Jueves 12 de junio de 2008

HACIA EL XXIII ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

A Neuquén, por los derechos de las mujeres

El 16, 17 y 18 de agosto próximo tendrá lugar el próximo Encuentro Nacional de Mujeres en Neuquén. Entrevistamos a Jesica Calcagno, presidenta del Centro de Estudiantes de Sociales (UBA), María Rosa Solinas, delegada del Laboratorio Fresenius y Marcela Lima, trabajadora del Hospital Castro Rendón de Neuquén, militantes del PTS que impulsan la agrupación Pan y Rosas junto a decenas de compañeras independientes en todo el país.

  • La Agrupación Pan y Rosas llegando al Encuentro realizado en Córdoba el año pasado

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Este es el primer Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará bajo el mandato de una presidenta mujer?

M.L.: Sí, su "género" es algo destacado permanentemente por Cristina; pero en sólo 6 meses, la presidenta liquidó el "doble discurso" que caracterizó al gobierno de Néstor Kirchner: para restablecer relaciones con la Iglesia, nombró a Graciela Ocaña en el Ministerio de Salud que, a pocos días de asumir, afirmó que el aborto es un tema de "política criminal". Además, en estos últimos meses, el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva atraviesa una de sus mayores crisis, con la falta de anticonceptivos gratuitos que no llegan a los hospitales públicos.

J.C.: También durante la gestión de Cristina se acabó con el cuento de la "Corte progresista"... Carmen Argibay ratificó la condena a prisión de Romina Tejerina, mientras el mismo día fallaba a favor de que el torturador Patti pudiera asumir como diputado. Después, el Congreso votó una ley contra la trata que fue rechazada por todas las organizaciones de mujeres, especialistas y familiares de las víctimas porque, si son mayores de edad, las obliga a tener que demostrar que no prestaron su consentimiento para ser explotadas sexualmente.

M.R.S.: Hasta los mismos datos oficiales dicen que, entre las mujeres, el desempleo es del 10,6%. Además, un 54% de las trabajadoras tiene contratos precarios y cobra un 30% menos que los varones por el mismo trabajo. Mientras las condiciones de trabajo empeoran, la inflación nos come los salarios. Y cuando salimos a luchar junto a nuestros compañeros, nos reprimen como lo hicieron con las compañeras y compañeros del Casino Flotante, en Mafissa, contra las trabajadoras rurales de Campo Grande o, recientemente, contra niños, niñas y mujeres desocupadas que reclamaban en la municipalidad de La Quiaca.

J.C: Elisa Carrió o la macrista Michetti son lo mismo. Junto con el cardenal Bergoglio no sólo se oponen al derecho al aborto, sino que además defienden los intereses de los empresarios y la reconciliación con los genocidas.

-¿Qué expectativas tienen en el próximo Encuentro?

M.R.S.: En la vereda de enfrente de estas mujeres que nombra Jesica, hay otras que se cansaron de ser "esclavas", algunas comenzaron a organizarse, como las trabajadoras del ajo de Mendoza, que lograron la reincorporación de sus compañeros despedidos, o las obreras de Werthein, que después de 24 días de paro y piquetes consiguieron que se reintegren a sus labores los despedidos, aumento de salario y pagos de horas extras. Y están las docentes que, acá en Neuquén, tienen una larga tradición de lucha y las obreras de Zanon que junto a los obreros ceramistas vienen sosteniendo la empresa bajo gestión obrera desde hace siete años y son un ejemplo de lucha para todos los trabajadores y trabajadoras de la provincia y el país. Junto a estas mujeres trabajadoras queremos plantear que es necesario dar un paso más en el Encuentro y aprovechar para que nos sirva a miles de mujeres de todo el país, para organizarnos y llevar adelante un plan de lucha nacional por nuestros derechos.

M.L.: Por eso las compañeras de Pan y Rosas de Neuquén estamos participando en la Comisión Organizadora, con la convicción de que el Encuentro tiene que ser un espacio democrático de debates y un instrumento de organización para la lucha de miles de mujeres que vienen de todo el país. Esto provocó un debate en la Comisión Organizadora, porque hay algunas organizaciones, como el PCR, que quieren reducir los Encuentros únicamente al espacio en el que intercambiamos nuestras vivencias y opiniones, pero donde no se puede decidir nada acerca de cómo organizarnos para enfrentar esas situaciones que relatamos en cada taller, para luchar contra la trata, por aumento de salario, por el derecho al aborto libre y gratuito, para acabar con la violencia contra las mujeres. Para nosotras es importante que, de ese intercambio de experiencias que cada año miles de mujeres realizamos en los talleres del Encuentro, surja la posibilidad de organizarnos para transformar nuestra situación y sabemos que, frente a esta posibilidad, no habrá consenso con las "patotas" que manda la Iglesia para agredir a las mujeres que luchamos por el derecho al aborto y a las lesbianas que se reúnen cada año también en este espacio amplio. Tampoco puede haber consenso entre miles de trabajadoras hartas de la inflación que les impide llegar a fin de mes y las mujeres de la burocracia sindical que pactaron el techo salarial con el gobierno; ni entre las trabajadoras rurales explotadas en condiciones casi de esclavitud y las mujeres que apoyaron el lock out de las entidades patronales "del campo", entre las que, lamentablemente, hay que contar a las mujeres del PCR que integran siempre las Comisiones Organizadoras de los Encuentros Nacionales de Mujeres imponiendo su criterio sin permitir ningún debate entre los distintos puntos de vista.

J.C.: Las compañeras del PTS y las compañeras independientes que integran la agrupación Pan y Rosas creemos que es necesario levantar una perspectiva de independencia política de la Iglesia, el gobierno y los sectores patronales. La presidenta y los sectores de la oposición patronal, defienden los mismos intereses, las mujeres trabajadoras, estudiantes y activistas tenemos que unirnos para luchar por nuestros derechos.