El sabado 28 de noviembre, en la casa de Claudia, docente del barrio de Boedo, la preocupación era grande porque ella buscaba a Federica, su hija de 12 años que había desaparecido, sin que ninguna institución del Estado se hiciera eco de su reclamo. “Fui a hacer la denuncia a la 10ª y no me la quisieron tomar porque dijeron que no les pertenecía la zona, y en la 34ª la registraron, pero me advirtieron que tenía que esperar cinco días”. Las docentes de la Corriente 9 de abril y las compañeras de Pan y Rosas no tardamos en acercarnos, así como las maestras de la zona, delegaciones de UTE y Ademys, vecinos y amigos, organizaciones sociales y de mujeres, los padres y los alumnos de las escuelas donde Claudia trabaja y Federica estudia.
No había tiempo que perder
Ante la indiferencia de las instituciones estatales, el movimiento docente organizó rápidamente una Conferencia de Prensa y las acciones posteriores. Mientras un grupo se dirigía a la cancha de San Lorenzo para anunciar por los altoparlantes la desaparición de la niña, otra comitiva organizó pegatinas de afiches y golpeó puerta por puerta buscando información. Por la tarde, los cortes en Av. La Plata e Inclan, la nueva Conferencia de Prensa y el llamado a la movilización para el día lunes demostraban la firme decisión de encontrar a Federica. El día lunes, unas vecinas encontraron a Federica, desorientada y golpeada. La alegría fue enorme y la emoción llegó a todas las escuelas.
Por una comisión investigadora independiente
La decidida intervención de la docencia y sus organizaciones, tomando en sus manos la tarea de buscar a la chiquita, impulsando la unidad de los trabajadores, jóvenes y vecinos, fue crucial y mostró que la única manera de enfrentar éstos casos es confiando en nuestras propias fuerzas. Ahora que Federica está en casa, no podemos dejar la investigación en manos de los que silencian, encubren y hasta participan de redes de trata, prostitución y gatillo fácil. Llamamos a todas las organizaciones de mujeres, de derechos humanos, sindicales, estudiantiles, sociales y políticas a poner en pie una Comisión investigadora independiente del gobierno y todas las instituciones del Estado para esclarecer éste caso y garantizar que no haya una sola Federica más.
Entrevistamos a Claudia (mama de Federica)
“Muchas mujeres y niñas desaparecen y no se sabe nada más de ellas”.
¿Qué hiciste cuando te diste cuenta que había desaparecido Federica?
Primero llamé a sus amigos y la empecé a buscar por el barrio. Luego hicimos la denuncia a la Comisaría 10ª y no la quisieron tomar, entonces fuimos a la 34ª, que después de insistir, a las 0:30hs del domingo, tomaron la denuncia, aunque no hicieron nada.
¿Qué hiciste entonces?
Llamé a los compañeros de distintas agrupaciones y comenzamos a llamar a los Sindicatos UTE y Ademys. Estuvieron legisladores como Basteiro, Nenna y otros. Rápidamente se formó una cadena. Todavía no me doy cuenta de la magnitud de la movilización. Había gente en mi casa, otros pegaban carteles, llamamos a todos lados. No pensé que se iba a mover tanta gente… padres, vecinos, maestros…
¿Cómo apareció Federica?
Estábamos en la puerta de la Escuela de Federica, le digo a los medios que el fiscal había ordenado el allanamiento al edificio donde vivo, y a los pocos minutos me llaman para decirme que había aparecido. La encontraron dos señoras a la vuelta de casa, estaba perdida, como si le hubieran dado algo.
¿Cómo sigue esto?
Yo lo quiero llevar hasta el final. Si bien la abogada hizo una presentación ante el Fiscal, no confío que se resuelva así. La seguiré peleando. Quiero aprovechar que estamos en los medios para decir que el caso de Federica no es el único, muchas mujeres y niñas desaparecen y no se sabe nada más de ellas.
Voy a llamar a Eduardo López de la UTE, Manuel Gutiérrez de Ademys y a todos los sindicatos docentes y organismos de derechos humanos, agrupaciones, que vengan todos, a formar una Comisión independiente que investigue hasta el final, y que sirva para que se tome conciencia. |