Nuevamente sale a luz un caso de trata de personas en Jujuy. Otra vez las víctimas son mujeres, jóvenes, niñas, que engañadas por una oferta de trabajo y luego sometidas por la fuerza padecieron durante dos meses el trabajo esclavo, el abuso y la explotación sexual. Esta vez una de ellas pudo escapar, una joven de 18 años huyo de una finca cercana a la localidad “El Bananal”, donde fue trasladada luego de ser secuestrada junto a su hermana de 13 años que aún sigue desaparecida, según parece retenida en una finca de Embarcación en la provincia de Salta. ¿Y ahora, que dirá el Ministro de Gobierno y Justicia provincial Oscar Insausti? ¿Podrá negar una vez más lo sucedido? Recordemos que este funcionario, en febrero de este año, se paseaba por los medios capitalinos llamando a calmar la supuesta “psicosis” provincial desmintiendo la existencia y acción de redes de trata en la provincia caratulando los múltiples casos conocidos como “fuga de hogares”. Si hasta la misma policía provincial tuvo que reconocer públicamente, a fines del año pasado, “que es un delito que está en pleno auge, se está profundizando y está creciendo, tanto en lo que es la captación como el traslado hacia otros lugares de Jujuy y del país”. Pero cuando una mujer sale a denunciar estas terribles vejaciones, rápidamente la investigación gira hacia las víctimas, así se hizo con el caso de Antonella y Celeste de La Quiaca, y con Nuria Nieva, Constanza Cernuschi y Yamila Duran en la capital de Jujuy.
“Como él sabía de que nosotros somos de una familia muy humilde, que lo que gana papá no alcanza para cubrir los gastos en casa, nosotros le dijimos que era bueno para ayudar a mis padres” declaró en un medio provincial la joven que pudo escapar. Sus secuestradores las arrebataron en una costosa camioneta, uno de los detenidos es dueño de una finca. Las jóvenes hermanas, como tantas otras mujeres de esta provincia, fueron tentadas con un trabajo en la cosecha. Allí donde las mujeres y sus familias realizan largas y extenuantes jornadas laborales bajo el sol, sufriendo muchas veces el abuso sexual de parte de sus capataces, con sueldos de miseria y en las condiciones más terribles. No olvidemos que a pesar de los discursos rimbombantes que Cristina mantiene contra las patronales del campo mantiene en vigencia las leyes esclavistas que rigen el trabajo del peón rural desde la época de Videla.
¿Y por qué tanto ensañamiento de parte de algunos sectores en ocultar esta realidad que en los últimos años secuestro a más de 600 mujeres en la Argentina? Es que en el entramado de estas redes se encuentran implicadas instituciones como la policía y el resto de las fuerzas represivas, la justicia, que con el caso de Marita Verón escandalosamente no condenó a ningún imputado demostrando de qué lado está, son el mismo gobierno y los partidos patronales los responsables de la situación a las que nos vemos expuestas promoviendo que nuestros cuerpos sean tratados como una mera mercancía. Y en el interior del país, es Cristina la que estrecha las manos de gobernadores cuasi feudales que se creen dueños de nuestras tierras y nuestras vidas, como se ve en las brutales persecuciones y represiones que sufre la comunidad Qom por defender su territorio usurpado, ordenadas por el gobernador K Gildo Insfran. O aquí mismo con el gobierno de Fellner que opera a favor de patrones como el genocida Blaquier, responsable de las tres muertes de laburantes que salieron a defender su derecho al techo y la vivienda. Y ni hablar del vicegobernador Segio Jenefes, conocido empresario del tabaco que superexplota a hombres, mujeres y niños en el campo con total impunidad.
Llamamos a movilizar y exigir la aparición con vida ya de la joven San Pedraña que aun sigue secuestrada y todas las mujeres que se encuentran en cautiverio por estas mafias, porque nuestros cuerpos no se venden ni se compran, porque estamos hartas de trabajar con sueldos de miseria y en condiciones precarias mientras unos pocos se llenan sus bolsillos, porque sabemos que ni este gobierno, ni la oposición patronal nada nos va a otorgar. Por eso llamamos a organizarnos independientemente de todos estos sectores para luchar contra las trata de personas poniendo en pie un gran movimiento de mujeres junto a la clase trabajadora, estudiantes y el pueblo pobre, que luche por todos nuestros derechos! Nuestros derechos no se mendigan, se conquistan!. |