Una vez más salimos a pelear por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, como lo venimos haciendo miles de mujeres desde que en 1990, durante el Encuentro Feminista, se designara el 28 de septiembre como Día de Lucha por la Legalización del Aborto en América Latina y el Caribe, un continente donde las consecuencias del aborto clandestino son la causa del 25% de las muertes de mujeres. En América Latina, se practican 4 millones de abortos y más de 5.000 mujeres mueren por sus consecuencias, cada año.

En Argentina, la Iglesia y el gobierno de Kirchner son responsables de las muertes por abortos clandestinos

En nuestro país, seguimos en un punto cero: el gobierno no ha hecho nada para evitar que sigan muriendo más de 400 mujeres cada año por las consecuencias de los abortos clandestinos y todavía sigue debatiendo de qué manera reglamentar el aborto no punible que está estipulado en el Código Penal, mientras se permite la intromisión de la Iglesia y la justicia en cada uno de los casos de adolescentes discapacitadas que deben soportar embarazos forzosos, después de haber sido abusadas.

Frente a esta situación, lamentablemente, son la Iglesia y la derecha las que se envalentonan: recientemente el cardenal Bergoglio llamó a "poner freno al desenfreno abortista" y el siniestro monseñor Aguer de La Plata dijo que "el totalitarismo de los abortistas se cierne sobre la Argentina como una siniestra amenaza, como la sombra de Herodes." -¡Hipócritas! -¡Dicen esto mientras el cura Von Wernich está siendo juzgado por su participación en los centros de detención y tortura de la dictadura, con el aval de la jerarquía eclesiástica que fue cómplice de los militares genocidas! Por su parte, la derecha macrista "aliada a los asesinos de Sobisch y Bussi- impulsa un proyecto para evitar que se permita abortar a las mujeres víctimas de violación.

Y aunque cada vez son más las miles de personas que se pronuncian a favor de la despenalización del aborto, las organizaciones que integran la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y otros grupos afines al gobierno decidieron no impulsar ninguna gran movilización unitaria, sino algunos pequeños actos con sus propias organizaciones, después de haber limitado el gran apoyo que obtuvieron en sus inicios al mero reclamo de conseguir "lo posible" -como la reglamentación del aborto no punible que impulsa el gobierno- en los pasillos de los ministerios.

-¿Y en América Latina?

En el resto de América Latina tampoco se ha avanzado en conquistar el derecho al aborto y en algunos lugares, la situación ha retrocedido:

En Nicaragua, quien se definía como revolucionario hacia fines de los 70 y actualmente es presidente, Daniel Ortega, impuso el reclamo de la Iglesia y de otros sectores reaccionarios, de penalizar el aborto terapéutico que estaba en ese país. Gracias a su nueva medida quienes practiquen el aborto terapéutico tendrán un castigo de 4 a 8 años de prisión.

En Uruguay, desde que asumió el gobierno Tabaré Vázquez se ha dedicado a boicotear la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que incluye la despenalización del aborto.

Ni siquiera el gobierno de Evo Morales, ni el de Chávez que predica "el socialismo del siglo XXI", están de acuerdo con la aprobación de un derecho democrático tan elemental. Tanto en Bolivia como en Venezuela miles de mujeres pobres abortan cada año en forma clandestina, exponiendo su salud y su vida, mientras que sólo una minoría de mujeres privilegiadas puede recurrir a la interrupción de un embarazo en una clínica privada clandestina, sin riesgos para su vida. En Venezuela, organizaciones de mujeres están haciendo circular una carta bajo el título de "Nosotras abortamos y nosotros también" en la que mujeres y hombres reclaman al gobierno de Chávez "educación sexual en la escuela básica, métodos anticonceptivos y la interrupción voluntaria del embarazo en forma segura y gratuita."

Pero cuando la "gobernabilidad" tiene cara de mujer, como en Chile, los resultados no son precisamente "rosas" para las mujeres: Bachelet es representante de un gobierno que mantiene en lo esencial, la continuidad con el régimen de la Concertación que "entre otras cosas- garantizó la impunidad de Pinochet y el mantenimiento de los planes económicos impuestos a sangre y fuego durante la dictadura; no sólo ha desatado una feroz represión contra los estudiantes y los/as trabajadores/as chilenos, sino que además ha preferido mantener una alianza con la Democracia Cristiana y los sectores más conservadores antes que avanzar en el derecho al aborto.

Es que los actuales gobiernos latinoamericanos, además de propiciar las multimillonarias ganancias de los empresarios, no se proponen enfrentar a la Iglesia Católica que, en el último año, lanzó una cruzada "contra el aborto y la homosexualidad" en nuestro continente.

-¡Ni una muerta más por abortos clandestinos! Pongamos en pie un gran movimiento de lucha por el derecho al aborto

Este 28 de Septiembre tenemos que exigir el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Para conquistar este derecho llamamos a todas las organizaciones de mujeres, feministas, de trabajadoras/es, cuerpos de delegados, comisiones internas combativas, centros de estudiantes, organismos de DD.HH, etc, a poner en pie un gran movimiento de lucha por el derecho al aborto, independiente del gobierno y los partidos patronales que plantee:

por la separación de la Iglesia del Estado

educación sexual y anticonceptivos gratuitos

derecho al aborto libre y gratuito

ESTE 28 DE SEPTIEMBRE, 17:30 hs MARCHAMOS DE CONGRESO A PLAZA DE MAYO

Pan y Rosas