Flavia de la Comisión de Mujeres del INDEC (impulsada por JI-ATE)
Como integrante de la Comisión de Mujeres del Indec (impulsada por ATE), tengo la profunda convicción de lo urgente que es avanzar en la separación de la Iglesia del Estado y en la conquista del derecho al aborto, libre, gratuito y seguro. Son muchas las mujeres pobres que mueren por año en nuestro país. Desde la comisión empezamos a elaborar un volante y una encuesta para acercarnos a hablar con todas nuestras compañeras y compañeros, para así lograr que cada vez seamos más las/os que tomemos esta lucha en nuestras manos. Pongámonos en pie de lucha, mujeres!
Lidia Fernández, de PyR y la Comisión de Mujeres del H. Durand
Muchísimos trabajadores de la salud han saludado con muchas expectativas el matrimonio igualitario. Al día siguiente otro debate empezó a estar en boca de todos: la posibilidad de conseguir el aborto legal. Incluso el escándalo de Manzur fue visto como una buena noticia. Es que este tema es uno de los que más refleja las desigualdades que recorren a lo largo y a lo ancho del mundo cotidiano de las trabajadoras/es y el pueblo pobre. A diario nosotras vemos como llegan a los hospitales mujeres pobres al borde de la muerte, victimas de abortos clandestinos. Y vemos también como se ha acrecentado el embarazo adolescente, las cuales gracias a la intromisión de la iglesia no han podido recibir educación sexual para decidir, ni anticonceptivos para no abortar y les impide el aborto legal para no morir. Es más en los casos en donde el aborto es no punible, dependen de que el personal que la reciba quiera, o no, realizarlo.
Sabemos bien cómo la iglesia apaña a curas abusadores y genocidas, mientras nos ata con cadenas la posibilidad de decidir sobre nuestro propio cuerpo.
“¡Qué lejos estamos de conseguir esa conquista!”, decían algunas de las compañeras; “¿cómo lo lograremos?” Como integrante de Pan y Rosas, que impulsamos junto a compañeras independientes la Comisión de la mujer del Hospital Durand, creemos que este debate se torna cada vez más urgente, que se ha convertido en problema de salud pública junto a los femicidios. Es hora de seguir por todas nuestras conquistas, por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, en todos los hospitales públicos, y por la separación definitiva de la Iglesia del Estado. ¡Fuera ya la Iglesia de nuestros cuerpos! El camino para lograr esto es organizando comisiones de mujeres en cada hospital, barrio, lugar de estudio y trabajo, para organizarnos y preparar una gran movilización que recorra todo el país y podamos hacer valer nuestra voz. Llamamos a que se sumen todas las compañeras –las de planta permanente, contratadas, tercerizadas, precarizadas- a empezar juntas esta tarea con todas las iniciativas que surjan al calor del debate. |