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Pan y Rosas
14 de mayo de 2009 Twitter Faceboock

CAMPAÑA DE LA AGRUPACIÓN ’NOSOTRAS’ DE LA ZONA NORTE DEL GRAN BUENOS AIRES
Cuando el cuerpo se rebela

Los empresarios quieren que paguemos su crisis con el deterioro de nuestros propios cuerpos…¡las mujeres trabajadoras no lo vamos a permitir!

Link: http://panyrosas.org.ar/Cuando-el-cuerpo-se-rebela

Hoy en día, la abrumadora mayoría de las trabajadoras de la industria alimenticia -como tantas otras de diversas ramas-, padecemos severos problemas de salud. Y esto, que no es nuevo, se viene incrementando en los últimos meses, a raíz de los brutales aumentos en los ritmos de trabajo y en una organización de la producción inhumana. A pesar de la crisis, la industria de la alimentación no ha cesado de dar ganancias: por ejemplo Alberto Pizza, director de Kraft Foods Cono Sur, declaró para C5N que su empresa facturó 456 millones en febrero del 2008 hasta febrero del 2009. No puede dejar de causarnos indignación que mientras empresarios como éste se despachan así por TV, quienes trabajamos padecemos altos ritmos de producción, reducción del personal (despidos de contratados y terciarizados) y congelamiento de los salarios.

Nosotras, las mujeres, seguimos trabajando en condiciones precarias y haciendo la labor de dos o más personas, realizando esfuerzos repetitivos, intensos y permanentes, sufriendo el exceso de trabajo, sin pausas ni descansos periódicos en nuestras tareas. Una situación que afecta directamente nuestra salud con enfermedades como tendinitis, túnel carpiano, lumbalgia, depresión, hipoacusia laboral, estrés, várices, hernia de disco, infección urinaria y cervicobraquialgia. Nuestros tendones, músculos y nervios se inflaman? y el cuerpo se rebela. Varias de estas enfermedades laborales "invisibles" que se denominan LER (lesiones por esfuerzo repetitivo), son sufridas por miles de obreras, pero no son reconocidas por los médicos de las empresas ni las ART, no podemos gozar de licencias y el reposo que requieren aunque las padezcamos y nos dejen discapacitadas de por vida. Ya vemos que las fábricas de la alimentación no sólo producen galletitas, snacks y golosinas?también producen lesiones irreversibles en nuestros cuerpos.
Esta realidad que venimos soportando en las fábricas no es "natural", ni tampoco que después de las extenuantes jornadas de trabajo, recaigan sobre la mayoría de nosotras las tareas domésticas que hacemos en nuestras casas. -¡Nunca paramos de trabajar!

Sabemos que a las patronales no les importa nuestra salud sino explotarnos y sacarnos el jugo al máximo, descargando su crisis sobre nuestro cuerpo. La burocracia sindical de Daer ignora nuestras demandas y mira para otro lado, al igual que las ART, amparando la impunidad patronal.

Por todo esto, porque sabemos que sólo con nuestra lucha y organización en cada lugar de trabajo podremos terminar con estos atropellos contra nuestra salud y conquistar nuestros derechos, es que lanzamos esta campaña para llegar a miles de compañeras que padecen esta realidad. Y uniéndonos junto a nuestros compañeros varones para que la crisis la paguen los capitalistas y por terminar con la superexplotación, la discriminación laboral y el abuso patronal.


TERRABUSI/ "Somos seres humanos y no una extensión de la máquina"

Luego de cierto tiempo de comenzar en la empresa empecé a sentir dolores en la espalda, en la cintura, como descargas eléctricas fuertes, hasta que un día quedé dura y sin movimiento a causa de una lumbalgia fuertísima. Me dieron sesiones de kinesiología y sólo dos días de reposo, por lo cual se suponía que ya estaba curada. Meses después el dolor volvió pero más intenso todavía. Fui al departamento médico, me pusieron en una camilla con calor localizado pero no funcionó. Me dieron dos días de reposo y cuando volví, me mandaron a mis tareas habituales nuevamente. Cuando traje certificado del traumatólogo que me atiende con veinte días de reposo, el médico de la empresa me hostigó hasta hacerme dudar de si tomarme el reposo recomendado por el miedo sembrado mediante amenazas como "yo que vos no me enfermaría ahora ni me tomaría reposo porque las cosas no están bien en la empresa, no es el momento". Lamentablemente este tipo de episodios se repiten día a día con todo tipo de patologías; las compañeras y compañeros aguantan todo tipo de flagelos con el miedo latente que hay por la crisis económica a que te despidan y te dejen en la calle.

Yo pienso que está muy bien que hagamos una campaña para desnaturalizar estas enfermedades, denunciando a la empresa y la ART. Tenemos que organizarnos para que estas situaciones no existan más y que se respeten nuestros derechos como mujeres trabajadoras. Somos seres humanos y no una extensión de la máquina.


STANI/ "Nos regalan masajes descontracturantes para hacernos creer que se preocupan por nuestra salud"

En Stani tenemos que lidiar con la explotación y la propaganda que esta multinacional nos vende para hacernos creer que se preocupa por nuestra salud. Nos dicen que pensemos en nuestros hijos para no accidentarnos y no hacen nada para hacer más seguras las máquinas que usamos. Para el día de la madre nos regalaron a las trabajadoras -¡descaradamente! una sesión de masajes "descontracturantes". -¡Como si eso fuese suficiente para que desaparezcan las dolencias que nos producen los ritmos de producción que nos imponen día a día!
Nos dicen que trabajar en Stani es la gloria pero -¿de qué gloria hablan? Nuestro sueldo no nos alcanza para vivir, nosotras no tenemos guarderías, ni micros que nos trasladen, no todas tenemos categoría y por otro lado existen dos convenios que nos dividen a los trabajadores/as. La patronal argumenta que no puede aumentar nuestro sueldo porque sino tendría que despedir gente, algo que no es real porque a las alimenticias no les llegó la crisis todavía. Nos damos cuenta que seguimos produciendo normalmente incluso con jornadas de doce horas, lo que muestra que tranquilamente se podrían repartir las horas de trabajo con trabajadores desocupados, todos con 8 hs y con un salario que cubra la canasta familiar. Creo que hay que hacer una gran campaña por esto y por los derechos que nos niegan a las mujeres trabajadoras.

 
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