CONTRA ESTE RÉGIMEN PODRIDO DE IMPUNIDAD Y EXPLOTACIÓN
Las mujeres decimos ¡Basta! y salimos a luchar por nuestros derechos
Después de diez años de lucha, diez meses de juicio y decenas de testimonios que sacaron a la luz el podrido entramado de las redes de trata que operan en las provincias del noroeste, los trece imputados por la captación, venta y explotación sexual de Marita Verón fueron absueltos en un fallo escandaloso que provocó una enorme indignación en todo el país.
Después de diez años de lucha, diez meses de juicio y decenas de testimonios que sacaron a la luz el podrido entramado de las redes de trata que operan en las provincias del noroeste, los trece imputados por la captación, venta y explotación sexual de Marita Verón fueron absueltos en un fallo escandaloso que provocó una enorme indignación en todo el país.
Los jueces Piedrabuena, Herrera Molina y Romero Lascano desecharon las pruebas, incluso los testimonios de víctimas de la trata, mientras los acusados habían querido escudarse en que son dueños de “whiskerías” y no de prostíbulos. Pero eso no hizo más que demostrar lo que ya es sabido por quienes luchamos contra las redes de trata de personas: ¡que el 72% de los casos de secuestros y desapariciones por redes de trata son mujeres que están esclavizadas en “locales nocturnos” habilitados por los propios municipios! Los funcionarios políticos, los jueces, los gobernadores, los grandes empresarios, las fuerzas represivas del Estado están implicados, forman parte, encubren o al menos hacen la “vista gorda” frente a este enorme negocio que se hace a costa de la vida de las mujeres.
“Acá está metida la mafia de los Ale, quienes fueron protegidos desde la Casa de Gobierno. Ellos son los responsables del secuestro de Marita”, había declarado Susana Trimarco en el juicio. Por más que lo intente, el gobernador K, Alperovich no puede tapar su relación con políticos como Miranda o sus encuentros en la Casa de Gobierno con Rubén “La Chancha” Ale, uno de los principales mafiosos acusados. Alperovich no puede seguir gobernando, ¡se tiene que ir!
Por eso, los premios y distinciones que el gobierno de Cristina y el de Alperovich le otorgaron a Susana Trimarco por su incansable lucha, son un cínico maquillaje que pretende ocultar lo inocultable: ¡un régimen político podrido que está metido hasta los tuétanos en el entramado de las mafias de la trata y la prostitución!
Intentan tapar la podredumbre de su régimen político
Difícil creer en las palabras de solidaridad de Cristina Kirchner o del gobernador Alperovich con Susana Trimarco. Cuando el escándalo fue inevitable y la madre de Marita Verón declaró que el gobernador de Tucumán debía “revisar su equipo de seguridad”, acusando al propio ministro de Seguridad Ciudadana por el funcionamiento de los prostíbulos en la provincia, entonces Alperovich le pidió la renuncia a este funcionario. ¿Acaso no se sabía ya anteriormente que su famosa Ley de Prostíbulos Cero era un fracaso rotundo porque no hay ninguna voluntad política de ir contra las mafias que conservan profundos lazos con el poder?
Hebe de Bonafini, también en un intento de hacer zafar al gobierno de Tucumán, declaró “Gobernador, ponga las bolas y cierre los prostíbulos”, ¡cómo si se tratara de un problema de cobardía y no de la complicidad o el encubrimiento de las redes de trata y prostitución que hacen estos regímenes políticos podridos, en todas las provincias del país!
Y no solamente esto. Hace apenas un mes que los diputados kirchneristas, en el Congreso de la Nación, dejaron que se venciera el plazo para el tratamiento y aprobación de la nueva Ley de Trata- ¡Lo cajonearon! Después de haber recibido media sanción en el Senado y de haberse incluido, en este proyecto, algunas modificaciones que surgieron del reclamo del movimiento de mujeres, todo estaba a punto de volver a “foja cero” porque no fue tratado en el tiempo correspondiente.
Pero después que miles nos movilizáramos en todo el país y que millones compartieran la bronca y la indignación en sus hogares, en las escuelas, en las oficinas y en las fábricas, la presidenta exigió la convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso para tratar el proyecto de Ley de Trata, en pleno diciembre, cuando los diputados ya suelen estar de vacaciones.
¡Tenía que ocurrir un escándalo de magnitudes internacionales y una humillación tan grande para las mujeres como la absolución de los acusados de secuestrar a Marita Verón, para que el kirchnerismo se digne a discutir la ley que antes no les importó! Por eso, no puede tratarse más que de una maniobra para intentar canalizar, por la vía institucional, la justificada bronca que se suscitó contra los jueces, los políticos y la impunidad con la que estas mafias operan en el país, a la vista de todos.
Dejar este proyecto en un cajón durante meses, sin ser tratado en el Congreso -aún con los límites que tiene- es una prueba más de que ni al gobierno ni a la oposición patronal les importa las vidas de las mujeres secuestradas y esclavizadas sexualmente.
Pero las mujeres tenemos en claro que no es con una ley con lo que vamos a poder acabar con las redes de trata, que están enquistadas en todos los “círculos del poder”, sino con la lucha y la movilización en las calles, como lo demostramos al día siguiente del fallo de la vergüenza.
La verdadera “sorpresa” fue el masivo repudio popular
Seguramente, ni los jueces que firmaron el escandaloso fallo ni los políticos que los amparan previeron que desatarían esta enorme y masiva ola de repudio popular. Eso es porque no tomaron en cuenta que la situación del país cambió en los últimos meses.
El gobierno votó junto a la derecha macrista la nefasta ley de Riesgos de Trabajo que tanto se parece a las políticas menemistas que los K dicen cuestionar, sigue negando el 82% móvil a los jubilados y se muestra cada vez más duro con el pueblo trabajador, haciendo que crezca el descontento entre amplios sectores. Ante esto, se está produciendo un lento pero sostenido cambio en la conciencia de decenas de miles de trabajadoras y trabajadores, que había sido moldeada por la ideología neoliberal del individualismo y el consumismo.
Ese descontento hizo que el 20 de noviembre pasado fuera un verdadero parazo, incluso a pesar de la política que tuvo la burocracia de Moyano y de Micheli, que convocaron a la medida. Se trató de un primer reconocimiento de nuestras propias fuerzas y de la emergencia de la clase trabajadora con nuestras propias reivindicaciones en el escenario político nacional: rebeliones en distintas fábricas, contra la patronal y los burócratas, para poder adherir al paro; enorme simpatía por la medida entre los sectores más explotados de la clase trabajadora que ni siquiera está sindicalizada, como sucede con la mayoría de las mujeres, la juventud y las compañeras y compañeros inmigrantes que están precarizados; anécdotas de los subterfugios que muchas y muchos usaron para poder adherir a la medida, enfrentando la dictadura patronal y la traición de los propios dirigentes sindicales...
¡Las mujeres estamos en mejores condiciones, ahora, para pelear también por nuestras propias demandas! En los piquetes y en los vestuarios de las fábricas, en los cortes de calle y en las anécdotas que circularon por mensajitos y redes sociales, también se evidenció la bronca, el descontento y la participación de las mujeres en el primer paro nacional de la última década. Todos los canales de televisión mostraron, aquel día, a nuestras compañeras de las fábricas y empresas de la zona norte del Gran Buenos Aires levantando sus carteles en la Panamericana: “no al maltrato de las mujeres trabajadoras” y otro que agregaba “no somos moyanistas”. Días más tarde, esas mismas compañeras marchaban junto a Pan y Rosas, en el Día de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, con una gran bandera que decía “Somos las mujeres que cortamos la Panamericana el 20N, contra el trabajo precario y en negro.”
El enorme repudio popular al escandaloso fallo en el juicio por Marita Verón, también es una muestra de que nuestros reclamos tienen un eco antes inesperado. No solamente en el movimiento estudiantil y la juventud que se movilizó masivamente, sino también en el movimiento obrero, donde las experiencias como la de la Comisión Interna de Pepsico (que sacó un comunicado repudiando a la justicia cómplice de las redes de trata y contra todas las formas de violencia hacia las mujeres) muestran que los sectores combativos y antiburocráticos del movimiento obrero, haciendo suyos estos reclamos, son un aliado fundamental de los sectores más oprimidos en la lucha por nuestros derechos.
Por eso apostamos al desarrollo de las agrupaciones clasistas en los sindicatos, para enfrentar a los empresarios, a la burocracia, al gobierno y a las distintas variantes políticas patronales de la oposición; apostamos a desarrollar un movimiento de lucha de la juventud contra el trabajo precario y un gran movimiento de las mujeres dispuestas a conquistar, con la lucha y la movilización, nuestros derechos.
El 19D Pan y Rosas y las mujeres del sindicalismo combativo marchamos por todas nuestras demandas
Pero después del parazo del 20N, el gobierno ya mostró cuál será su respuesta a nuestras demandas... ¡Intentan un acuerdo entre el Estado, los empresarios y los burócratas oficialistas para conseguir un “cepo a las paritarias” es decir, un congelamiento de nuestros salarios! Eso, mientras se mantiene el impuesto al salario, el tope a las asignaciones familiares y el IVA que afecta el consumo popular, se subsidia a los capitalistas y se paga la deuda externa con estos impuestos que salen de nuestros bolsillos y con los fondos de los jubilados del ANSES.
Por eso, creemos que tenemos nuevas razones para continuar lo que supimos hacer en el parazo del 20N, cuando los sectores combativos y antiburocráticos de la clase trabajadora intervinimos con una política independiente. Sabemos que para torcerle el brazo al gobierno se necesitan medidas más duras, como un verdadero plan de lucha nacional votado en asambleas, decidido por toda la clase trabajadora, para pelear en la base de todos los gremios, incluso ahí donde dirigen la CGT y la CTA oficialista. La marcha convocada por Hugo Moyano y Pablo Micheli de la CGT y CTA opositoras, para el 19 de diciembre, plantea las mismas reivindicaciones del paro del 20N, pero esta vez no convocan a parar. Además, ya vimos cómo Moyano que ayer estaba con los K, ahora está un día Scioli, la semana siguiente con De la Sota, pero siempre al lado de los políticos patronales, preparándose para las elecciones de 2013 ¡lo opuesto a lo que necesitamos! Lo mismo hace Micheli, llevando agua para el molino de la centroizquierda sojera del FAP de Binner.
Por eso, te invitamos a marchar junto a las organizaciones de izquierda y del sindicalismo combativo que concurriremos a Plaza de Mayo, para pelear contra el pacto social del gobierno, la burocracia oficialista y las patronales; por paritarias libres elegidas en la base y por un aumento salarial equivalente al costo de la canasta familiar indexado mensualmente según la verdadera inflación. Por un plus de fin de año de 4 mil pesos para todos, por la universalización de las asignaciones familiares, por el 82% móvil para los jubilados y para acabar con el trabajo en negro y precario, por el pase a planta de todos los trabajadores. Por comités populares de control de precios para terminar con la inflación, persiguiendo a los verdaderos responsables, los capitalistas formadores de precios. Por el cierre de las causas y la anulación de las condenas a los luchadores y la anulación de la ley antiterrorista. Allí estaremos, haciendo sentir también nuestra exigencia de justicia por Marita Verón y decir bien fuerte ¡abajo Alperovich y el régimen de impunidad y entrega sostenido por el PJ!
Más que nunca, seguiremos construyendo un gran movimiento de mujeres, de lucha, para canalizar la bronca y el descontento que provocan los agravios y las injusticias que sufrimos millones de mujeres y a los que estamos dispuestas a decirles ¡Basta!
Temas relacionados