La siguiente carta fue enviada por Elizabeth Díaz, a través de Leticia Celli, su abogada en la querella contra el violador e integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) al XXII Encuentro Nacional de Mujeres.
El caso de Elizabeth es muy similar al de Romina Tejerina. Eli es una joven trabajadora de 20 años, oriunda de San Javier (Córdoba) que estuvo presa durante todo el año pasado acusada de homicidio agravado por el vínculo.
Cuando se llevó a cabo el juicio, en noviembre de 2006, Eli se animó a contar ante los medios de comunicación el horror que había vivido, que había sido abusada y violada por su patrón durante más de 9 años y como consecuencia de ello, había quedado embarazada.
Esta valiente actitud de denunciar su situación, sumada a las manifestaciones que se realizaron een el mismo pueblo por su libertad, llevaron a que el jurado popular la absolviera.
Hoy esa causa está en Cámara de Casación, y puede llegar a ser reabierta, ya que está en manos del reaccionario Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.
Proximamente se llevará a cabo el juicio a su violador, que actualmente está detenido. Del resultado de este juicio dependerá mucho la posibilidad de que reabran o no la causa de Elizabeth, por eso resulta imprescindible seguir luchando por el castigo al violador y la absolución definitiva de Eli.
Reproducimos la carta de Elizabeth Díaz al XXII Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Córdoba.
Al XXII Encuentro Nacional de Mujeres:
Me llamo Elizabet Diaz "Eli", seguramente algunas o muchas, tal vez me recuerden. En primer lugar, quiero saludarlas a todas con un fuerte y afectuoso abrazo. Yo no puedo estar presente, por ciertas circunstancias, pero a traves de esta carta, les mando todo mi apoyo y fuerzas.
Bueno, queridisimas mujeres, soy una más, entre miles, que se suma a esta tan importante tarea de generar un espacio social, que permita avanzar en cambios para propiciar la mayor concreción de nuestros derechos. Sé que entre tantas de todas las que se juntan y hacen posible este encuentro, mujeres que han sufrido en sus vidas, son mujeres de manos trabajadoras, de espaldas cansadas, mujeres que más allá del sufrimiento estan de pie, para reclamar por nuestros derechos, para demostrar que estamos adquiriendo conciencia de nuestros valores y por lo tanto queremos lugar, demostrarle a la sociedad en general que de esta forma, todas juntas, podremos lograr el derecho a no ser golpeadas, discriminadas, explotadas ni abusadas, que juntas, podremos lograr muchas cosas.
Yo, como muchas, he sufrido mucho en mi vida, por eso busco, incansablemente, lograr que mi dolor no haya sido en vano, que aquellas lágrimas que quedaron entre las cuatro paredes de mi casa, algun día den fruto porque creo en la justicia y tengo la esperanza de que al final de la batalla, me digan "Se hizo justicia"...
Para irme despidiendo, les doy un fuerte abrazo y les envío, a traves de la distancia un gran deseo de que los sueños se hagan realidad.
Cariñosa y afectuosamente, Elizabeth Díaz |