El sábado 7 de marzo, las Mujeres de las Automotrices en Lucha de Córdoba organizaron una charla muy emotiva y combativa, que contó con la presencia de más de 150 personas, entre quienes estaban sus compañeros, novios y esposos, trabajadoras docentes y no docentes de la Universidad de Córdoba, trabajadoras de la salud, estudiantes, artistas y compañeras de agrupaciones feministas y políticas.
Compartieron el panel dos compañeras de la ex Comisión de Mujeres de Mafissa, las que aportaron su experiencia, obtenida tras largos meses de lucha contra los despidos en esa fábrica textil de La Plata. Fue grande la emoción cuando llegaron las adhesiones del Sindicato de Obreros Ceramistas de Neuquén y de Elizabeth Díaz, la joven trabajadora doméstica que fue víctima del abuso de su patrón durante más de diez años y que fue apoyada por todo su pueblo en su lucha contra la violencia.
Las mujeres cordobesas relataron la experiencia de estos tres meses de lucha y plantearon que no van a permitir que las grandes automotrices, que hicieron ganancias millonarias en los últimos años, dejen en la calle a los obreros y les roben el futuro de sus hijos. Dijeron que ellas, junto a los trabajadores, vienen peleando por el reparto de las horas de trabajo sin rebaja salarial como forma de evitar que se pierdan los puestos de trabajo.
Desde el público, un trabajador de Iveco reivindicó el papel que jugaron las mujeres en este conflicto: "Si no fuera por ustedes, muchos ya se habrían ido a su casa", fueron sus palabras.
Las compañeras de Pan y Rosas apoyamos esta convocatoria como también lo hicimos, desde el inicio, con esta pelea que no es sólo de los trabajadores, sino de estas mujeres que decidieron ponerse de pie para enfrentar la crisis, transformándose en un gran ejemplo de lucha para todas las mujeres del país. |