¿Quienes somos?

Nosotras venimos haciendo una experiencia de lucha y organización desde el año 2011, cuando la patronal intentó despedir a 19 compañeros. Desde entonces como CMD hemos intervenido en múltiples luchas obreras y por los derechos de las mujeres junto a Pan y Rosas, fusionándonos con uno de los sectores obreros más conscientes del cordón industrial de zona norte, participando codo a codo nuestros compañeros, contra la patronal.

Hoy después que la patronal yanqui nos dejó a más de 400 familias en la calle, mediante una quiebra fraudulenta, desde la Comisión de Mujeres junto a Pan y Rosas estamos peleando por la continuidad de la fábrica y por mantener los puestos de trabajo. Frente al abandono patronal nuestros compañeros pusieron a producir la fábrica sin patrones bajo su propia gestión. Son un ejemplo en la lucha contra los despidos y suspensiones, contra los cierres de fábrica, así como son ejemplo los trabajadores de LEAR.

Nuestros compañeros de clase

Gracias a las masivas movilizaciones logramos que el Juez Santicchia tome la determinación de pagar parte de nuestros salarios con los fondos depositados por la Editorial Atlántida por los trabajos que realizaron los trabajadores de Donnelley desde hace más de un mes bajo gestión obrera. Esto es un primer logro muy importante. Estamos peleando para que habiliten a la Cooperativa obrera MadyGraf a trabajar y facturar sus trabajos.

Nosotras las mujeres venimos tomando dos ejes centrales: trabajando el fondo de lucha y lanzamos la campaña "un alimento por Donnelley". No vamos a permitir que nuestra lucha sea quebrada por el hambre. Así hemos rodeado esta gran gesta obrera con la más amplia solidaridad que incluye a estudiantes de distintas zonas, trabajadores de toda la provincia y el país, y los barrios obreros aledaños a la fábrica.

Pero el desarrollo de nuestra propia organización nos llevó a considerar la situación de opresión en la que estamos inmersas las mujeres, convenciéndonos de que es imperioso para la clase obrera combatir y luchar contra la precarización laboral, conquistar la efectivización de cientos de contratadas/os y tercerizadas/os, poner en pie comisiones internas combativas y antiburocraticas, pero que también es de vital importancia combatir los prejuicios sexuales, xenófobos y machistas, que recaen sobre nosotras: las mujeres.

Junto con los trabajadores de Madygraf (EX DONNELLEY) hemos defendimos a capa y espada a la compañera Trans Tamara, que tuvo que disfrazarse de hombre para poder conseguir el trabajo, y luego para mantenerlo y evitar sanciones de la patronal, que luchó por tener una vida lejos de la prostitución, y de la mano de la Comisión Interna y los trabajadores ha vencido a la patronal e incluso los prejuicios sociales, construyendo así su identidad sexual dentro de su propia clase.

Frente a la desocupación y la crisis, el abandono de los sectores más empobrecidos socialmente por parte de los gobernantes y el Estado, los obreros y las mujeres de Donnelley, frente a las inundaciones que mas fuerte pegaron en la plata, pero también afectaron a los sectores más bajos de las barriadas obreras, nos dimos la política de sostener las necesidades de nuestros hermanos de clase, votando en asamblea una campaña de solidaridad que incluyó juntada de alimentos, ropa y calzados, construyendo así los lazos de solidaridad que se mantienen hasta el día de hoy y tuvieron su máxima expresión en los últimos paros nacionales donde nos unieron las demandas y confluimos juntos en la Panamericana.

Nuestra lucha

– Hoy peleamos por la expropiación sin pago y la estatización bajo gestión obrera de la fabrica. Queremos poner esta fabrica al servicio de la comunidad imprimiendo manuales escolares para los hijos de los trabajadores y los sectores mas humildes de la sociedad. Para que a ningún niño le falte un libro. Sabemos que la solución no la encontraremos aislados en la fábrica, sino solamente uniéndonos con el conjunto de los trabajadores. Queremos que nuestra fábrica se convierta en un polo organización de los trabajadores que salen a luchar en la zona norte del Gran Buenos Aires. Hay que recuperar los sindicatos y barrer a la burocracia sindical.

– También queremos unirnos y coordinarnos con todas las mujeres en lucha de la zona norte y el país. Por eso impulsamos una mesa de coordinación femenina con las obreras de Kraft, Pepsico, Stani, Lear, las obreras de Kromberg, las docentes, empleadas domesticas y amas de casa.

– Ante el aberrante femicidio de Melina Romero nuestros compañeros, los trabajadores de MadyGraf votaron una declaración en asamblea pronunciándose contra la violencia hacia las mujeres. Así lo hicieron hace unos años ante el triple femicidio de Benavidez, y otro casos. Denunciando que estos asesinatos son el último eslabón de una cadena de violencia contra las mujeres. Los trabajadores de MadyGraf plantean en su declaración "

queremos aportar a la organización de las mujeres, de nuestras esposas, de las trabajadoras gráficas y de toda la clase trabajadora para pelear contra la violencia hacia las mujeres." Éste es un gran ejemplo a seguir, que muestra que es posible luchar en común y dar batallas en el gremio, en el hogar y en todos los lugares con el objetivo de exterminar el veneno del machismo, que esta sociedad nos inculca y que las mujeres pagamos con nuestras vidas. ¡Estamos orgullosas de levantar junto a ellos esta bandera!

– La gran mayoría de las mujeres somos amas de casa. Nuestro trabajo ni siquiera es reconocido como trabajo y menos pago. Además la mayoría de los precarizados y "en negro" seamos mujeres. Somos el 98% de las empleadas domesticas. Las mujeres que trabajamos en la industria somos discriminadas, sufrimos condiciones de desigualdad con respecto a los varones, ocupando los peores trabajos, los menos calificados y peores pagos. No le respetan las categorías y la gran mayoría trabajan contratadas y tercerizadas.

– Se acrecienta año a año la trata y secuestro de mujeres para prostituirlas y explotarlas sexualmente, siendo este uno de los negocios más rentables, después de la venta de armas, y antes que el narcotráfico. 4 millones de mujeres son vendidas por año, y privadas totalmente de su libertad, drogadas y violadas una y otra vez.

– Todo esto es violencia, una larga cadena de violencias contra las mujeres. Desde la Comisión de Mujeres de Donnelley queremos luchar por "familias en la calle nunca mas", por la expropiación sin pago y estatización bajo gestión obrera de la ex Donnelley. Queremos pelear junto a Pan y Rosas por los derechos de las mujeres trabajadoras contra de la opresión de la mujer y el machismo.

– Porque queremos sumar la mayor cantidad de fuerza posible para que en Salta se escuche la voz de las mujeres, te invitamos a viajar con nosotras junto a la agrupación de mujeres "Pan y Rosas" a continuar esta pelea junto a nuestras hermanas de Lear, Kraft, las docentes, las mujeres del norte y las miles de mujeres que viajan de distintos lugares del país. Queremos luchar por un mundo sin explotación ni opresión, donde reine la libertad.

COMISIÓN DE MUJERES de MadyGraf (ex Donnelley )