las personas sin importar su identidad, ni orientación sexual, ni ’raza’. Abajo las leyes de Extranjería!
¡Basta de violencia contra las mujeres! Desmantelamiento de las redes de trata y prostitución.
¡Que la crisis la paguen los capitalistas! Contra el paro, el “pensionazo” y la reforma laboral de Zapatero: ¡Huelga General y Plan de lucha ya!
¡Fuera las tropas imperialistas de EE.UU. y la ONU de Haití! ¡Basta de represión contra el pueblo chileno. Solidaridad con nuestras hermanas haitianas y chilenas y el pueblo pobre y trabajador de estos países afectados por los terremotos.
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