(...). Sepan tener en cuenta que todo lo que a continuación puedo llegar a escribir es fruto de una experiencia de vida que vino entremezclada de momentos de trabajos en negro, mal pagos, maltratos y todo lo que habitualmente acompaña a la precarización, desde que comencé a trabajar para costear mis estudios universitarios, con ansias de formarme profesionalmente, que inicialmente se apuntalaron a la carrera de Medicina y que luego se acercaron a la carrera de Psicología.

Desde siempre existe en mí una ávida curiosidad por el mundo, en donde siempre fue y es amplia la inquietud por transformarlo, pero jamás me había acercado "hasta el momento- a intentar una crítica marxista del mismo que, hoy por hoy, me resulta elemental. Una lucha contra el sistema capitalista realmente necesaria. Una lucha por la igualdad de género.

Mi acercamiento a Pan y Rosas comenzó en el taller de la Facultad de Psicología, llamado "La salud de las trabajadoras de la salud"? allí me encontré con una agrupación no sólo dispuesta a llevar adelante una profunda critica al ámbito laboral de las trabajadoras de la salud sino a ir mas allá de ese ámbito, brindándome un espacio en donde exponer mi experiencia como empleada precarizada de un call center (...).

El Encuentro Nacional de Mujeres

Una vez dentro del taller "Aborto y métodos anticonceptivos", me encontré con argumentos que jamás hubiera imaginado que existían. (...). Ellas [las mujeres que fueron organizadas por la Iglesia] decían estar a favor de la vida, pretendiendo hacernos sentir como "asesinas". Yo particularmente considero que asesinos son quienes dejan morir en condiciones deplorables a cientos de otras congéneres por haber decidido practicarse un aborto que, seguramente, fue clandestino, dado que aun en este país como en tantos otros el aborto no es legal, ni gratuito y encima tenemos de presidente a personas como Cristina K, que hacen acuerdos con el Vaticano. (...).

Ya en el taller del domingo, quienes decían "no venir juntas" se sentaron juntas y, por otro lado, eran apoyadas por las mujeres del PCR que proclamaban "mantener el espíritu del encuentro", incentivando un "consenso" (...).

Considero que los ENCUENTROS DE MUJERES debemos convertirlos en espacios donde las mujeres podamos encontrar una solución, una respuesta a nuestras problemáticas diarias y poder lograr que se concreten (...), especialmente mediante la LUCHA contra instituciones como la IGLESIA, que continúan condenándonos a morir por decidir, por ser mujeres. Hay que AVANZAR y para eso es necesario no pactar con instituciones RETROGRADAS.

Hoy SIENTO que me desperté, que todas estas inquietudes que comparto con quienes integran Pan y Rosas estaban presentes en mí desde hace tiempo pero que, mediante diversas circunstancias de la vida, se despertaron AHORA con mayor intensidad. (...) sepan que AHORA que me desperté, no pienso detenerme?Ahora, porque ahora resulta indispensable.

Lorena V.