En el día viernes por la tarde, un grupo de compañeras de Pan y Rosas junto a integrantes de La Casa del Encuentro, jóvenes de la CHA y activistas independientes, nos hicimos presentes en la Casa de Córdoba, en la Capital Federal para repudiar el asesinato de Natalia Gaitán y acompañar a la familia de la joven cordobesa, asesinada a balazos por la espalada por el padrastro de su novia.
Fue asesinada por ser mujer, pobre y lesbiana...
Contra los medios de comunicación que no se cansan de invisibilizar el carácter de este crimen, denunciamos el caso de Natalia como lo que es: un femicidio, un caso de violencia de género y homofobia.
“¿No nos estará hablando el señor?”, se preguntó un arzobispo mexicano semanas atrás, refiriéndose a terremotos como el de Haití y Chile, que según él son una “respuesta” a “iniciativas que afectan la base de la sociedad como es la familia”, en alusión a la sanción legislativa que aprobó España que permite a una mujer interrumpir su embarazo hasta las 14 semanas de gestación y a las leyes de matrimonio homosexual.
Entonces, si ante el hecho de que una mujer quiera decidir sobre su cuerpo, debemos esperar catástrofes terribles, la pregunta que nos hacemos ante lo que ocurrió con Natalia es la siguiente: ¿así también “habla el señor”?
Quienes luchamos en Pan y Rosas por los derechos de las mujeres y contra todas las instituciones del Estado capitalista, entre ellas la Iglesia Católica, opinamos que así habla la homofobia. Opinamos que así habla la alianza entre esta institución retrógrada como es la Iglesia con el Estado. Porque es esta alianza la que promueve el odio hacia la diversidad sexual, la que prohíbe hasta el más mínimo derecho democrático como es el matrimonio entre personas del mismo sexo, la que nos acusa de “subvertir el orden natural” mientras mantiene en sus filas y gozando de total impunidad a violadores y pedófilos.
Es por esto que consideramos necesaria la organización de miles de mujeres y personas GLTTB para poner en pie una gran campaña independiente del Estado, el gobierno y de sus instituciones para exigir:
¡Justicia por Natalia Gaitán!
¡Separación efectiva de la Iglesia del Estado!
¡Derecho al libre ejercicio de nuestra sexualidad y a decidir sobre nuestros cuerpos!
¡Basta de persecución a personas GLTTB!
¡Basta de violencia contra las mujeres!
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