Son centenares las mujeres adultas, adolescentes, niñas y niños que se encuentran secuestradas/os con fines de explotación sexual en Argentina. Mientras que a nivel mundial, la trata y tráfico de personas con ese mismo fin se ha posicionado como uno de los mayores "negocios" ilegales de la actualidad, por sus bajos "costos" para los tratantes y por la impunidad de la que gozan para su accionar.
En los últimos años, de la mano de la devaluación de la moneda y el creciente turismo extranjero, ha crecido no sólo el tráfico de mujeres que son vendidas a otros países, sino también la explotación sexual y la prostitución dentro de nuestro país. Y aunque en Argentina la explotación de la prostitución está prohibida por ley desde 1949, la misma se ejerce con el aval (y en muchos casos participación directa) de la policía, de los funcionarios políticos provinciales y nacionales, del poder judicial, que amparan al conjunto de los involucrados en estas redes mafiosas, en un marco de total impunidad.
Recientemente ha sido electa la primera presidenta mujer en nuestro país: Cristina Fernández. Pero lo cierto es que por sus propias declaraciones y sus "planes de gobierno", la política para el conjunto de las mujeres de su próximo gobierno, no sólo será la de mantener la ilegalidad del aborto (tal como lo anuncio hace pocos dias), la precarización laboral y la explotación en las fábricas, sino que tampoco se ha pronunciado en toda su suntuosa campaña electoral por el padecimiento que sufren cientos de mujeres que son secuestradas con el fin de explotarlas sexualmente.
El gobierno de Kirchner -al que Cristina dará continuidad-, que asumió con el discurso de los derechos humanos, sostiene a más de 9000 policías de la dictadura en funciones. El gobierno no solo no está dispuesto a enfrentar a la bonaerense de la tortura, sino que la ampara. La misma institución policial que esta involucrada en las redes de prostitución, al igual que decenas de jueces y políticos, y a la cual el kirchnerismo no se ha enfrentado.
Bajo esta "democracia" que con el manto de la "igualdad formal" encubre la dictadura del capital y la opresión, no nos debe extrañar que haya desaparecidos como Julio López secuestrado por atestiguar contra uno de los principales torturadores de la dictadura como Etchecolatz; como tampoco nos extraña la opresión y el uso de los cuerpos de las mujeres y niños/as como mercancías, que en la actualidad se expresa en forma aberrante con el cada vez mayor incremento de la prostitución y la trata.
El mismo Estado que durante la dictadura llevó a cabo un plan sistemático de exterminio de la clase trabajadora, y que abusó y torturó a nuestras compañeras detenidas-desaparecidas en los centros clandestinos de detención, hoy es responsable de la existencia de redes de trata y tráfico de personas que continúan cubiertas con el manto de la impunidad.
– ¡LUCHEMOS EN LAS CALLES POR EL DESMANTELAMIENTO DEFINITIVO DE TODAS LAS REDES DE TRATA Y TRÁ FICO DE MUJERES, NIÑAS Y NIÑOS!
Exigimos el cese de la violencia hacia las mujeres, el desmantelamiento definitivo e inmediato de las redes de trata de mujeres y niños/as y el castigo a los/as secuestradores y a los policías, funcionarios y políticos cómplices y partícipes de este delito.
Exigimos trabajo para todas las mujeres con salarios mínimos iguales a la canasta básica familiar, guarderías gratuitas para los hijos de las trabajadoras, viviendas dignas, acceso a la salud y la educación, para que ninguna mujer se vea obligada a prostituirse para garantizar su subsistencia y la de su familia.
Pero también denunciamos que no pueden ser las víctimas sobre quienes recaigan los castigos, mientras los responsables viven en la impunidad. Mientras la prostitución exista, exigimos cárcel a los explotadores y el cese de las persecuciones y de la represión policial y legal a las mujeres en situación de prostitución. Plenos derechos y libertades para que las mujeres en situación de prostitución se organicen como lo deseen para luchar por sus derechos.
Las organizaciones de mujeres, obreras, populares y estudiantiles tienen que asumir la pelea por estos reclamos. Las víctimas son nuestras madres, hermanas, hijas y compañeras.
– ¡Ni una mujer más en situación de prostitución y explotada por redes de trata! |