Más de mil mujeres trabajadoras, amas de casa y estudiantes aplaudieron fervorosamente a las trabajadoras del ajo de Mendoza, las comisiones de mujeres de automotrices de Córdoba y de la Papelera Massuh, que están luchando por sus derechos, contra los despidos y los cierres de empresas, en el acto que Pan y Rosas realizó este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Estuvieron presentes trabajadoras estatales del INDEC y del gobierno de la Ciudad, trabajadoras del hospital Durand, del hospital Rivadavia y de la Fundación Favaloro, del hospital San Martín de La Plata y del Hospital Garrahan, trabajadoras telefónicas y docentes, trabajadoras del subte y de aeronáuticos, estatales y judiciales de La Plata, trabajadoras no docentes de la Universidad de La Plata, obreras de las principales fábricas alimenticias del Gran Buenos Aires, trabajadoras de laboratorios, trabajadoras textiles, metalúrgicas y de la industria del vestido. También adhirieron y se hicieron presentes familiares y víctimas del gatillo fácil, estudiantes de la Universidad de Buenos Aires, de la Universidad de La Plata y de la Universidad Nacional de Rosario, estudiantes del Instituto Nacional de Arte y del Profesorado Joaquín V. Gonzalez, estudiantes de las universidades de Luján, General Sarmiento y La Matanza, integrantes del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, familiares de jóvenes trabajadores que murieron en "accidentes" laborales, víctimas de la explotación capitalista, y compañeras de distintos barrios de Capital, Gran Buenos Aires, La Plata y otras localidades.
Mientras tanto, las compañeras de Pan y Rosas del interior del país, participaban de actos, marchas y convocatorias de la agrupación y unitarias que se realizaron en Neuquén, Jujuy, Bahía Blanca, La Pampa, Córdoba.
Con un gran aplauso, le dimos la bienvenida a las integrantes de la comisión de mujeres de Papelera Massuh y la textil Filobel que dijeron "nos juntamos para luchar contra un sistema que ampara los intereses patronales y deja para los trabajadores y sus familias las migajas." Y agregaron: "Nos levantamos cuando la mayoría se oponía a que nosotras fuéramos parte de la lucha; supimos hacer muchas cosas: cocinamos, lavamos, criamos hijos y hoy hemos venido junto a todas estas familias para tomar en nuestras manos, nuestros propios destinos." Para culminar, dijeron algo que volvió a repetirse durante toda la tarde: "Que sean los capitalistas los que paguen la crisis que ellos provocaron."
"Obrera, escucha, tu lucha es nuestra lucha" resonó cuando subieron al escenario las trabajadoras del ajo de Mendoza. Mientras las autoridades nacionales y provinciales se regodean en la Fiesta de la Vendimia, las obreras denunciaron las brutales condiciones de explotación de las mujeres que trabajan en las viñas y en la recolección de ajo. "No es de ahora el problema del trabajo infantil. -¿Por qué tuvieron que esperar hasta hoy para que salga a la luz la verdad? Tuvimos que viajar a Buenos Aires para desenmascarar la hipocresía de una Mendoza pujante y ejemplar." Finalizaron con estas palabras: "En este 8 de marzo, nosotras, como mujeres obreras del ajo, que rompimos esas ristras usadas como cadenas, saludamos a todas aquellas mujeres que comienzan a organizarse para conquistar sus derechos."
Nuestras compañeras Claudia, ex integrante de la Comisión de Mujeres de Mafissa, y Sofía de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, invitaron a las presentes a sumarse a Pan y Rosas. El siglo de las mujeres que Cristina Fernández de Kirchner anuncia desde la Casa Rosada es pura mentira para millones de mujeres que son víctimas de violencia, que mueren por abortos clandestinos y que son secuestradas por las redes de trata y prostitución. Contra todas las formas de explotación y opresión de las mujeres, dijeron: "Compañeras: es hora de tomar en nuestras manos la lucha por nuestros derechos. Tenemos que ser miles de trabajadoras, amas de casa, jóvenes estudiantes secundarias y universitarias las que organicemos Pan y Rosas en todo el país. Las invitamos a poner manos a la obra."
Un solo grito salió de las gargantas de las mujeres y hombres presentes en el acto: "-¡Sí, se puede, si una mujer avanza, ningún hombre retrocede!" Así saludamos a las mujeres de las automotrices de Córdoba que están enfrentando las suspensiones y los despidos. Con su típica tonada cordobesa, ellas dijeron: "Hoy más que nunca entendemos y valoramos esta conmemoración del Día de la Mujer, porque fueron un grupo de mujeres como nosotras las que tuvieron que ponerse de pie y salir a defender sus derechos y sus lugares de trabajo a costa inclusive de sus vidas. Hoy nos tocó a nosotras ponernos en el camino que transitaron aquellas mujeres." Después de denunciar a las patronales automotrices que llenaron "sus arcas durante los últimos años con ganancias record", también reservaron un párrafo para el sindicato SMATA "que supuestamente debieran defender a los trabajadores y lo único que han hecho hasta ahora es firmar acuerdos con las empresas y la Secretaría de Trabajo, donde se les cuida el bolsillo a las multinacionales y no a los trabajadores." Con gran emoción dijeron: "Mujeres, en esta lucha estamos solas junto a los trabajadores, pero sabemos que cuando un grupo de mujeres decididas como nosotras y con garra se juntan, muchas cosas pueden cambiar, inclusive el curso de la historia." Y finalizaron agradeciendo a la agrupación Pan y Rosas el haberlas invitado y "permitirnos participar en este fabuloso evento, compartiendo este día con estas magníficas mujeres."
Cerró el acto, nuestra compañera Andrea DAtri, dirigente nacional del Partido de los Trabajadores Socialistas e impulsora de la agrupación Pan y Rosas. "La crisis económica se empieza a sentir en nuestro país con suspensiones y despidos en las fábricas y tarifazos que golpean la economía de nuestros hogares. Pero la crisis nos afecta a todos, a hombres y mujeres? -¿es algo de lo que hay que hablar justo en el Día Internacional de la Mujer? Está claro que los capitalistas nos han declarado la guerra a todas y todos los trabajadores del mundo.", comenzó, para después señalar la más brutal barbarie que el capitalismo le reserva a las mujeres del mundo. Luego señaló: "Pero las mujeres trabajadoras y del pueblo pobre, además de sufrir las peores consecuencias de la crisis, también se ponen de pie ante las catástrofes económicas y sociales. (?). Ellas preanuncian lo que está por venir. Porque si hay algo que distingue a las crisis, con su cortejo de calamidades, es que siempre despiertan las mejores cualidades de las mujeres: su pasión, su heroísmo y su devoción. Esas masas de mujeres anónimas que salieron a enfrentar distintas crisis, en el transcurso de los siglos, incluso han logrado escribir el prólogo de las más heroicas páginas de la historia de la humanidad. Es que siempre luchan con más energía y persistencia por lo nuevo quienes más han sufrido con lo viejo."
Con sus palabras finalizó este gran acto de Pan y Rosas, en el Día Internacional de la Mujer: "la lucha por el socialismo, la lucha por una sociedad liberada de la esclavitud asalariada y de toda opresión, es el único medio que tenemos las mujeres para conseguir nuestra verdadera libertad, por lo tanto, es también nuestra bandera. Porque no pedimos? -¡exigimos! nuestro derecho al pan, pero también a las rosas."
Los tambores de amigas y amigos músicos, cerraron con color y alegría este impresionante acto de Pan y Rosas mientras decenas de trabajadoras y luchadoras subían al escenario para saludar a todas y todos los presentes. |