Este próximo 18 de septiembre se cumple un año de aquel día en que Julio López, testigo clave en el juicio contra el genocida Etchecolatz, desapareció. Una vez más la impunidad se hizo presente, con la complicidad y el encubrimiento del poder político y judicial, que amparan a las fuerzas represivas. La misma impunidad a la que nos enfrentamos este último 11 de septiembre, donde se conmemoró el día del maestro en el contexto de una jornada de lucha a 5 meses del asesinato de Carlos Fuentealba por parte de la policía neuquina bajo las órdenes del ex Gobernador Sobisch.
Y los casos de represión se repiten. En el último año se ha militarizado el Hospital Francés, el Hospital de Clínicas, y toda la provincia de Santa Cruz, en un claro ataque desde el Gobierno a los sectores de trabajadores y trabajadoras que han salido a las calles a luchar. Se han reprimido movilizaciones de docentes en varias provincias, a los trabajadore/as del Indec, a los petroleros de Caleta Olivia, y la lista se extiende.
No le alcanza al gobierno nacional con el ahogo presupuestario hacia los sectores de salud y educación en especial, como tampoco le alcanza mantener el modelo de "dólar alto, salarios bajos" para contener las luchas, y garantizar el "orden". Ha necesitado movilizar todas sus fuerzas de seguridad en contra de quienes han decidido salir a luchar en las calles para imponer sus demandas. Y las mujeres, que ocupamos la mayoría del plantel docente y lo mismo ocurre en salud, somos quienes en particular más sufrimos las consecuencias del modelo económico que se nos impone, y sobre quienes recae mayormente la precarización laboral y los salarios de miseria que no se corresponden ni con los niveles que ha alcanzado la canasta familiar ni con el ascenso del índice inflacionario.
El último gran ataque lo han realizado esta vez contra nuestros compañeros del Cuerpo de Delegados del Subte. La empresa de transportes, Metrovias SA, junto a la burocracia sindical de la UTA y en complicidad con el Gobierno nacional han montado una embestida contra uno de los sectores más avanzados del conjunto de los trabajadores y trabajadoras. Producto de la falta de inversión por parte de la empresa, a pesar de los subsidios altísimos que les garantiza el Gobierno, los/las trabajadore/as han encarado un plan de lucha contra las posibilidades crecientes de que ocurra un "cromagnon subterráneo", ya que no están garantizadas las condiciones mínimas de seguridad para los usuarios y trabajadore/as.
Desde Pan y Rosas consideramos que desde la desaparición de Julio López, pasando por cada uno de los ataques a nuestro/as compañero/as trabajadores/as, hay un hilo conductor del cual el Gobierno es responsable de la impunidad con la que operan los secuestradores de Julio y sus propias fuerza represivas, y de cada una de las embestidas hacia los luchadores y luchadoras que se han levantado en el último tiempo.
Es por eso que a un año de la desaparición de Julio López llamamos a la movilización para luchar por su aparición con vida, contra la impunidad que reina para con quines lo secuestraron, contra el encubrimiento y la complicidad del Gobierno y en repudio al ataque a quienes luchan.
o Le exigimos al Gobierno la aparición con vida YA!
o Basta de encubrimientos y complicidades. Cárcel a todos los genocidas!
o Repudiamos el ataque al cuerpo de delegados del subte por parte de la empresa Metrovias, la burocracia sindical de UTA y el Ministerio de Trabajo.
o Basta de persecusiones a quienes luchan!
o Libertad a todos los presos políticos!
Martes 18 de septiembre " 17.30 hs. Marcha de Congreso a Plaza de Mayo
Agrupación Pan y Rosas |