Los medios anunciaban que en el Hospital Ramos Mejía, de la Ciudad de Buenos Aires, a una mujer se le negaba la práctica de un aborto no punible. Un grupo de enfermeras, con un comunicado de la Comisión de Mujeres del Hospital Garrahan, nos presentamos, acompañadas por estudiantes de Medicina y Psicología de UBA, para exigir el cumplimiento de este derecho. Esa fue la primera acción en común, de trabajadoras y estudiantes, después de haber organizado juntas el Observatorio Social de la Salud.
La tercerización goza de buena salud
El Hospital Garrahan atiende a más de 9 mil niñas y niños por día. Funciona gracias a sus más de 4.500 trabajadores, en su mayoría mujeres. Y, como en todo el Estado, hay miles de contratados, pasantes y demás modalidades contractuales basura. ¡La tercerización goza de buena salud! Las huellas quedan en los cuerpos: enfermedades laborales que la Ley de ART de Cristina y Macri no contempla, como burnout, hernias de disco o depresión. Secuelas propias de un ámbito laboral donde hay que enfrentar cotidianamente, enfermedades infantiles propias de la pobreza y la explotación.
Nuestros primeros pasos
Porque sabemos que sólo confiando en nuestras propias fuerzas podemos transformar esta situación y conquistar todos nuestros derechos, las trabajadoras de la salud y las estudiantes de Pan y Rosas de Medicina y Psicología nos organizamos en común y empezamos a dar pasos para construir un movimiento contra la precarización laboral. En las facultades, lanzamos el Observatorio Social de la Salud, para poner nuestro conocimiento, utilizando las herramientas del marxismo, al servicio de las trabajadoras y trabajadores, convencidas de que la unidad entre trabajadoras y estudiantes puede ser una potente fuerza social para luchar por todos nuestros derechos. |