Jueves 8 de enero de 2009

ENTREVISTA A LAS TRABAJADORAS

INDUGRAF: "Si no luchamos, nos quedamos sin nada…"

Desde el 10 de diciembre las trabajadoras y trabajadores de INDUGRAF, un taller gráfico del barrio Parque Patricios, mantienen tomada la planta en defensa de sus puestos de trabajo y para evitar que la vacíen, ya que los Martínez, patronal que les adeudaba entre dos y tres meses de sueldos, cerraron la planta el 24/11 dejando a noventa familias en la calle. Ante lo cual la respuesta de los trabajadores fue contundente, rechazaron los despidos e instalaron un acampe en las puertas de la gráfica, y el 10/12 ante la falta de respuestas del sindicato gráfico, el Ministerio de Trabajo y la patronal, decidieron entrar.

  • No al cierre de Indugraf
  • No al cierre de Indugraf

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Desde el 10 de diciembre las trabajadoras y trabajadores de INDUGRAF, un taller gráfico del barrio Parque Patricios, mantienen tomada la planta en defensa de sus puestos de trabajo y para evitar que la vacíen, ya que los Martínez, patronal que les adeudaba entre dos y tres meses de sueldos, cerraron la planta el 24/11 dejando a noventa familias en la calle. Ante lo cual la respuesta de los trabajadores fue contundente, rechazaron los despidos e instalaron un acampe en las puertas de la gráfica, y el 10/12 ante la falta de respuestas del sindicato gráfico, el Ministerio de Trabajo y la patronal, decidieron entrar. Y hoy son concientes de que los únicos que pueden dar una salida a su lucha son ellas/os mimas/os poniendo a producir la gráfica bajo gestión obrera como lo demuestran los ejemplos de Zanon, Chilavert, Brukman y otras fábricas recuperadas, ya que saben que no pueden esperar nada de la patronal vaciadora, ni de la burocracia sindical o el gobierno, que ya empezaron a descargar los efectos de la crisis sobre las espaldas de las trabajadoras y trabajadores.

Las compañeras de Pan y Rosas acercamos nuestra solidaridad activa para lograr el triunfo de las obreras y obreros de INDUGRAF, y realizamos entrevistas para aportar a difundir el conflicto.

Marina (M) y Marcela (Ma) nos cuentan cómo viene el conflicto, cómo lo viven por ser mujeres, y cómo es estar al frente de esta lucha.
M: es difícil, por el tema de que nosotros estábamos acostumbrados a venir y cumplir un horario, sabíamos que de la forma en que nos pagaban era horrible por el tema de que veníamos a trabajar, cumplíamos el horario y seguíamos cobrando mal, nos daban $200 un viernes, o $50? y es difícil la lucha porque no estábamos acostumbradas a nada, porque tenemos familia, venimos todos los días acá, la preocupación? cambió la vida de la gente de acá por el tema este de que si no la luchamos nosotros nos quedamos sin nada! Antes era estar en mi casa, con mi novio y de mi casa a mi trabajo y del trabajo a mi casa, nada más?

E: -¿Cómo hacen para sostenerse? -¿Y sus familias?
M: hay que tratar de convencer a la familia. Por ejemplo en mi caso, mi novio no quería saber nada, y de un día para el otro me dijo que él me acompañaba y ahí como fue viendo lo que pasaba acá. Es como que se van acercando familiares y se dan cuenta de lo que estamos pasando nosotros? tratar de que venga la familia es lo mejor, el tema es que vean lo que pasa acá.

Ma: yo desde que empezó todo esto, llegar acá, encontrarnos con la puerta cerrada, mirarnos a la cara y decir "-¿qué pasó? -¿Y ahora qué hacemos?"? y tener que decirles a mis hijos, llegar a casa y decirles: "me echaron". Y tampoco ellos van a entender nada. Yo tengo cinco hijos y las dos más grande tienen una 19 y otra 17, los más chiquitos tienen 12, y una de 6 y 4. Así que están divididos ahí, entonces yo tengo que hacer un balance para ver qué contención a las mas grandes que se me ponen a llorar porque ven el sufrimiento de mamá y la lucha de mamá y la entienden? y otro es la del medio, y los mas chiquitos que por ahí ven que yo no estoy? el mas chiquito no sabe que yo estoy sin trabajo, él cree que yo todos los días voy a trabajar, porque es chiquito, pero los otros sí saben. Entonces es eso, esas cosas que te cambian la vida totalmente.? Después es tener que seguir acá luchando, venir para acá, estar con mis compañeros, es el tema comida? hasta que eso se fue mas o menos organizando la pasamos bastante peleada, porque ellos nos dejaron a todos sin nada, sin un peso. Lo primero que pensas es -¿Qué comés?... Todos estamos acostumbrados a llevar a casa y no a tener que por ejemplo yo sacarle a mi mamá, y yo le estuve sacando a mi mama, que es jubilada!... Entonces, a veces traerlos o mostrar, que estén con nosotros, por ahí son cosas que llegan más? Les explicamos, yo les digo que hay gente acá, que nos apoyan?

E: también están sacando fuerzas que tal vez no conocían de ustedes mismas, no?

Ma: si, de donde no tenes, porque de repente tenes una discusión acá y lagrimeas y de repente resurgís porque sabés que no podés quedarte llorando? cuando salís de acá, te vas pero sabés que esto queda acá y no te vas tranquila? ya no es el "ah! Me quiero ir a mi casa!", ahora es ir y venir, y creo que la mochila la llevamos y la traemos.
M: sí, porque cuando te vas es el tema del desalojo, y pensar qué estarán haciendo, habrá pasado algo. A veces no queres mandar un mensaje, porque la gente de acá está muy cansada, y "Che, -¿habrá venido el desalojo y nosotras no estamos?", es todo el tiempo eso, desde que estamos acá.

E: Después de la reunión del Ministerio de Trabajo -¿qué perspectivas tienen, qué piensan hacer?

M: No esperaba esto, de los Martínez si, pero del Ministerio -¡mirá a lo que lleva la plata, el poder!, y saber que nosotros somos trabajadores y no tenemos un mango y la tenemos que luchar solas?
Ma: te da impotencia, porque yo trabajo con ellos hace ocho años. -¡Y todavía tener que seguir escuchando que dicen (en el Ministerio) "dejen el lugar y ellos van a arreglar con ustedes"!, ellos les creen, pero nosotros ya no! Creen en quien nos está damnificando. Hoy le decía a un compañero: ellos (Martínez) conocen el nombre de mis hijos, el de tus hijos, y se cagaron en todos! Todos los viernes nos daban $50, sabían que mi hijo es alérgico y no les importaba! Para ellos éramos sólo números, no éramos personas.
M: eso se veía en que no les importó nada, y eso que hubo muchos problemas de todo tipo acá adentro y les resbalaba todo a ellos, eran una porquería para no decir otra palabra.

E: tal vez eso demuestra que la solución tiene que salir de ustedes, que no se puede confiar en el gobierno o en el sindicato.
Ma: ya nos dimos cuenta de que todo depende del esfuerzo, la unión y la lucha de nosotros. Lo primordial hoy es resistir el desalojo, -¡Yo no voy a ir a mi casa sin nada, tengo mucha fuerza para luchar, y no les voy a regalar lo mío! Y mis compañeros piensan de la misma forma.

PyR Psicología-UBA




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