ESTE 24 DE MARZO, MARCHEMOS CON PAN Y ROSAS CONTRA LA REPRESION Y LA IMPUNIDAD DE AYER Y DE HOY
¡Oh, Susana!
Por Carla Lacorte, víctima del gatillo fácil e integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos
"Para mí el que mata tiene que morir", sentenció Susana Giménez detrás de sus enormes anteojos negros. No le alcanzó con eso: "Hay que terminar con las estupideces de los derechos humanos", agregó. Una gigantesca campaña mediática se desplegó de inmediato: Susana y otros personajes de la farándula multiplicaron sus pedidos de pena de muerte ante cámaras y micrófonos.
Dinosaurios -¡vivos!
Pero no hay que creer que lo de Susana fue un exabrupto. Jamás se le ocurriría pedir "pena de muerte" para los milicos genocidas que masacraron a una generación de luchadoras y luchadores en este país. Jamás se le ocurriría pedir el mismo castigo para los más de 9 mil policías bonaerenses que cumplieron funciones durante la dictadura y aún siguen patrullando las calles y asesinando a nuestros pibes a mansalva.
Ella, como vocera de una clase rica y poderosa, se plantó en la defensa de lo que los capitalistas consideran lo más sagrado: la propiedad privada. Bala o que se pudra en la cárcel el que se meta con sus riquezas y propiedades... mientras banqueros y empresarios pueden esquilmar al pueblo trabajador y vivir impunemente, gozando de sus millones.
El "problema de la inseguridad" es el mismo capitalismo
Lo cierto es que esos hechos de violencia social que los medios insisten en titular "el problema de la inseguridad" son utilizados por la derecha y el gobierno para avalar el accionar de la policía que hoy asesina a los pibes de nuestros barrios y, en poco tiempo, será usada para reprimir a los trabajadores que salgan a luchar contra los despidos, los cierres de empresas y las rebajas salariales con los que querrán descargar, sobre nuestras espaldas, la crisis económica.
Parece que los grandes anteojos negros le impiden ver, a Susana, que el origen de la descomposición social, de la miseria que empuja a los más pobres a la marginalidad y el delito, se encuentra en el mismo sistema capitalista. Un cruento fenómeno que se extenderá aún más, bajo los golpes de la crisis económica.
En el living de Susana
Scioli, De Narváez, Blumberg y Patti seguirán pidiendo mayores penas para los menores que delinquen, militarización de las villas, patrullajes de nuestros barrios humildes. El "gobierno de los derechos humanos" seguirá sin encontrar a nuestro compañero Julio López. La oposición patronal de Lilita Carrió seguirá reclamando "reconciliación" con los militares. Y Susana Giménez pedirá a los gritos la pena de muerte, olvidándose de los años en que era la vedette que encabezaba las películas y espectáculos que los milicos autorizaban mientras asesinaban a otros artistas, los perseguían y censuraban o los mandaban al exilio.
Este 24 de marzo, marchemos con Pan y Rosas
Evidentemente, son días difíciles para las familiares de Jonatan Luna, las mamás de los chicos asesinados en la Comisaría de Quilmes, las vecinas de Maxi Sosa, las madres, hermanas y amigas de tantos pibes asesinados por el gatillo fácil de la policía asesina en los barrios pobres. Pero en estos 8 años que llevo luchando contra el gatillo fácil, contra la represión y la impunidad, pude ver que las mujeres no sólo somos las primeras en movilizarnos contra la brutalidad policial, sino también que no han podido doblegar nuestras fuerzas ni siquiera con las balas.
Por eso, en este 24 de marzo en que se cumplen 33 años del golpe militar, invito a estas mujeres y a todas las mujeres trabajadoras, amas de casa y estudiantes dispuestas a luchar contra la represión del Estado y la impunidad de ayer y de hoy a marchar con Pan y Rosas. Porque este 24 de marzo vamos a volver a reclamar castigo para todos los genocidas. Y que la crisis, con su cortejo de calamidades, la paguen los patrones, los banqueros y los terratenientes. -¡Basta de descargarla sobre las espaldas del pueblo trabajador!
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