El 10 de septiembre pasado el Procurador Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de la Nación "organismo que legalmente responde a las directivas de Kirchner", Eduardo Ezequiel Casal, emitió un dictamen que rechaza el recurso presentado por la defensa de Romina Tejerina que reclama su absolución e inmediata libertad, y considera a la joven imputable por la muerte de su beba recién nacida.

En su pronunciamiento, Casal afirmó que en el fallo cuestionado por los abogados de Tejerina se "efectuó un adecuado tratamiento de las cuestiones propuestas". Con esto Casal no hace más que defender la condena que obliga a Romina a sufrir 14 años de prisión, juzgada por una justicia que muestra, una vez más, defender a los poderosos y a los ricos.

Plagado de un sinfín de definiciones y explicaciones leguleyas, el extenso fallo de Casal omite decir algunas verdades que cobraron público conocimiento gracias a la lucha del movimiento de mujeres y las organizaciones populares: El juicio a Romina fue manipulado para culpabilizarla. Por un lado, la justicia separó la violación del resto del caso, desvinculando la violencia sufrida por Romina de los terribles hechos que se sucedieron. Intentaron mostrarla como una asesina despiadada, llegando a negar que hubo una violación (lo que hoy es nuevamente negado por el procurador), y dejaron al violador libre mientras ella se encuentra tras las rejas.1 Hoy, uno de los fiscales que responde directamente al Kirchner, dictamina contra Romina, y en consecuencia, contra todas las mujeres que en nuestro país son víctimas de la violencia, el abuso y la pobreza. La decisión del fiscal es claramente una decisión del gobierno, que bajo el mandato de Cristina se prepara para gobernar con más ataques a los y las trabajadoras y los sectores del pueblo pobre. Es un mensaje de lo que nos espera a las mujeres durante el mandato de la "la primera mujer presidenta elegida por el pueblo", quien acaba de recibir felicitaciones de la Iglesia que "destacó las primeras palabras de Cristina Kirchner apenas logró la Presidencia en las elecciones del domingo y, en especial, su actitud conciliadora y su posición frente al aborto.2 Recordemos que días antes de que cierre la campaña electoral Cristina manifestó nuevamente (por si hiciese falta) su posición contraria a la legalización del aborto.

La libertad de Romina Tejerina, y por ende la de cientos de mujeres que se encuentran en su situación, pende de un hilo: Para lograrla tenemos que desarrollar una gran movilización independiente de la Justicia y el gobierno. El haber confiado ciegamente en su momento, como lo hicieron corrientes como el PCR y el PO, en aquel fallo de la CSJ, que sugería a la Justicia jujeña que revea la denegación de la excarcelación de Tejerina hasta que se emita la condena definitiva, es un error desmovilizante. Hoy no podemos caer en una política de este tipo teniendo confianza en que la CSJ la va a liberar sin más, ya que aún medios como Página/12 afirman que "en la Corte, sólo Zaffaroni y Fayt estarían dispuestos a reducir lat condena"3. Es decir que si lo que dice este diario abiertamente kirchnerista es cierto, sólo 2 de 7 integrantes de la CSJ estarían dispuestos a rever la condena de Romina.

Desde PAN y ROSAS creemos que tenemos que preparar una gran movilización nacional (en horarios no laborales y masivas) para exigir a la CSJ la libertad inmediata e incondicional de Romina Tejerina. Este 25 de Noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, tenemos la oportunidad de hacerlo, levantando como uno de los principales reclamos la inmediata e incondicional libertad a Romina Tejerina.