En el gobierno de Kirchner, las mujeres siguen muriendo por abortos clandestinos
Este 25 de noviembre, Día de Lucha Contra la Violencia hacia las Mujeres, se cierra la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que inició en el mes de mayo. Esto no es casual, porque la prohibición del aborto es una de las formas más crueles de violencia que se ejerce contra las mujeres, cobrándose la vida de más de 400 por año en nuestro país, por las consecuencias del aborto clandestino.
Durante los últimos años -y este último con el impacto que tuvieron las declaraciones del ministro de Salud, Ginés González García, a favor de la despenalización del aborto- este tema cobró estado público y el debate alertó a los sectores más reaccionarios de la derecha y la Iglesia: desde Baseotto que, en su momento, afirmó que "al ministro había que colgarle una soga al cuello y tirarlo al mar", hasta Giaquinta, obispo de Resistencia, que días atrás llamó a la "insurrección civil" ante la eventual aprobación de la ley de educación sexual.
– ¿Qué podemos esperar de una institución que fue cómplice de los genocidas, del neoliberalismo menemista, que apoyó la devaluación de Duhalde y es responsable de las muertes de mujeres trabajadoras y pobres por abortos clandestinos, califica de delincuentes a los homosexuales y encubre los abusos de menores perpetrados por sus curas? Tan solo hoy en Brasil hay 1.700 curas denunciados por abusar de menores! Hoy vemos que la Iglesia, solventada con fondos del Estado, no cesa en su oscurantista y reaccionaria campaña para cercenar el derecho de las mujeres a que podamos decidir libremente sobre nuestros propios cuerpos. Tenemos que decir basta peleando, en primer lugar, por la separación de la Iglesia del Estado.
Está más que claro que esta tarea no la puede llevar adelante este gobierno, por más que a veces parezca enfrentar decididamente a la Iglesia. Recientemente, Kirchner tuvo un fuerte cruce de palabras promovido por el documento de la Conferencia Episcopal Argentina. Luego de sus mini-vacaciones en El Calafate "donde se mantuvo en silencio sobre el juicio político a Ibarra-, cargó contra la Iglesia diciendo que "confesaban a torturadores", enardecido por las afirmaciones de la curia sobre el incremento de la desigualdad social. Pero luego del revuelo generado, tanto la Iglesia como el gobierno decidieron bajarle el tono a la polémica. Esto no nos sorprende: Kirchner fue a la asunción de Ratzinger como Papa en pleno conflicto Baseotto, favoreció a la Iglesia con el aumento cada vez mayor de planes asistenciales que pasan a su órbita de manejo, mientras desciende el número general, y sigue pagando sueldos de hasta 5 mil pesos a los obispos.
Hay que decir las cosas como son
En más de una oportunidad escuchamos frases altisonantes del gobierno de K confrontando con la Iglesia, pero lo cierto es que el Estado la sigue financiando con millones de pesos que se pagan con los impuestos de los trabajadores y el pueblo. Es lo mismo que hace con el FMI, a quien se pasa criticando pero en estos días se dispone a pagarle un vencimiento de 135,5 millones y -¡es el gobierno que más deuda externa pagó desde la dictadura!
Mientras tanto, las condiciones de vida de las mujeres y del conjunto de los trabajadores y el pueblo pobre bajo este gobierno son cada vez peores. Los salarios se mantienen bajos (y los de las mujeres aún más bajos ya que por ejemplo en la capital ganan un 32% menos que los hombres) y la desocupación y la pobreza sigue golpeando a millones de trabajadores/as y a la juventud. Lo único que crece bajo el gobierno de K, son las ganancias de los empresarios y la inflación. El ministro de Salud, que firmó el petitorio por el derecho al aborto, ya demostró que si quiere impulsar un proyecto de ley lo hace, como fue en el caso de la Ley Antitabaco. Y cuando no "como la despenalización del aborto-, no.
Muchas de las organizaciones que van a participar de la marcha del 25 de noviembre son parte del gobierno, como Barrios de Pie y la FTV de DElia. También participa la CTA, cuya dirección nacional dio la espalda a una de las luchas más emblemáticas de los últimos tiempos, la de las enfermeras del Garrahan. Nosotras no confiamos en este gobierno. Contra la política de "ir de las calles al palacio", de hacer lobby con diputados, de presionar esperanzadamente al gobierno, nosotras decimos que es peleando y organizándonos junto a las trabajadoras y trabajadores en lucha como vamos a alcanzar efectivamente "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir".
En estos meses de campaña, se ha logrado difundir la problemática del aborto. Pero para lograr el "aborto legal en el hospital", como cantaban las enfermeras del Garrahan en el XX-º Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata, tenemos que desarrollar la movilización independiente de la Iglesia, del Estado y del gobierno.
Llamamos a todas las organizaciones de mujeres, feministas, organizaciones sociales y a los partidos de izquierda que compartan esta perspectiva a conformar un bloque común en la marcha.
Este 25 de Noviembre marchá con Pan y Rosas. 17 hs en Av. De Mayo y Perú |