(Pan y Rosas, 11/11/08) Ante la reciente sentencia al violador de Elizabet Díaz, Arturo Benavidez, Sol Bajar, docente de la UBA y militante de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, señaló: "hablamos de un poderoso empresario cordobés que durante casi 10 años sometió a Eli a sistemáticos abusos sexuales, hostigamientos y amenazas, aprovechándose de su situación de pobreza, de sus responsabilidades familiares y de su relación de dependencia como empleada doméstica de Benavidez, desde que tenía los 9 años"

"En 2006 Eli fue encontrada desvanecida en el baño de la casa donde trabajaba y ese mismo día la detuvieron en una cárcel de máxima seguridad, acusada de homicidio agravado por el vínculo, como una muestra más del silencio impuesto por la justicia y otras instituciones del Estado a las violaciones, los embarazos forzosos y la humillación de la que son víctimas miles de mujeres en nuestro país", denunció Sol Bajar, quien prosiguió: "Por su valiente actitud y por la gran movilización que diversas organizaciones impulsamos en su apoyo, un jurado popular absolvió a Eli y su violador fue detenido y recientemente condenado a 8 años de prisión (...) Inusualmente, un patrón, sospechado de colaborar con la dictadura militar, que se creyó propietario hasta del cuerpo de una niña, estuvo en el banquillo de los acusados y una mujer joven, trabajadora y pobre se hizo oír como querellante, denunciando que `8 años de prisión contra 10 años de padecimientos y tortura, no son justicia´, como hizo Eli ante los medios de comunicación y la justicia".

Al respecto, Sol Bajar denunció que "esta es la terrible situación que deben atravesar miles de mujeres, que habiendo sufrido las peores vejaciones son revictimizadas con reaccionarias leyes e instituciones, como la justicia y la policía, que nos obligan a demostrar, cada vez que hemos sido abusadas, que no provocamos la situación o que no la consentimos (...) Pero lo que también mostró este juicio es que el fundamento de la igualdad ante la ley es una irónica formalidad: pertenecer al círculo de las clases dominantes tiene sus privilegios, porque garantiza, entre otras cosas, la protección política y el amparo para los victimarios y esto tampoco es nuevo: mientras las víctimas son niñas, adolescentes, jóvenes trabajadoras y pobres, los imputados son, innumerables veces, funcionarios, comisarios y policías retirados, empresarios, patrones o hijos de éstos, que cuentan con el apoyo y complicidad de influyentes jueces y personalidades, como Benavidez, que fue defendido por el mismo abogado de Menem en la causa de Río Tercero".

Finalmente, Sol Bajar señaló: "El gobierno de Cristina Fernández, la Iglesia, el Estado y sus instituciones, son responsables de que estas condiciones se mantengan y reproduzcan diariamente sobre las vidas de las mujeres", y agregó: "El caso de Eli muestra que la justicia ampara a los empresarios mientras condena a las mujeres, mucho más si son trabajadoras y pobres (...) La conquista de nuestras reivindicaciones no va a venir de la mano de estos sectores: sólo organizándonos y movilizándonos por nuestros derechos será posible acabar con tanta violencia y terminar con la revictimización que los tribunales de esta justicia para ricos hacen recaer sobre nosotras. Por eso este 25/11, Día internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres, llamamos a ser miles en las calles para arrancar la absolución definitiva de Eli Díaz, conquistar la libertad para Romina Tejerina y decir que no queremos una sola víctima más de la violencia contra las mujeres"

Agrupación de mujeres Pan y Rosas

(PTS e Independientes)

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