Este año, por fin, pude participar de mi primer Encuentro. El año pasado también quería ir al de Paraná, pero al final no pude. Para ir a Bariloche, hace meses que veníamos charlando y organizándonos para viajar con otras estudiantes y trabajadoras.
En el taller que estuve, de violencia sexual, a mí y a otras chicas de mi edad no nos escuchaban mucho y algunas nos decían que no teníamos edad para saber algunas cosas. Pero yo dije que sí sabíamos, que los abortos clandestinos siguen haciéndose y que por eso mueren muchas mujeres; que era un bajón que nos negaran la educación sexual en nuestras escuelas o que no nos entreguen anticonceptivos en los hospitales para evitar embarazos y que cuando sufrís una violación –con lo que eso te daña- no te pueden obligar, encima, a tener un hijo. ¡Llegaron a decirme que estaba bien que Romina Tejerina estuviera presa!
Igual estuvo muy bueno escuchar a todas esas mujeres y sus experiencias, a favor y en contra de lo que decíamos; conocer chicas de otros lados con las que quedamos en mandarnos mails, contándonos lo que vayamos haciendo en nuestras ciudades.
Volví muy contenta, con ganas de hacer muchas cosas y de empezar ya a organizarnos para el año que viene, porque sé que no va a ser fácil viajar a Misiones, porque es muy lejos y sale muy caro llegar. Hubiera sido mejor que el próximo Encuentro se hiciera en un lugar más central, para que puedan participar todas las mujeres que quieran, ¿no? |