R.E.M solo tiene 12 años, a los 11 fue violada por su vecino, un comisario retirado que ahora tiene 73 años. Hace 13 meses, víctima de esa violación tuvo un hijo y aunque a través de exámenes de ADN se comprobó que ese niño era hijo de su violador, la Cámara Segunda consideró que no se había probado la violación. Los jueces Emilio Castro, José Andrada y Héctor Dominichi plantearon que el embarazo pudo deberse a un "coito inter fémora", es decir que el hombre eyaculó sobre las piernas de la niña beneficiando al violador y comisario retirado con la pena de 4 años de condena por el cargo de "Abuso deshonesto".
Este fallo de la Justicia no es casual: el violador es un comisario retirado. Desde un comienzo, la justicia neuquina actuó encubriendo y garantizando la impunidad del violador. No tuvo en cuenta ni las pruebas ni los planteos de la víctima y tampoco ordenó que se lleven a cabo las pericias necesarias para determinar la violación.
Lamentablemente, éste no es "un caso" aislado: en Argentina cada año más de ocho mil mujeres son víctimas de violación y abuso sexual, y 1 de cada 4 niñas y adolescentes se "inician" sexualmente de esta violenta y cruel manera.
Por eso Pan y Rosas llama a todas las agrupaciones de mujeres, organizaciones obreras, sociales, políticas y de derechos humanos a repudiar enérgicamente el fallo de la justicia neuquina que ampara al violador de esta niña de 12 años y da una señal de impunidad a todos los abusadores y violadores de mujeres y niñas, para organizarnos y luchar por el castigo con cárcel efectiva y común al comisario violador. |