Nuestra jornada comencó el sábado 6 de marzo, con nuestra asistencia junto a feministas independientes convocantes, a las puertas del Palacio de Bellas Artes, donde colocamos figuras de mujeres en el piso, cada una de ellas con consignas contra la violencia y los feminicidios, exigiendo justicia para los cientos de mujeres cuyas muertes se mantienen impunes en todo el país.
Con esta actividad, Pan y Rosas distribuyó boletines con las notas de nuestra corresponsal en Haití, volantes por el 8 de marzo, con nuestra posición frente a los últimos ataques que sufre la mujer en México, por el derecho al aborto, todos los derechos para las parejas del mismo sexo y en solidaridad con las mujeres en lucha, como las compañeras del Sindicato Mexicano de la Electricidad (SME) y en apoyo a las mujeres en Haití y Chile.
Posteriormente partimos en marcha hacia el monumento a la Revolución: un centenar de compañeras -seguidas por un exagerado número de policías- al pasar fuera del local sindical del SME, cantamos consignas en su apoyo, que fueron bien recibidas por los y las trabajadoras que allí se encontraban.
Concluyendo la movilización, Pan y Rosas se trasladó a la carpa de los y las compañeras haitianas, que mantienen una campaña en solidaridad con su país. Al llegar fuimos invitadas a compartir un lugar en la carpa, donde distribuimos los materiales por varias horas, muy bien recibidos por la gente, explicamos a decenas de mujeres porqué es necesario movilizarnos en México por la salida de las tropas de la ONU de Haití, al ritmo de la música haitiana que tocaban los compañeros.
El lunes 8 de marzo, asistimos a la movilización convocada en el Angel de la Independencia, donde denunciamos que éste día no tenemos nada que festejar, porque millones de mujeres sufrimos los despidos, la precarización, la represión de la iglesia y el gobierno, que nos lleva a morir por el aborto clandestino, la violencia y los feminicidios, que se suceden en México con total impunidad.
También denunciamos que, mientras tanto, los grandes funcionarios, empresarios y partidos patronales, siguen sacando sus ganancias de nuestra explotación, nos arrebatan la salud, el empleo, la vivienda, la educación. Por eso declaramos este 8 de marzo como un día de lucha y organización, donde la voz de las trabajadoras, las jóvenes y estudiantes debe ser escuchada, e hicimos un llamado a luchar juntas contra toda la opresión y explotación.
También allí colocamos nuestros materiales y un poco después llegó un numeroso contingente de mujeres electricistas que combativamente llenaron de consignas el acto, intervinieron en el micrófono y se integraron a esta jornada de lucha de las mujeres, que siguió en una movilización a las puertas de la Secretaría de Gobernación, donde exigieron una solución a las demandas del SME. |