Publicamos extractos de un artículo de los compañeros de la Corriente Comunista Revolucionaria (CCR) en el NPA sobre la reciente aprobación de la ley de matrimonio igualitario y las reaccionarias movilizaciones convocadas por la ultra derecha. Versión completa en francés en www.ccr4.org
(…) Después de meses de debates parlamentarios, la ley para el matrimonio para todos y todas fue aprobada por la Asamblea Nacional el 23 de abril. Frente al Palacio Bourbon, seguía habiendo cientos de opositores al texto. En muchos aspectos, este proyecto de ley era una oportunidad para que la derecha y la extrema derecha levantasen cabeza, como lo demuestra la fuerza de las manifestaciones en contra de las últimas semanas. A pesar de la relativamente escasa participación del Frente Nacional (Marine Le Pen, por ejemplo, no participó personalmente), este escenario político fue una oportunidad para que reaparezcan varias personalidades, corrientes y grupos políticos, en primer lugar el ala derecha del UMP (partido del ex presidente Nicolás Sarkozy), encantada de tener la oportunidad de olvidar sus divisiones internas. El bando Jean François Copé (líder de UMP) tomó una bocanada de aire fresco al colocarse al frente de las manifestaciones en contra.
Pero eso no es todo, ya que la extrema derecha, el Frente Nacional (FN), no se queda quieta y espera, de un modo u otro, llevarse el premio mayor. Mientras la crisis económica y política golpea de lleno, el gobierno de "izquierda" sigue siendo igual de radical, a su manera, en cuanto a destruir los derechos laborales y de recibir el apoyo de los empresarios que despiden (Petroplus, Florange PSA, etc.). A las luchas de los últimos meses les cuesta coordinarse y están aisladas, algunas inclusive derrotadas. En este contexto, la movilización contra el matrimonio para todos y todas tomó otro giro, con una dirección mucho más radical que lo que la propia derecha tradicional habría supuesto. Si bien esta derecha, se llame RPR, UDF o UMP e IDU, se ha acostumbrado a bajar a las calles cada 15 años, sea por las escuelas privadas en 1984, contra el PACS en 1999 (Pacto de convivencia entre personas homosexuales), hoy en contra del matrimonio para todos y todas, todos los analistas coinciden en que la movilización actual, sin duda alguna, tiene mucho más determinación que las anteriores. La crisis no lo explica todo, pero es sin duda es uno de los factores que juega en el sentido de una radicalización inquietante y una ampliación de la base de la movilización (...)
Las viejas nuevas caras de la extrema derecha
Pero al lado de los representantes electos del UMP, del UDI y del FN que se floreaban a la cabeza de la marcha, también pudo verse la cara invisible de la extrema derecha que se revela en las manifestaciones en las cuales se codean los católicos integristas y los petainistas [1] de todo tipo: GUD, Civitas, Juventudes Nacionalistas, Bloque Identitario, Renovación Francesa… a la sombra del FN, a quien critican su apatía [2]. Estos grupos terminaron formando, de hecho, otra columna en las “Manifestaciones para todos” bajo el nombre de la “Primavera Francesa” (...)
Otra vez reunidas, estas redes proto-fascistas parecen haber renovado la idea de retomar un día el poder, por el momento por la vía de las urnas. De hecho, el objetivo público de Civitas es el de “crear islotes de cristiandad” en las comunas en las que ganasen en las elecciones municipales del 2014. Mientras, siguen imputando a los trabajadores musulmanes como peligrosos y por tanto enemigos de los trabajadores franceses.
¿La extrema derecha, de lado de los trabajadores?
Con respecto a eso, hemos visto florecer los slogans más demagógicos, oponiendo el mundo laboral al matrimonio para todos y todas. “La prioridad es Aulnay, no el matrimonio gay”, “queremos trabajo, no matrimonio gay” (…) Así, detrás del discurso populista que pretende defender a (los obreros de la Peugeot que llevan adelante una gran lucha contra los despidos en) Aulnay contra el matrimonio para todos y todas, tratan de oponer artificialmente los intereses compartidos por el conjunto de los trabajadores. A través de slogans, defienden una visión según la cual hay “buenos trabajadores” (franceses, heterosexuales, católicos) y “malos trabajadores” (...)
Frente a la política pasiva de la izquierda, es necesario frenar esta nueva cruza reaccionaria
(…) Contra los ataques a la comunidad LGBT que se multiplican, las asociaciones mayoritarias llaman la atención del gobierno. Pero es ilusorio pensar que el gobierno y su policía, la que expulsa y reprime, la racista y homófoba, sea la solución a esta oleada reaccionaria. El gobierno del PS muestra de hecho ya sus límites, cuando retrocede en la cuestión de la fertilización asistida de las parejas lesbianas.
Para responder a esta ofensiva, tenemos que, desde ahora, desde abajo, con aquellos y aquellas que se rehúsan a dejarlo pasar, con las organizaciones radicales del movimiento LGBT, organizar la autodefensa, por lo menos de los lugares más emblemáticos de la comunidad. Habrá que revivir las experiencias más bellas del movimiento LGBT, como la experiencia de Stonewall en Estados Unidos a finales de los años ‘60 cuando los homosexuales supieron organizarse para responder golpe a golpe las agresiones policiales o como el movimiento del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR) en Francia en los ‘70. Es la única formar de frenar las manifestaciones más violentas de la ofensiva homófoba. Es la única manera para empezar a expandir la respuesta anti-homófoba en cualquier lugar que se manifieste en el cotidiano.
Paralelamente, las organizaciones del movimiento obrero no pueden seguir ausentes del campo de una batalla democrática como es la del derecho de todos y todas al matrimonio, aunque se tenga una posición crítica de la institución del matrimonio. La derecha reaccionaria y la extrema derecha no tienen sólo al matrimonio para todos y todas inscrita en su batalla política . Frente a la impotencia de la izquierda burguesa para hacerles tragar su ideología retrógrada y fascistizante, si el movimiento obrero no aprovecha la cuestión, equivaldría a perder todavía más terreno frente a la ofensiva global de la burguesía, cuyo principal aplicador hoy en día es, de hecho, el gobierno de “izquierda”.
Todos y todas juntos, también en este terreno, es urgente que construyamos la contra-ofensiva, y la extrema izquierda encontrará perfectamente su rol, en los dos frentes, que son el de la movilización y la construcción de una respuesta obrera y desde las bases. Así como a nivel de la construcción de un frente único contra la reacción y la extrema derecha, con las organizaciones del movimiento obrero también a la cabeza en defensa de la ampliación de todos los derechos democráticos.
[1] Referencia a aquellos que reivindican la tradición de Petain, mariscal francés colaboracionista de los nazis en la ocupación alemana.
[2] Se acusa a la dirección del FN de estar presa de la influencia del “lobby gay”, concentrado en torno a la figura de Marine Le Pen, lo que explicaría que no haya participo en las manifestaciones en contra de la Ley. |