Según recientes estimaciones, la mitad de la población mundial corre riesgo de contraer malaria: 250 millones de personas enfermaron y casi un millón murieron. En Á frica, el paludismo es la causa de 1 de cada 5 muertes de niñas y niños; por año hay 200 mil casos de fiebre amarilla; 862 millones de personas sufren hambre y 100 mil mueren al año por esa causa. Se estima que, cada año, 8 millones de personas enferman de tuberculosis; 9 millones padecen mal de Chagas. Además, cada año mueren más de 2 millones de personas por accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo: -¡cada 24 horas 1 millón de trabajadoras y trabajadores sufre un accidentes de trabajo! En el sector agrícola, hay casi 200 mil muertos por la exposición a agrotóxicos.
Más del 60% de los infectados por HIV en Á frica, son mujeres; en todo el mundo, cada año, 14 millones de adolescentes se convierten en madres; diariamente, 1600 mujeres y más de 10 mil recién nacidos mueren de complicaciones prevenibles del embarazo y del parto.
– ¿Qué otra causa puede haber para estos índices de enfermedad y mortandad sino las mismas condiciones de vida de la enorme mayoría de la humanidad? Hacinamiento, falta de acceso al agua potable, de cloacas, de gas, de electricidad, de acceso a la salud y a la educación, desocupación, precarización laboral, salarios de miseria. Sin mencionar las catástrofes ambientales y sanitarias que genera la devastación indiscriminada de los recursos naturales propiciada por el lucro capitalista. Por eso colapsan los sistemas de salud, incapaces de responder a las "catástrofes sanitarias", como las que recientemente vivimos en Argentina, con el dengue o, en México, con la gripe porcina.
– ¡Cuánto peor será a medida que se siga profundizando la crisis económica mundial! Los capitalistas querrán descargar la crisis que ellos generaron sobre nuestros hombros: eso significa que empeorarán nuestras condiciones de vida y la salud de millones de seres humanos, si la clase trabajadora y el pueblo pobre no nos organizamos para que la crisis la paguen ellos.
Al gran pueblo argentino... -¿salud?
El deterioro de la salud pública con las políticas privatizadoras y de desguace del sistema sanitario de las décadas anteriores no se revirtieron durante los años de crecimiento económico de los que se ufana el kirchnerismo. En el último año, el gobierno de Cristina Kirchner pagó en concepto de deuda externa, 8 veces más de lo que destinó a la salud. Mientras que las distorsionadas "estadístiKas" oficiales informan que "antes aún que irrumpiera la crisis mundial- más de un 15% de la población vivía en la pobreza y casi un 5% en la indigencia. Y, siempre según las propias cifras oficialistas del INDEC, la mitad de la población no tiene obra social, plan médico privado o mutual para afrontar la atención de su salud. Ahora, la ministra Graciela Ocaña llegó al ridículo de presentar un plan de médicos comunitarios para enfrentar la epidemia del dengue, reconociendo en la misma conferencia de prensa "ante la pregunta de un periodista- que no sabía que los trabajadores se encontraban de paro, en reclamo de salarios adeudados.
El discurso kirchnerista de contar con un sistema de salud "que sea lo más universal posible, dentro de las naturales restricciones en la materia", no aclara que las restricciones no tienen nada de "naturales", que son las que imponen el Banco Mundial y el FMI, junto a los laboratorios multinacionales y los empresarios de la salud que siguen embolsando cuantiosas ganancias a costa de la explotación de las trabajadoras y trabajadores de la salud, la enfermedad y la muerte de los pacientes que también son trabajadores y del pueblo pobre. Pero, además, este discurso oculta el hecho incontrastable de que durante la gestión kirchnerista, sectores de la cúpula cegetista se transformaron en "empresarios" y "administradores" de las clínicas y sanatorios privados que quebraron, mejorando la salud... -¡de la caja de la burocracia!
Para que la salud salga de terapia intensiva
Con el horizonte de la crisis económica mundial, las perspectivas para la salud de la población, el sistema sanitario y la situación de las trabajadoras y trabajadores del sector, sólo pueden ser peores. Para el deterioro general del sistema de salud, los extenuantes ritmos de trabajo, parar los despidos y las suspensiones, tenemos que plantearnos una perspectiva realista: asambleas en todos los lugares de trabajo para que el próximo paro nacional de la CTA, del 27 de mayo, sea el comienzo de un verdadero plan de lucha nacional que comience por imponer aumento de salarios ajustados automáticamente según la inflación, la prohibición de los despidos y suspensiones y el establecimiento del reparto de las horas de trabajo. Hay que pelear por un frente único de lucha por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas.
Quienes integramos la Agrupación Clasista Marrón y las trabajadoras de Pan y Rosas peleamos, en los sindicatos, por recuperarlos para la lucha y reemplazar a las direcciones por una nueva dirección clasista, combativa, antiburocrática que sostenga la independencia política de los trabajadores y sus organizaciones de todas las variantes patronales.
La CGT de Moyano acaba de movilizar a decenas de miles de trabajadores y trabajadoras -¿Fue para parar los despidos y las suspensiones? -¡No! Fue para exigir el manejo de la guita de las obras sociales y que pongan algunos burócratas sindicales en las listas kirchneristas a diputados... esos fueron los únicos reclamos que le hizo Moyano al gobierno. Y a los trabajadores nos llama a votar por Kirchner en las próximas elecciones, para apoyar a "la compañera Cristina". -¡Ni qué hablar de Barrionuevo, que directamente nos llama a votar al multimillonario empresario derechista De Narváez!
Por su parte, la CTA sí plantea que se prohíban por 180 días los despidos y que la crisis no la paguemos los trabajadores. Pero los dirigentes de la CTA no definen quién es el que tiene que pagar la crisis, porque "como lo hicieron también en anteriores elecciones- nos dicen que votemos distintas variantes de centroizquierda que estuvieron con los "sojeros", como Pino Solanas, o que son colectoras del kirchnerismo, como Martín Sabbatella.
Para la CTA, el problema de la salud se resuelve con un sistema "solidario" que se base en una "justa distribución de la riqueza"... Pero -¿cómo se hace sin atacar las ganancias capitalistas? Eso no es algo que propongan ni Solanas ni Sabbatella... al primero, los rentistas de la Federación Agraria lo consideran "su" candidato; al segundo, se lo conoce por sus funciones como intendente de Morón, donde aumentó 100% los impuestos, mientras los trabajadores municipales, precarizados y contratados, cobran un básico de 650 pesos y se les descuentan los días de paro cuando salen a luchar por sus derechos. Pino votó con los socios menores de los oligarcas de la Rural para que no se les apliquen retenciones a los empresarios del campo; Martín da subsidios a los empresarios de su distrito, mientras permite que sigan corriendo los despidos frente a la crisis -¿esa es la "justa distribución de la riqueza" de la que nos hablan los dirigentes de la CTA?
Por eso tenemos una gran tarea por delante: contra la infame subordinación de los dirigentes sindicales a uno u otro partido capitalista, impulsar un debate amplio y democrático en nuestros sindicatos sobre la necesidad de construir un partido de la clase trabajadora, basado en la fuerza de nuestras propias organizaciones de lucha y que levante un programa para que la crisis la paguen los capitalistas.
Y eso, es lo único verdaderamente saludable para nosotros, los millones de trabajadoras y trabajadoras, las familias del pueblo pobre que somos quienes generamos sus ganancias y sobre quienes quieren descargar, ahora, sus pérdidas.
El Plan Federal de Salud surge ante el colapso del sistema sanitario del 2001. En el 2002, la Mesa de Diálogo Argentino reúne a 34 entidades sindicales y empresarias y, "ante la profunda regresión social en la que se encuentran sumidos miles de argentinos" propone un acta que firman la CGT, la CTA, FATSA bajo la supervisión de organismos de la ONU y el Congreso. Tres años más tarde, el plan develaba su verdadero rostro con el ministro kirchnerista Ginés González García que acusó de "terroristas sanitarios" a los trabajadores del Hospital Garrahan que luchaban por salario y por la defensa de la salud pública. Hoy, bajo el gobierno de Cristina, cuatro delegados de este hospital siguen procesados. Por el desprocesamiento de nuestros comprañeros. Basta de persecución a los luchadores.
Por un Sistema de Salud único, público y gratuito gestionado por los trabajadores
Presupuesto en base al no pago de la deuda externa y a la expropiación de los grandes monopolios privados de salud y de los negocios multimillonarios de los laboratorios.
Salario básico acorde a la canasta familiar indexado por inflación. Pase a planta permanente de los trabajadores que hoy se desempeñan con los planes "jefas y jefes de hogar", en negro, pasantes, residentes y concurrentes. No a las suspensiones y despidos. Reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles con el 100 % del salario.
Anulación de la Ley de Patentes. Entrega gratuita de medicación de calidad comprobada por los profesionales especializados. Desarrollo de laboratorios nacionales bajo gestión de los trabajadores de la salud, que produzcan a menor costo.
Expropiación sin pago y estatización bajo gestión de los trabajadores y de la comunidad de todo centro privado de salud que se declare en concurso preventivo o quiebra y de las empresas que tercerizan servicios en los hospitales públicos. No al cierre del hospital Borda.
Plan de obras públicas, bajo gestión de los trabajadores, que responda a los problemas de vivienda, saneamiento, transporte, que resuelva los problemas edilicios de los hospitales y construya nuevos. |