Recientemente distintas organizaciones de mujeres, feministas y de la centroizquierda lanzaron una campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito que consiste, esencialmente, en juntar firmas de apoyo que acompañarán los proyectos que distintas legisladoras y legisladores presentaron en el Congreso. Un día antes que se lanzara la campaña, se publicó una solicitada con más de 1000 firmas de instituciones y personalidades públicas que se pronunciaban por la despenalización del aborto (Clarín, 11/04). Estos hechos, junto a la enorme repercusión que tuvo la campaña de testimonios Yo Aborté, que realizó la Red Informativa de Mujeres de Argentina, reflejan el debate que se viene desarrollando en los últimos meses sobre este tema. Un debate a veces en primera plana y otras veces silenciado, pero que arroja como resultado que la mayoría de la población de nuestro país está a favor de la despenalización, según las encuestas.
Si bien las declaraciones del Ministro de Salud y las amenazas del obispo Baseotto crearon gran controversia y llevaron la cuestión del aborto a los medios, lo cierto es que la aceptación cada vez mayor de la necesidad de su despenalización es el resultado de una enorme actividad militante "menos difundida- de miles de mujeres que, año tras año, sostienen talleres por el derecho al aborto, combaten los prejuicios e intercambian sus experiencias, enfrentando la reacción de la Iglesia en los Encuentros Nacionales de Mujeres y otros ámbitos.
Contrariamente a lo que parece, lo cierto es que a pesar de que esta exigencia se oyó reiteradamente en los últimos Encuentros de Mujeres, en las marchas por el Día por la Despenalización del Aborto y el Día de la Mujer... el gobierno sigue haciendo oídos sordos al problema del aborto clandestino por el cual, cuatrocientas mujeres mueren cada año en nuestro país.
Si estos son los "progresistas"...
Antes del affaire "Ginés / Baseotto", Kirchner había declarado que su postura "siempre fue clara, de rechazo al aborto". El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por si quedaban dudas, agregó que el gobierno "no está trabajando" en ningún proyecto de despenalización. Eduardo Duhalde por su lado se sumaba a las declaraciones del gabinete: "A las leyes hay que dejarlas como están, no creo que sea momento de hacer modificaciones. Son temas que dividen a la sociedad y no es oportuno plantear estos temas. Con el tiempo se verá" (Clarín, 27/11/04). Pero con el tiempo, lo único que se ve, es que siguen siendo las mujeres más pobres las que mueren por abortos clandestinos.
Recientemente, cuando parecieron tensarse al máximo las relaciones con el Vaticano por el caso Baseotto, Fernández salió nuevamente a declarar que el tema del aborto merece "un debate que no sé si es necesario darlo ahora, también lo confieso: no sé cuál es el momento justo", insistiendo que desde el oficialismo no se impulsa la despenalización del aborto. (Clarín, 19/03/05). Y el mismo ministro González García se retractó de sus declaraciones y se reunió reservadamente con el cardenal Bergoglio para aclararle el alcance de sus palabras. "El ministro quería precisar sus declaraciones y no ahondar las diferencias o promover el enfrentamiento, sino buscar un acercamiento con la Iglesia" (Clarín, 15/03/05).
Como siempre, los partidos patronales encuentran en la Iglesia un aliado con el que no quieren romper, bajo ningún punto de vista. Otros intereses "más importantes" que la vida y la salud de las mujeres están en juego. A tal punto que el Estado sigue solventando a la Iglesia y sigue permitiendo su intromisión en la regulación de nuestra vida cotidiana.
Independencia de la Iglesia, el Estado y los partidos patronales en la lucha por nuestros derechos
En los últimos días, trabajadoras y trabajadores del Hospital Garrahan han dado un impresionante ejemplo de lucha por sus reclamos.
Entre ellos, decenas de enfermeras, esas mujeres que cargan con las peores condiciones de trabajo atendiendo nuestra salud, esas mujeres que muchas veces son las que nos acompañan solidariamente en la clandestinidad del aborto.
Ginés González García pidió, para ellas, que se aplique una "línea dura", para darle término al conflicto.
– ¿Cómo vamos a conquistar nuestros derechos, entonces? -¿Siguiendo los pasos de un ministro y todo un gobierno que tiene un discurso ambiguo, pero que toma claras decisiones contra los trabajadores y el pueblo cuando debe actuar? -¿O junto a las trabajadoras que hoy en distintos gremios, junto a sus compañeros, nos están mostrando un ejemplo de lucha, como en el Garrahan, como las docentes de Salta y de todo el país, como en LAFSA, subte, etc.?
La pelea por el derecho al aborto libre y gratuito no puede ir detrás de los ritmos de un gobierno que mantiene las posturas antiabortistas de todos los gobiernos anteriores.
Es un paso importante reunir las firmas de distintas instituciones y personalidades para que apoyen públicamente la despenalización del aborto, sin embargo, este apoyo no puede dejar de denunciar el pacto de convivencia entre la Iglesia y el Estado, por el cual es imposible que se avance en el derecho al aborto libre y gratuito.
Nuestros derechos nunca fueron un regalo de los gobiernos de turno, sino que han sido conquistados mediante la lucha y la movilización.
Tenemos que ser las mujeres trabajadoras y de los sectores populares las que encabecemos esta pelea, exigiendo el apoyo de nuestros compañeros de clase y llamando a las jóvenes estudiantes, las profesionales y activistas a movilizarnos por nuestros derechos, organizar foros de debate, publicar pronunciamientos de organizaciones obreras combativas, hacer agitación, etc. |