El pasado 29 de mayo, un sector de las impulsoras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito "iniciada en mayo del 2005 con decenas de organizaciones- organizó su "relanzamiento". Encabezada por la radical-socialista-ibarrista-kirchnerista María José Lubertino (y por qué no decirlo, ex ""estrella" del patético reality show El Candidato), la "segunda etapa" empezó con una visita al Ministerio de Salud.
– ¿Cuáles fueron las voces de protesta de estas mujeres cuando, pocos días antes, el ministro Aníbal Fernández dijo: "El del aborto para el gobierno es un tema que no admite discusión" y reiteró que un proyecto sobre este tema "no va a ser presentado nunca" ya que "hay una posición tomada, contundente y gráfica del gobierno de no trabajar en ese sentido"? Ninguna.
Pero el silencio no es lo único preocupante. Lo peor es que, pese a que el gobierno dejó bien en claro que no le interesan nuestros derechos, entregaron "en el nombre de la Campaña por el Derecho al Aborto- un petitorio al Ministro de Salud -¡en el que no mencionan el derecho al aborto legal, seguro y gratuito!
Sus "exigencias" se limitan a que se cumpla lo existente: aplicación efectiva de la Ley 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable; cumplimiento del compromiso para la reducción de la mortalidad materna y el protocolo de asistencia humanitaria del post-aborto (el que se aplicaría si usted logra sobrevivir, y no es una de las más de 400 mujeres que mueren por año en Argentina por abortos sépticos) y reglamentación de abortos legales en hospitales públicos sin intervención judicial (algo limitado a muy pocos casos).
Lo que se presenta como "segunda etapa" es, en realidad, el abandono de la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en aras de apoyar a un verborrágico ministro de Salud que -¡también! señaló que no iba a presentar ningún proyecto de despenalización (sus palabras favorables son sólo para lucir "progre"en las entrevistas).
Como señalamos en más de una oportunidad, Pan y Rosas pelea codo a codo con quienes decidan luchar por el derecho al aborto, pero denunciamos que en esta pelea estamos enfrentadas no sólo a la Iglesia, sino también al gobierno "que acaba de "reconciliarse" con los curas, mientras sigue manteniendo luchadores presos.
En Pan y Rosas compartimos que para lograr un derecho democrático elemental como el derecho al aborto es necesaria una gran campaña, amplia y unitaria. Pero los apoyos conseguidos sólo pueden ayudar a hacer efectivo nuestro reclamo, si nos organizamos en un gran movimiento de lucha, animando la participación de las mujeres trabajadoras y de los sectores populares, junto a las estudiantes y demás activistas. Lo que ayer parecía una "ilusión" en el gobierno, de algunas activistas consagradas a esta campaña; hoy más bien es una posición tomada: dejar de hablar de aborto para no confrontar con el kirchnerismo que ya dijo su última palabra.
Llamamos a las trabajadoras, las estudiantes, las organizaciones de mujeres, sindicales, de DD.HH. y de la izquierda a impulsar una verdadera campaña por el derecho al aborto, independiente de la Iglesia, del Estado y de los partidos patronales, para que se haga efectivo lo que decíamos juntas el año pasado: -¡Ni una muerta más por aborto clandestino! |