Aunque Bolivia, con la promulgación de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, declara y reconoce como prioridad nacional la lucha contra la violencia a las mujeres, continúan y aumentan los casos de acosos y violencia machista en todas sus formas. Según datos del Observatorio del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM), de enero a junio de la gestión en curso, se registraron 98 asesinatos de mujeres en todo el país, de los cuales, 59 son femicidios y 39 fueron considerados muertes violentas por otros motivos.
De cara a las próximas elecciones presidenciales del 12 de octubre, las declaraciones de algunos candidatos del oficialismo y la oposición son alarmantes para el movimiento de mujeres. El pasado martes 19 de agosto, el candidato a senador del MAS por Cochabamba, Ciro Zabala, declaró que para terminar con la violencia de género se debe enseñar a las mujeres “cómo comportarse” para que no se conviertan en un atractivo para los violadores o delincuentes. Hace apenas unos días, medios de prensa difundieron declaraciones machistas de los candidatos presidenciales Samuel Doria Medina (Unidad Democrática) y Evo Morales, actualmente en el ejercicio de la presidencia. El primero, amenazando a la ex esposa de su candidato Jaime Navarro para que frene su denuncia de violencia familiar ofreciéndole un arreglo y el segundo, comparando a sus seguidores con mujeres víctimas de violencia, que mantienen su relación a pesar de ser golpeadas, lo que generó el festejo de ministros y dirigentes políticos.
Una de las mujeres de la agrupación Pan y Rosas, convocante a esta movilización, declaró que “mientras el gobierno y los partidos patronales se entretienen con mezquinas propuestas y en pugnas electorales y mientras el discurso oficial dice que se estaría ‘avanzando en la superación del patriarcado’, las mujeres, en particular las trabajadoras, las jóvenes estudiantes e indígenas que somos las más vulnerables, lo único que podemos constatar es que la violencia y el acoso en todas sus formas siguen no solamente en la impunidad sino que van en aumento.”

Finalmente, agregó que “por todo esto, Pan y Rosas considera que en estas elecciones donde todas las expresiones políticas en contienda se niegan a defender y sostener los derechos de las mujeres sobre nuestros propios cuerpos, legitimando y dando curso a una cultura y prácticas sexistas, no hay que caer en la trampa. Por eso llamamos a votar nulo y a discutir las formas de lucha que permitan conquistar nuestros legítimos derechos.”