Lunes a la tarde, los trabajadores se organizan junto a compañeros de distintas fábricas y estudiantes que han venido a solidarizarse. Saben que impedir los despidos en LEAR es responsabilidad de todos los que no quieren que las patronales usen a los trabajadores como mano de obra descartable. Pero este lunes la fábrica de LEAR fue rodeada por gendarmes que llegaron en moto, camioneta, camiones hidrantes y otras variedades de vehículos. El propósito: evitar que se visibilice el conflicto. Ni con toda esta artillería pudieron lograrlo. Esta vez, nuevamente, las mujeres estuvieron al frente.
Nadia integra la Comisión de Mujeres (CdeM), cuenta que su marido “es uno de los que intentaron despedir, pero él salto los molinetes y volvió a entrar a la fábrica. Vinimos a este corte para mostrar que el derecho al trabajo no lo defienden solo los que están adentro de la fábrica, también los familiares lo defendemos. Los despidos afectan a todos”.
Andrea, hermana de un delegado, viene al corte para que no haya más discriminación y para que se reincorporen a los chicos despedidos, dice que la patronal “hace maniobras para dejarlos afuera. Me uní a la CdeM cuando fueron los primeros despidos”.
Anahí no puede creer que haya tantos gendarmes. Se ríe, no es la primera vez que asiste a un corte, desde la CdeM de Donneley se viene movilizando junto a las compañeras de la CdeM de Lear para evitar los despidos, por eso no duda en señalar que “desde que entendí la importancia de la solidaridad entre trabajadores, trato de asistir cada vez que hay que defender nuestros derechos”. Iris valora este apoyo, hace muchos años que trabaja en LEAR y destaca que “el corte es muy bueno, hay unidad y vinieron en nuestro apoyo otros trabajadores. Mientras que la gendarmería vino a apoyar al patrón”. Melina trabaja en una gráfica e integra la lista Bordó, hace oír su bronca, “hay cientos de gendarmes para impedir que los trabajadores puedan expresar sus reclamos. Pero se ve en los compañeros mucha moral para seguir peleándola. Hay laburantes de otros gremios, jóvenes y estudiantes. Todos estamos repudiando la presencia de la gendarmería”. La bronca por la presencia de la gendarmería se expresa en cantos ‘que feo, que feo debe ser, reprimir obreros para poder comer’. Pero la bronca también se transformó en bromas hacia los uniformados. Sabiendo que estaban para perseguir a los manifestantes, los trabajadores corrían a un lado, haciéndoles creer que subirían a un puente, las carcajadas no se hacían esperar cuando se lograba burlar a los gendarmes que corrían a un lado y al otro desconcertados. Graciela es la mamá de uno de los delegados, y una de las que más se ríe cuando se pone en ridículos a estos guardianes de la patronal, pero se pone seria cuando dice, “es una barbaridad, ni que fuéramos delincuentes. Esto es un despliegue que seguro lo hace el gobierno junto a la patronal. A nosotros no nos dejaron cortar la Panamericana. Pero pudimos cortar la colectora y 197”. Esto se vio en varios medios de telecomunicación.
En esta jornada las mujeres se destacaron. Con sus banderas en alto se acercaron al batallón de gendarmes para expresarles que ellos nada tenían que hacer en un conflicto obrero. Las mujeres: trabajadoras, estudiantes y familiares demostraron que las banderas de la lucha y la unidad no se baja ni con este pelotón de uniformados. Algo está cambiando en el movimiento obrero. La organización de las mujeres así lo demuestra. Y lo corean en las movilizaciones “en LEAR mandan los obreros y las obreras”. |