El 30 de septiembre de 2001, los delegados de la fábrica ceramista Zanon se quedaron en la fábrica para impedir la amenaza patronal de apagar los hornos y paralizar la producción. Al día siguiente, impidieron el ingreso de los gerentes y la planta fue ocupada por sus trabajadores, contra el vaciamiento patronal.
Nacía una fábrica sin patrones, en la que todas las decisiones se empezaron a tomar en asambleas, votando a mano alzada todas las actividades que se hicieron en solidaridad con otros sectores de trabajadores y el pueblo neuquino, incluso las resoluciones que debían tomarse sobre la producción. Así enfrentaron las órdenes de desalojo y convirtieron a Zanon, en un ejemplo internacional de la organización y la lucha de la clase trabajadora.
Ya pasaron diez años. Con las obreras de Zanon, hemos compartido, además, diez Encuentros Nacionales de Mujeres. Con ellas, cantamos una vez más “Viva la lucha de Zanon, que viva el control obrero, porque esta fábrica es del pueblo, en Zanon ¡no pasarán! Y si quieren desalojar, le vamos a poner el cuerpo, porque Zanon es un ejemplo de trabajo y libertad.” |