En la 37º Feria del Libro, ante un auditorio colmado por más de doscientas personas, la agrupación de mujeres Pan y Rosas y Ediciones IPS presentaron la coedición en castellano de La mujer, el Estado y la revolución, de la historiadora norteamericana Wendy Z. Goldman.
Christian Castillo, director del Instituto del Pensamiento Socialista (IPS) y dirigente del PTS planteó que “al recrear el libro las medidas tomadas por los bolcheviques en los primeros años de la revolución y las ideas que defendían, y si las comparamos con los valores hoy prevalecientes, podríamos decir que el mundo atrasa cien años. No sólo en lo que hace al cuestionamiento de la opresión de la mujer en el seno de la familia burguesa sino en la forma de tratar a los niños, con métodos pedagógicos revolucionarios, completamente de avanzada”. Y luego agregó que “con la edición de este trabajo queremos colaborar a recuperar una historia que el burocratismo stalinista hizo que fuera dejada de lado. Su importancia no es sólo para reconstruir el pasado sino sobre todo por nuestra lucha presente y futura, que debe incluir la disputa contra los valores y costumbres impuestos por la clase dominante y su cultura”.
Desde una pantalla de video, Wendy Goldman destacó que en todos los momentos revolucionarios de la historia se pone en cuestionamiento el orden de la vida privada, tal como sucedió en la Revolución Rusa de 1917 y también en los años ’70, cuando siendo estudiante comenzó a reflexionar sobre el amor libre, la liberación sexual y la emancipación femenina. Posteriormente, Andrea D’Atri –fundadora de Pan y Rosas y autora del prólogo a esta edición- se refirió a la incorporación de las mujeres al trabajo asalariado, la socialización del trabajo doméstico, la extinción de la familia y el amor libre, los cuatro pilares programáticos en los que se fundaba la emancipación de las mujeres para el bolchevismo. Para finalizar, interpeló a la militancia de la izquierda marxista diciendo que este libro “nos permite asomarnos a esa visión ambiciosa, creativa, rupturista, de vanguardia, de los líderes bolcheviques de hace un siglo atrás. Y pensar, un siglo después, si los revolucionarios de hoy somos capaces de crear un ámbito de reflexión y construcción de relaciones más libres, comprometidas y diversas que cuestionen la naturalización que hace la sociedad burguesa de la opresión de las mujeres, la discriminación de las personas que no se ajustan a la heterosexualidad normativa, la marginación de quienes construyen otras formas de relaciones interpersonales que no se amoldan a la pareja convencional.” |